Crisis del coronavirus

Sanidad sostiene que «una parte importante» de los 51.000 sanitarios se infectaron «en su casa»

Coronavirus: última hora en directo del Covid-19 y la desescalada

Sanidad
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, antes de una comparecencia en una comisión del Congreso de los Diputados.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El informe técnico del Ministerio de Sanidad sobre el coronavirus recoge un apartado específico dedicado a la transmisión entre el personal sanitario, un colectivo que se ha visto seriamente comprometido por la pandemia. Los infectados superan ya los 51.000, y aunque las críticas a la falta de equipos de protección han sido una constante a lo largo de la crisis, Sanidad alega «diferentes factores» para el contagio. Incluso, que parte de esas infecciones se hayan contraído fuera del hospital, en sus propios domicilios o en el ámbito comunitario.

El departamento de Salvador Illa insiste desde hace semanas en este argumento. Pero el número de contagios entre sanitarios no ha dejado de crecer, hasta el punto de que la mayor parte de los nuevos infectados actuales proceden del colectivo.

Sanidad busca así argumentos para defenderse de las querellas por su gestión de la pandemia. La exposición de los sanitarios al contagio ha sido muy superior a la del resto de ciudadanos. Pero también ha influido la escasez o deficiente calidad de los equipos de protección, en muchas ocasiones inexistentes, y la falta de test diagnósticos, que provocó que muchos profesionales siguiesen trabajando por no tener síntomas. Sanidad llegó además a ordenar la incorporación de los contagiados tras varios días sin sintomatología.

En el informe, el departamento de Salvador Illa atribuye a los propios sanitarios su responsabilidad en el contagio, al resolver que «en la fase inicial de conocimiento de la enfermedad, aunque la transmisión comunitaria era inexistente o muy baja, el desconocimiento de la transmisión de la infección a partir de casos asintomáticos pudo generar casos entre sanitarios indebidamente protegidos».

Sin hacer autocrítica, sólo acepta después que «esta transmisión por escasa protección pudo ocurrir posteriormente por el grave problema mundial de desabastecimiento de equipos», descargando así la responsabilidad en el colapso del mercado.

En casa

Asimismo, considera también que «en un escenario de transmisión comunitaria sostenida, aún con medios suficientes para protegerse en el entorno laboral, los sanitarios también podrían haber contraído la infección en la comunidad o en el centro sanitario en zonas donde no utilizaban equipos de protección».

En este contexto, Sanidad se remite a un estudio realizado en el mes de marzo en un hospital de Madrid -cuando los contagios entre sanitarios no estaban tan disparados como en los momentos posteriores de la pandemia- que concluye que «la proporción de infección de los sanitarios en contacto con pacientes de Covid-19 fueron similares a los que no tenían contacto».

Según este estudio seleccionado por el Ministerio, tras clasificar a los trabajadores en función de su riesgo de exposición -alto, medio y bajo- en la comparación de la proporción de infectados por áreas de riesgo «no se observaron diferencias».

«Estos resultados apoyan el que también entre los trabajadores de un hospital, el peso de la transmisión intrafamiliar y comunitaria, además de la intrahospitalaria, pudiera ser importante», destaca el Ministerio, en un intento por rebatir su responsabilidad por no dotar a los profesionales de equipos de protección suficientes y adecuados.

También se remite a otro estudio realizado en un hospital de Barcelona para señalar que «si bien el colectivo sanitario es más vulnerable por su mayor exposición, el curso clínico de la enfermedad en este grupo con cifras de hospitalización, de ingreso en UCI  y letalidad corresponderían a lo esperable para el conjunto de la población de la misma estructura de edad».

La Justicia acumula ya numerosas querellas contra el Gobierno, y en concreto contra el Ministerio de Sanidad, procedentes tanto de partidos como de sindicatos y organizaciones del sector sanitario. Piden que el ministro, Salvador Illa, responsa por la falta de material de protección y también por la compra de mascarillas defectuosas. El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) anunció hace unas semanas que se personará como acusación particular en los casos de infecciones por el uso de estas mascarillas, que luego fueron retiradas.

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