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Sánchez tiene medio año en paro a los bomberos que vigilan su finca de descanso en Quintos de Mora

sánchez quintos de mora
El Gobierno de PSOE y Podemos en Quintos de Mora (Foto: EP)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene en Quintos de Mora (Toledo) una de sus fincas de recreo donde acude con asiduidad para descansar o celebrar reuniones con su equipo. De hecho, el gasto que Sánchez ha destinado a mantener esta propiedad desde que llegó a La Moncloa no ha parado de crecer. Sin embargo, mantiene en unas precarias condiciones de trabajo a parte de los trabajadores que se dedican a mantener la propiedad. Se trata de los bomberos que realizan trabajos de vigilancia y prevención de incendios, a los que manda al paro cada seis meses.

Así, el mismo Gobierno que presume de trabajar por la estabilidad laboral y que este verano, tras los incendios que se extendieron por toda España, cargó contra las comunidades autónomas y les pidió que mantuvieran activos los retenes contra incendios durante todo el año, no se aplica lo que exige a empresarios y otras administraciones. Y es que, Sánchez tiene a los retenes de incendios de los Parques Nacionales de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel y de Quintos de Mora, dependientes del Estado, en situación de fijos discontinuos. Esto es, los mantiene dados de alta durante los seis meses que dura la campaña antiincendios, pero los manda a la calle cuando finaliza.

Esto hará que el próximo 1 de diciembre se queden sin trabajo los en torno a 80 bomberos forestales que conforman las brigadas contra el fuego y que el Ejecutivo socialcomunista tiene contratados a través de la empresa pública Tragsa para hacerse cargo de estos espacios naturales en Castilla-La Mancha. Entre ellos está también la decena de agentes de los dos retenes que protegen a Sánchez del fuego cuando se retira a Quintos de Mora con sus ministros o a descansar en visitas privadas.

Esta situación de precariedad que padecen estos profesionales es aún más flagrante debido a que, según ellos mismos denuncian, «es de las peores» en las que se encuentran los bomberos forestales de España. Y ello ocurre porque los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha, incluida la finca del Estado Quintos de Mora, son los únicos cuya gestión no está cedida a las comunidades autónomas. Y por ello las brigadas que se encargan de vigilarla están contratadas a través de Tragsa, no gozando de la protección que brinda el convenio laboral de trabajadores contra los incendios al resto de bomberos.

Familias

Por este motivo, el casi centenar de familias que depende de estos empleos se ven anualmente abocadas a una situación económica muy complicada. Así lo explican miembros de estos retenes a OKDIARIO, denunciando que con estas condiciones laborales «no hay familia que se mantenga». En la misma línea se quejan de que «el Gobierno que tanto presume de luchar contra la despoblación, no nos deja ganarnos el sueldo». Y es que estos bomberos forestales son vecinos de zonas rurales con baja densidad de población y oportunidades de empleo.

Asimismo exponen que cuando finaliza su contrato de seis meses ni siquiera pueden cobrar el paro y deben dedicarse a labores de pastoreo o agrícolas el resto del año. Solo pueden percibir la prestación por desempleo una vez cada dos años. Por lo que, trasladan los bomberos, muchos de quienes forman parte de los retenes del Gobierno de Sánchez, deciden dejarlos ante esta inestabilidad laboral.

Esta misma semana, el Consejo de Ministros aprobó dos anteproyectos de ley para, según alardeó la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, «apuntalar el compromiso del Gobierno en la prevención y la lucha contra los incendios forestales y en la protección de quienes nos protegen frente a ellos». Sin embargo, tal y como manifiestan los agentes de las brigadas de Tragsa en Castilla-La Mancha, es decir, las que vigilan, conservar y protegen la finca de asueto de Sánchez y sus ministros, ellos quedarán fuera de esa protección y seguirán enfrentándose al despido por parte del Gobierno todos los años.

En tromba

Este mismo verano el Ejecutivo socialcomunista salió en tromba contra gobiernos regionales como el de Castilla y León tras los incendios que arrasaron Zamora y exigió a las comunidades autónomas mantener activos «durante todo el año, no solamente tres meses en verano» los equipos de prevención contra el fuego. Algo que, sin embargo, Ribera no pone en práctica cuando la decisión depende de ella misma, tal y como deja claro la situación de los bomberos forestales de Cabañeros, Las Tablas de Daimiel y Quintos de Mora.

No deja de ser digno de mención el hecho de que Sánchez, al tiempo que no mejora las condiciones laborales de quienes protegen de las llamas el entorno natural de Quintos de Mora, no pare de realizar gastos para mejorar una finca del Estado en la que suele pasar vacaciones de Navidad, puentes o fines de semana y en la que le gusta recibir a mandatarios internacionales. El último fue al que recibió en esta propiedad fue el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el pasado mes de mayo. Así, en 2021 destinó 1,5 millones de euros para restaurar la flora autóctona de este paraje natural de la localidad de Los Yébenes (Toledo) y el año anterior fueron 242.000 euros para reforzar la seguridad de la finca.

La residencia de Quintos de Mora se encuentra dentro de una finca rústica de 6.864 hectáreas del mismo nombre y cuenta una vivienda con todas las comodidades distribuidas en varios dormitorios, salones, piscina y zona de servicio. Allí celebró Sánchez uno de los primeros encuentros informales del Consejo de Ministros tras el pacto con Podemos para formar el Gobierno de coalición. Por la misma han pasado a lo largo de los años mandatarios internacionales como George W. Bush, Lula da Silva, Jacques Chirac y Tony Blair, que fueron recibidos por Jose María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

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