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Sílvia Orriols: «Si los que delinquen son inmigrantes hay que devolverlos a su casa»

La candidata de Aliança Catalana acusa al "islamoizquierdismo" de las protestas contra ella

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Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Ripoll
  • Enviado especial
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Sílvia Orriols Serra (Vic, 1984) se presenta como candidata a la Presidencia de la Generalitat por primera vez. Lo hace bajo las siglas de Aliança Catalana, la formación que ella misma fundó, un año después de alcanzar la Alcaldía de Ripoll. El ideario de Sílvia Orriols se basa en «restituir» el Estado catalán y en el cierre de fronteras que impida la entrada de inmigrantes ilegales. También defiende la expulsión de todos aquellos que delinquen. Asegura Sílvia Orriols que los pactos con España «no funcionan, lo hemos visto en los últimos 400 años. Todo lo que nos prometen o dicen que harán, no se acaba ejecutando. Son siempre falsas promesas».

Sílvia Orriols recibe a OKDIARIO en el salón de plenos del ayuntamiento que preside, en Ripoll, en lo más profundo de la Cataluña interior de Gerona.

PREGUNTA.- ¿En qué se diferencia su proyecto político, Aliança Catalana, de Esquerra, de Junts o de la CUP?

RESPUESTA.- Es una formación política que no parte de ese reparto de poder de las últimas décadas. Basamos nuestro proyecto político en la restitución del estado catalán, ejercer un control fronterizo estricto una vez lograda unilateralmente la independencia y garantizar, pues, la seguridad, el bienestar y la prosperidad de los catalanes.

P.- ¿Cómo se puede hacer todo eso, teniendo en cuenta que hasta ahora, ni ha sido posible la unilateralidad ni ha sido posible un control fronterizo pese a que ahora, por ejemplo, Junts ha pactado con el PSOE algo similar?

R.- Ha habido la movilización ciudadana necesaria. Lo que no ha habido es la determinación política capaz de ejecutar la voluntad popular que emanó de este referéndum del primero de octubre. Nos hace falta la determinación y la voluntad política firme de llegar hasta el final.

P.- Si Aliança Catalana consigue representación en el Parlamento, ¿exigirá, como condición sine qua non para cualquier acuerdo, la restitución de la República de Cataluña, es decir, la declaración unilateral de independencia?

R.- Sí. Evidentemente, condicionaremos nuestro voto favorable a cualquier formación política, a la aceptación de la independencia unilateral de Cataluña y también a este modelo de estado basado en la seguridad, en la prosperidad y en el control fronterizo.

P.- ERC y Junts, los dos partidos que más se asemejan a ustedes, ya han dicho que no quieran saber nada de usted. ¿Le están haciendo un cordón sanitario como en su momento se hizo con Vox?

R.- Nosotros ya partimos de un cordón sanitario previo que nos hicieron aquí en Ripoll y que tuvo un resultado nefasto para todas aquellas formaciones políticas que lo encabezaron. En este sentido, hemos oído declaraciones de todas las formaciones políticas instando a hacernos ese cordón sanitario y a silenciarnos. El líder de Junts ha hablado de que no pactará con la extrema derecha, pero en ningún caso ha hecho referencia a nuestra formación política. Evidentemente, nosotros no nos sentimos interpelados con este término de extrema derecha, porque en ningún caso somos extremistas. Al contrario, combatimos el extremismo de todos aquellos que no toleran los valores y las leyes occidentales.

P.- Una de las cuestiones por la que dicen no pactan con ustedes es porque les acusan de racistas y de xenófobos. Pero Junts está pidiendo al PSOE poder actuar con mano dura contra la inmigración. ¿Dónde están las diferencias entre ustedes y Junts?

R.- La realidad demuestra que Junts no ha puesto el tema de la inmigración sobre la mesa hasta que ha aparecido Aliança Catalana a disputarle el electorado. Por tanto, su intención en términos migratorios no responde a una voluntad real de cambiar las políticas migratorias y de frenar esta sustitución cultural y demográfica que estamos sufriendo. Responde a la voluntad de mantener el poder. Ven peligrar de algún modo los votos y que nosotros podemos captar a sus votantes.

P.- ¿Se ve usted en el espejo de Vox?

R.- Creo que son dos proyectos políticos claramente diferenciados y que cualquier comparación, ya sea con el procesismo o el españolismo, es totalmente gratuita y surrealista. Sí podemos compartir determinados puntos ideológicos, incluso puntos nacionales, porque, tanto Vox como nosotros abogamos por la abolición de la autonomía catalana, pero en este caso nosotros para restituir el Estado catalán y ellos para acabar de asimilar Cataluña a la nación castellana. Por tanto, yo creo que son dos proyectos claramente diferenciados e incluso antagónicos.

«Aliança Catalana no apoyará ninguna investidura que no sea de catalanes. No validaremos ningún proyecto españolista»

P.- Se lo pregunto de otra forma: ¿hay posibilidad de llegar a un acuerdo con Vox, por ejemplo, en materia migratoria?

R.- Aliança Catalana no apoyará ninguna investidura que no sea de catalanes. No validaremos ningún proyecto españolista. En determinadas votaciones, es probable que acabemos votando lo mismo. Aliança Catalana se mantiene firme en aquellas propuestas que considera que benefician al ciudadano, independientemente de quien las proponga. Somos servidores públicos al servicio del ciudadano y evidentemente no miramos qué siglas presenta una propuesta, sino si esa propuesta es válida y resuelve las problemáticas de los ciudadanos.

P.- ¿Cree que hay votantes de Vox que esta vez puedan votar a Aliança Catalana?

R.- Robaremos votos absolutamente a todas las formaciones políticas. Los problemas que enumeramos afectan al conjunto de la ciudadanía y existe una transversalidad en este sentido. Afectan a la vida cotidiana de absolutamente todo el mundo. Hay muchos votantes que quizás dieron su confianza a Vox porque no había otra opción, que viven en Cataluña, que quizás no son independentistas, pero que, evidentemente, pagan impuestos aquí, quieren seguridad en las calles de aquí y que, por tanto, confiarán en una formación que defiende a los ciudadanos de aquí, no a los ciudadanos del estado español.

P.- Usted ha hablado en alguna ocasión de una etnia catalana diferenciada de la española. ¿Hay una raza catalana?

R.- El término etnia, definido por el diccionario de lengua catalana, es simplemente un grupo de personas que comparte una lengua y un pasado cultural. Yo creo que los castellanos son una etnia, los catalanes son una etnia, los franceses son una etnia… cualquier nacionalidad es una etnia. Esto no significa que tenga connotaciones genéticas ni de otro tipo, sino simplemente un hecho cultural y un hecho lingüístico. No hay mejores ni peores, simplemente, singularidad y diferenciación del resto de nacionalidades del mundo.

«La Administración debe fiscalizar a quien quiere empadronarse y evitar empadronamientos fraudulentos», asegura Sílvia Orriols

P.- Usted, desde que es alcaldesa, ha cambiado la fórmula del empadronamiento de los nuevos vecinos. ¿Cree que esto debería ser la tónica en todos los municipios catalanes? ¿Somos muy laxos en España a la hora de empadronar?

R.- Totalmente. La Administración, lo que debe hacer es proteger los intereses y los derechos de los ciudadanos. Debe fiscalizar a quien quiere empadronarse y garantizar que realmente los datos son reales para que no haya empadronamientos fraudulentos de personas que vienen aquí con clara vocación de hacer uso de nuestros servicios sociales sin contribuir a la sociedad. En Ripoll, hemos conseguido, al fiscalizar el padrón, desestimar un montón de empadronamientos que realmente no se correspondían con la realidad. Eran fraudulentos para obtener tarjetas sanitarias y para obtener todo tipo de subsidios y ayudas públicas.

P.- Y ¿qué ocurre con estas personas?

R.- Se desestiman sus empadronamientos. Supongo que después lo intentan en otros pueblos con un Gobierno de otro color político, pero nosotros, de momento, ya impedimos un empadronamiento fraudulento en nuestro municipio.

P.- Y ¿este fraude pasa mucho?

R.- Mucho. Hemos visto reducir las solicitudes de empadronamiento a ciertos colectivos porque suponemos que se han dado cuenta de que aquí ya no salía gratis ese fraude.

P.- ¿Supone un gasto muy importante ese supuesto fraude?

R.- Cada empadronamiento fraudulento y cada acceso a los servicios sociales y a los servicios sanitarios supone un gasto increíble para los contribuyentes catalanes. La administración debería proteger los intereses y los impuestos de los ciudadanos de este tipo de fraudes. Esta fiscalización debería ser obligatoria.

«Las instituciones catalanas deberían estar en manos de gobiernos que defiendan al ciudadano», destaca Sílvia Orriols

P.- Hay quién dice, como Ada Colau, que se debe abrir la puerta a que vengan los refugiados. ¿Esto es un problema?

R.- Sí, sí, totalmente. Lo que debemos conseguir en Cataluña es que cambie este Gobierno y que haya uno que realmente vele por defender los derechos e intereses de los ciudadanos, frenando el efecto llamada incesante que se está creando a base de subsidiar a toda esta gente sin exigirles ningúna obligación. Es inasumible. Lo único que provocará es derribar el Estado del Bienestar, empobrecerá los servicios públicos y, de rebote, nos veremos perjudicados todos. Las instituciones catalanas deberían estar en manos de gobiernos que defiendan al ciudadano en vez de hacer este tipo de efecto llamada hacia la población inmigrante que, además, profesa muchas veces actitudes y valores antioccidentales.

P.- Con los reincidentes, ¿cómo se debe actuar?

R.- Si son inmigrantes, evidentemente, para su casa. Sólo faltaría que tengamos que acogerlos, que tengamos que sufrir sus actos delictivos y que, aparte de la multirreincidencia, cuando se les pilla y, finalmente, se les encarcela, estén como en hoteles de 5 estrellas a expensas del contribuyente catalán. Esto es totalmente inaudito e inaceptable. Deben ser inmediatamente deportados. Y todos los inmigrantes que entran de forma irregular, que son cientos o miles, deben ser inmediatamente repatriados para evitar ese efecto llamada. Es que esto será infernal, al final.

P.- Hablaba de hoteles de 5 estrellas como en los que han alojado a algunos de estos inmigrantes ilegales que han llegado a España.  ¿Se entiende eso?

R.- Me parece vergonzoso. Cuando hay catalanes que nunca se han podido permitir ir un fin de semana a un hotel, que la administración esté subvencionando a toda esa inmigración que ha cometido un delito, porque ha entrado irregularmente en nuestro país, y, además, se les pongan en hoteles de 5 estrellas a nuestra costa.

«En Europa ya estaría cerrada la mezquita y la asociación debería ser claramente ilegalizada», asevera Sílvia Orriols

P.- Aquí en Ripoll vivían los responsables del atentado de Las Ramblas. ¿Se han cerrado las heridas de lo ocurrido?

R.- Creo que el impacto inicial no ha desaparecido, que, evidentemente, ha generado desconfianzas e incertidumbres que difícilmente se resolverán en esta generación. Aparte, no contribuye el hecho de que se haya permitido a esta asociación islámica que permitió estos llamamientos radicales, conseguir una licencia de apertura para abrir una mezquita aún más grande. Yo creo que la población lo que ve es que no sólo no tienen un castigo el terrorismo y el fundamentalismo, sino que se les premia, otorgándoles todo tipo de privilegios y concesiones. Por tanto, hay una herida abierta y un recelo hacia este comportamiento de la Administración que permite todo esto. Es la Administración quien les ha permitido abrir esta nueva mezquita en vez de ilegalizar la asociación islámica, cerrar la mezquita y echar a los representantes que permitieron esa radicalización. Se les ha premiado con una macromezquita donde pueden seguir haciendo sus prédicas sin ningún tipo de control. Esto es inaudito. En Europa ya estaría cerrada esta mezquita y esa asociación debería ser claramente ilegalizada.

Sílvia Orriols habla de islamoizquierdismo: conciliar extrema izquierda e islamismo

P.- ¿Le da la sensación de que se han manifestado más contra usted que contra Vox?

R.- Totalmente. Las manifestaciones que hemos sufrido aquí no son sólo por parte de extremistas de izquierda, sino también por parte de asociaciones islámicas que se manifiestan conjuntamente. Éste es un modelo que también se repite en toda Europa. Esta conciliación entre la extrema izquierda y el islamismo, es el islamoizquierdismo, como le llaman en Francia. Hemos sufrido varias de estas manifestaciones en Ripoll, donde nunca pasa nada, y evidentemente, se está focalizando todo ese odio contra aquellos que intentamos impedir de algún modo el avance islamista en Europa. Supongo que se atreven más con nosotros que con Vox porque nuestra estructura de partido también es más pequeña. Es inaudito que no nos permitan pensar diferente y que ataquen así el librepensamiento, incluso con agresiones físicas y acosos personales, es realmente inaceptable.

P.- ¿Está generando miedo esto entre los afiliados de Aliança catalana?

R.- Yo creo que ha generado precisamente lo contrario. Hay muchas personas que dicen: «Pues ahora yo también voy». Nos hemos encontrado haciendo tenderetes después de cada una de estas agresiones, a los que se ha acercado mucha gente a apoyarnos y decirnos que ya no les importa que se les vincule o se les vea con nosotros, porque, de algún modo, ven quién es el totalitario, quién es el autoritario y quién es el fundamentalista.

«Los pactos con España no funcionan, lo hemos visto en los últimos 400 años», dice Sílvia Orriols

P.- Usted dice que debe restituirse el Estado catalán. ¿Cómo se debe hacer: levantando la DUI, volviendo a hacer un referéndum, o pactando con el Gobierno de Pedro Sánchez, ahora que parece estar dispuesto a llegar a acuerdos?

R.- Los pactos con España no funcionan, lo hemos visto en los últimos 400 años. Todo lo que nos prometen o dicen que harán, no se acaba ejecutando. Son siempre falsas promesas. Por tanto, no debe haber  pacto con el estado español. Tampoco hay que realizar ningún otro referéndum, ya hemos ganado uno. Simplemente, debe aplicarse, y si hay una legitimidad en las urnas en forma de una mayoría independentista que en el programa electoral llevaba la unilateralidad, estaremos plenamente legitimados por el pueblo de Cataluña a hacer esta proclamación unilateral de independencia y, por tanto, a restituir nuestro estado.

P.- ¿Aunque vuelva a suponer prisión?

R.- Es que no tiene por qué suponer prisión. Una vez implantada la nueva legalidad catalana y dejar sin efectividad a la antigua legalidad española, quien tomará el control del país, quien tomará el control de los tribunales y de todo ello será el estado catalán. Por tanto, no debe haber prisión absolutamente por nadie.

P. ¿Con reconocimiento internacional? Porque se dijo que el mundo miraba a Cataluña y realmente no miraba tanto…

R.- Bien, el mundo lo que vio fue una independencia efímera de ocho segundos y ningún compromiso por parte de los dirigentes políticos de mantenerse firmes en la proclamación unilateral que pudieran apoyar una proclamación tan débil. Por tanto, cuando se haga bien, con convicción y con determinación, nosotros consideramos que habrá más de un país que reconocerá Cataluña. Y, a medida que lo vayan reconociendo, irán haciéndolo todos, porque no tienen otra salida.

P.- ¿Uno de esos países, por ejemplo, podría ser Israel, viendo ahora cómo está actuando el Gobierno de Pedro Sánchez apoyando el reconocimiento internacional de Palestina?

R.- Israel es un país democrático y sensato, y podría ser perfectamente uno de los estados que reconocieran el futuro estado catalán.

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