Sánchez pasa el Puente de Mayo en Quintos de Mora rodeado de trofeos de caza tras plantear prohibirla
Las cabezas de venado predominan tanto en las estancias privadas como en las zonas comunes de la finca Quintos de Mora, en la que descansa estos días el jefe del Ejecutivo socialista, Pedro Sánchez, junto a su familia.
El jefe del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha elegido la residencia oficial de Quintos de Mora (Toledo) para descansar junto a su familia en el Puente de Mayo tras las elecciones generales del 28-A y antes de iniciar el lunes una ronda de contactos con los principales líderes políticos —salvo Santiago Abascal, de Vox— en el Palacio de la Moncloa.
El lugar elegido por Sánchez para pasar estos días de asueto ha sido la finca de Patrimonio Forestal en Los Yébenes donde el presidente socialista ya reunió a sus ministros el pasado agosto. Así, en menos de un año Sánchez ha acudido ya dos veces este recinto rural, cuya concepción es un homenaje a las actividades cinegéticas. Y ello, pese a que su ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha mostrado partidaria de prohibir la caza.
Según imágenes del interior de Quintos de Mora, a las que ha tenido acceso en exclusiva OKDIARIO, los trofeos de caza predominan tanto en las estancias privadas como en las zonas comunes de la finca en la que descansa estos días el jefe del Ejecutivo socialista. Por ejemplo, el patio que separa la vivienda antigua de la nueva, en la que se hospedan Sánchez y su esposa, Begoña López, luce hasta once cabezas de venado a modo de trofeos.
El complejo cuenta también con una amplia piscina y un helipuerto. De hecho, el propio Sánchez aterrizó aquí a bordo de un helicóptero Super Puma del Escuadrón 402 de la Fuerza Aérea Española cuando congregó aquí a su Gobierno el pasado verano.
Este espacio pertenece a Patrimonio Forestal del Estado desde 1942 y está gestionado por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, adscrito al Ministerio de Transición Ecológica que dirige Ribera. Si bien Felipe González acometió la primera reforma y habilitó la hoy vivienda antigua, quien popularizó esta residencia fue José María Aznar, convirtiéndola en una especie de Camp David a la española para recibir allí a mandatarios extranjeros como al entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, al ex primer ministro británico Tony Blair o al ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, entre otros.
Bermejo y Garzón
En la época de Zapatero, uno de sus ministros de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, practicó la caza —pese a estar permitida sólo la selectiva para garantizar el equilibrio cinegético y ecológico— en este paraje de 1.100 hectáreas donde habitan hasta 374 especies animales, como ciervos, jabalíes y corzos y dos especies catalogadas en peligro de extinción, el águila imperial ibérica y la cigüeña negra.
También fue en esta finca toledana donde Felipe González se entrevistó con el ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, otro aficionado a la caza, para llevarlo en sus listas en 1993. Aquella comida la organizó el entonces presidente de Castilla-La Mancha, José Bono.
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestó el pasado diciembre que «efectivamente» si de ella dependiera «prohibiría» las corridas de toros y la caza. «Siempre me ha resultado muy llamativo que haya gente que disfrute de ver morir o ver sufrir animales. La verdad, no lo entiendo», señaló en declaraciones a Onda Cero.
Estas afirmaciones de Rivera provocaron una sonada polémica y fueron criticadas incluso por dirigentes socialistas. La polvareda fue tal que Sánchez instó a su gabinete a aparcar esta cuestión hasta que pase este ciclo electoral.