Crisis del coronavirus

Sanidad apunta a un año entero con mascarilla: contrata su fabricación al menos hasta enero de 2022

El ministerio de Illa formaliza con fecha de 7 de enero el suministro de mascarillas por doce meses prorrogables

Pedro Sánchez rechazó utilizar al Ejército para acelerar la campaña de vacunación contra el Covid-19

mascarilla
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una sesión de fotos sin mascarilla el pasado 2 de enero en Barcelona.
Segundo Sanz

El Gobierno de Pedro Sánchez apunta a un uso de la mascarilla a lo largo de todo 2021. Así se desprende de la letra pequeña de la contratación de la conocida como «reserva estratégica» que el Ejecutivo socialcomunista acaba de formalizar. De este modo, según la documentación oficial consultada por OKDIARIO y obrante en la Plataforma de Contratación del Estado, el Ministerio de Sanidad, a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), ha formalizado con fecha de 7 de enero el suministro de mascarillas por un periodo de doce meses, esto es, hasta enero de 2022 y con posibilidad de prórroga de otro año más, llegando así a 2023.

«El plazo de duración es de un año desde la fecha de su formalización y podrá prorrogarse, expresamente y antes de su vencimiento, por un plazo máximo de doce meses, siempre que se mantengan las circunstancias de emergencia que motivan la contratación», reza en los acuerdos firmados por el Ministerio con distintas empresas.

Esta contratación de emergencia incluye batas quirúrgicas desechables;  guantes de nitrilo; gafas de protección; mascarillas quirúrgicas tipo II y II R; mascarillas de protección (con eficacia de filtración equivalente a ffp2 y ffp3); test molecular Covid-19 y kits de extracción. El importe total de esta ‘megacompra’ asciende a 2.131 millones de euros, sin impuestos. La contratación de las batas quirúrgicas, los test y los kits de extracción fue formalizada el pasado 23 de diciembre. El resto, este jueves 7 de enero.

Por ejemplo, el lote de mascarillas quirúrgicas tipo II y tipo II R ha recaído en un total de 30 empresas. Entre ellas se encuentran Acuña y Fombona; Alliance Healthcare España; Amevisa, SA; Celulosas Vascas SL; Cooperativa Farmacéutica Leonesa; Delta-Sport Handelskontor GmbH; Diseño y Aplicaciones del No Tejido SL; DPP Internacional; Gamma Solutions SL; on la polaca Hangsen Spóka.

Asimismo, completan la lista, Iberhospitex SA; Iturri SA; Kaelis on Board Services, SL; Krape SA; Linear Chemicals SLU; Mape Asesores;  MBA Incorporado SL; Medline International Iberia, Nacil Medica 4 Group; Oiarso S. Coop; Palex Medical SA; Prim S.A; Prolimax Higiene Industrial; Sibucu 360 SL; Smartmatic International Holding B.V; Suministros Hospitalarios SA; Textil Planas Oliveras; Wolfratex SL; Wottoline SA y YQT Health Care BV.

«No desaparecerá de golpe»

Entretanto, los portavoces del Gobierno han ido variando su pronóstico sobre el uso de la mascarilla. El pasado 10 diciembre, en una entrevista en la cadena Ser, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, apuntó a la posibilidad de que el final de la pandemia de coronavirus tal vez no suponga prescindir de la mascarilla: «No desaparecerá de golpe», afirmó.

Así, comentó que difícilmente desaparecerá su uso en ciertos entornos: «Cuando vayas a un centro médico, por ejemplo, o sitios donde haya más prevalencia o probabilidad de contagio, igual tenemos que llevar para siempre mascarilla y no nos parecerá raro. Ni incluso a los niños, que la están llevando y se están acostumbrando», declaró. Junto a ello, reconoció la concienciación de los españoles.

Sin embargo, apenas ocho días después, el 18 de diciembre, cambió de criterio y vaticinó que no será necesario llevar mascarilla todos los meses de 2021, si bien llamó a los ciudadanos a ser «prudentes», en declaraciones a Catalunya Radio. Algo que choca con sus declaraciones anteriores y con la cantidad de contratos cerrados por el Gobierno con empresas del sector para el suministro de mascarillas al menos hasta 2022.

Cazado sin mascarilla

Lejos de predicar con el ejemplo, el pasado 2 de enero, Salvador Illa fue cazado sin mascarilla en la estación de Sants (Barcelona) mientras posaba como candidato del PSC para una entrevista de precampaña con La Varguardia de cara las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero. OKDIARIO reprodujo en exclusiva una secuencia de fotografías del ministro sin mascarilla en dicho espacio público, pese a que la normativa de la Generalitat establece desde el 9 de julio el uso obligatorio de la misma en tales lugares incluso cuando se guarde la distancia mínima de seguridad.

El diario La Vanguardia llegó a emitir una nota el domingo reconociendo la autoría de la sesión fotográfica realizada la víspera por Pedro Madueño. El comunicado decía que el ministro Illa «sólo se avino a quitársela (la mascarilla) durante un instante, de pie en el andén, junto a la cabecera de un tren estacionado, que es el momento que recoge la instantánea difundida, donde no había gente alrededor y se encontraba a suficiente distancia del fotógrafo, para que este tomara alguna instantánea en la que se le viera la cara. Pero enseguida volvió a colocarse la mascarilla. Es más, el ministro insistió en todo momento en que debía llevarla no sólo por convencimiento, sino también como ejemplo en razón de su cargo», añadió el periódico catalán.

En dicha entrevista, el ministro de Sanidad declinó dejar el cargo en estas semanas para centrarse en su candidatura a la Generalitat y aseguró que su intención es seguir en el Gobierno hasta 15 días de la cita con las urnas, cuando arranque la campaña electoral.

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