Seguridad Nacional alerta de que si no hay mando único y estado de alarma se agravará la crisis del Covid-19

Seguridad Nacional ha alertado al presidente del Gobierno del peligro de una gestión del coronavirus con un sistema sanitario, educativo y en materia de control de Interior fraccionado. La oficina, con despacho contiguo a Pedro Sánchez en La Moncloa, añade que esa división plena de competencias se ha traducido en una pérdida de eficacia en la gestión de la enfermedad y que, en el futuro, deberá pensarse el diseño para garantizar un mínimo de coordinación centralizada que evite situaciones como las vividas en las últimas semanas.

Seguridad Nacional ha alertado igualmente de la llegada de un aumento de la criminalidad provocado por la situación de necesidad en la que se sumerge España y por el impacto de la crisis del coronavirus.

El informe avala, por lo tanto, la necesidad de mantener, al menos por un tiempo, un esquema con ciertas capacidades en Sanidad, Educación e Interior controladas de manera centralizada.

La conclusión no pretende entrar en ningún debate político, sino simplemente  constatar la evidencia de que el mando único sanitario decretado por el Gobierno ha provocado un corte de gestión por parte de las autonomías que se ha notado en la gestión de la lucha contra el virus.

España cuenta con un esquema plenamente descentralizado en materia sanitaria. Con un Ministerio de Sanidad sin capacidad, ni conocimientos para abordar compras y gestiones masivas, la asunción de una gestión unificada provocó un colapso en las órdenes de compra de material instadas desde las autonomías y se convirtió en el principal catalizador del colapso sufrido en materia de test, mascarillas, gel, guantes, batas, etc.

La Constitución Española, además, en su artículo 149 recoge la competencia exclusiva del Estado en materia de sanidad exterior. Y una pandemia, por definición, es sanidad exterior. Pero la realidad volvió a demostrar las debilidades del sistema español: porque un ministerio vacío pretendió asumir las competencias de golpe de todas las autonomías en materia de gestión sanitaria. El resultado es descriptible y forma parte ya de la historia reciente de España.

En materia de Interior, los roces han surgido de forma similar. Comunidades Autónomas nacionalistas han generado problemas y atrasado medidas como la implantación de los hospitales de campaña militares por el simple hecho de reivindicar su competencia en materia de orden público y por su deseo de mostrar músculo separatista.

El resultado, de nuevo, ha provocado problemas en la gestión de una competencia extraordinaria y de urgencia. Sánchez deberá gestionar ahora las recomendaciones de Seguridad Nacional teniendo en cuenta que ni uno sólo de sus socios quiere oír hablar de esa realidad mezclada con una segunda evidencia: que el coronavirus no se irá como llegó. Y que ningún científico descarta nuevas campañas de ataque del virus.