Sánchez ya planea cambiar el Falcon por un Gulfstream o un Bombardier, que cuestan 50 millones
La flota Falcon de Pedro Sánchez está "plenamente operativa", pero Moncloa deberá decidir en esta legislatura si dar luz verde a un 'Plan Renove' para comprar algunas unidades de jets más modernos, cómodos y de mayor autonomía que le permitirían llegar a Latinoamérica sin repostar.
La flota de aviones de transporte Falcon que utiliza el presidente electo Sánchez se van haciendo viejos. Ya en tiempos de Rajoy, el Gobierno estudió la posibilidad de sustituirlos por jets más modernos, cómodos, y sobre todo de mayor alcance. Pero los planes quedaron olvidados en un cajón. En el Ejército del Aire no descartan ahora recuperar el ‘Plan Renove’ para esta legislatura. Entre los modelos candidatos, dos Gulfstream y un Bombardier, que tienen precios superiores a los 50 millones de euros.
Según aseguran a OKDIARIO fuentes militares conocedoras de estos planes, el Ministerio de Defensa tiene sobre la mesa desde hace tiempo un plan para renovar la flota de aeronaves para el transporte a corto-medio alcance de personalidades del Estado. Es decir, la flota de cinco Dassault Falcon 900B que tiene el 45 Grupo de las Fuerzas Aéreas y que cuyo uso por parte del presidente Sánchez ha suscitado varias polémicas.
Los planes no son nuevos, pero hasta el momento no se han ejecutado. Mariano Rajoy ya los valoró hace años a propuesta del propio Ejército del Aire, pero finalmente no tomó ninguna decisión al respecto. Ahora, explican las fuentes consultadas, este ‘Plan Renove’ para los Falcon podría dar un vuelco en esta próxima legislatura. La decisión depende de Sánchez.
Tres candidatos
Son tres los modelos señalados: Gulfstream G550, Gulfstream G650 y Bombardier 6000 Global Express. Aparatos de los tres modelos han sido analizados en los últimos años en España, en visitas comerciales promocionadas por los fabricantes.
En el caso de los dos Gulfstream, en verano de 2015 ambos modelos visitaron la base aérea de Getafe para que mandos del 45 Grupo de las Fuerzas Armadas pudiesen conocer de cerca las aeronaves de cara a un futuro reemplazo.
En lo referente al Bombardier 6000 Global, explican estas fuentes, la demostración se realizó ante personal del 47 Grupo Mixto de Fuerzas Aéreas. Una unidad dedicada a misiones de vigilancia, reconocimiento, teledetección y guerra electrónica. Pese a que se estudió al Bombardier como avión de guerra electrónica, el modelo fue analizado también como posible recambio para los Falcon.
El jet de Botín
Este último jet privado es del mismo modelo que el que adquirió hace unos años el Banco Santander para los viajes de negocios de sus directivos. Está gestionado y operado por Gestair, la misma compañía de vuelos privados que el PSOE contrata para los vuelos de Sánchez para actos de partido. OKDIARIO ya contó que al presidente se le escucharon quejas por el reducido tamaño de los Cessna 560, que con 1,4 metros de altura resultan incómodos para los 190 centímetros de estatura del presidente.
El coste unitario, que debería cubrir el Estado a través del Ministerio de Presidencia o del de Defensa, dependería de la negociación con los fabricantes y de las especificaciones concretas del modelo. Además, habría que instalar todo un complejo sistema de contramedidas electrónicas que también encarecerían el precio. El coste base para un aparato de estas características en el mercado civil asciende a 50 millones de euros.
Los Falcon, «operativos»
Pilotos y mecánicos militares con amplia experiencia en las Fuerzas Armadas explican que la flota del Falcon “está envejecida” pero aun así “conserva la plena operatividad”, ya que los aparatos han sido sometidos a procesos de actualización y modernización de diverso calado. Sin embargo, no dejan de ser aeronaves con tres décadas de servicio a sus espaldas.
Fue en abril de 1988 cuando, tras decisión del entonces presidente Felipe González, España recibió sus primeras aeronaves Falcon 900B para el transporte de VIPs del Estado. Van equipados con un sistema de contramedidas para posibles ataques, como las tres intentonas de ETA de derribar el Falcon de Aznar en 2001 con misiles rusos Strela Sam-7.
A Latinoamerica
El mayor problema que presentan los Falcon del Ejército del Aire es puramente operativo: Su alcance, poco más de 7.000 kilómetros, imposibilita las conexiones directas de Madrid con Latinoamérica. Viajar a Bogotá, por ejemplo, necesitaría un jet que alcance los 8.000 kilómetros. O 9.000 en el supuesto de Ciudad de México y 10.000 a Buenos Aires. En esos casos, el Ejército del Aire tiene que recurrir a los Airbus A310.
Los tres aparatos que estudia el Ejército del Aire sí cubren sobradamente esas distancias. Están diseñados para volar unos 12.000 kilómetros sin necesidad de repostar, y permitiría por ejemplo viajar a Nueva York y volver sin problemas de combustible. O llegar hasta Pekín.
Además, explican las fuentes consultadas por OKDIARIO, al ser más modernos tienen una mayor eficiencia en el consumo de combustible y están diseñados de forma que un viaje en ellos resulta más cómodo que los Falcon 900B.