Sánchez sin excusas: la UE le pide que use los ingresos del CO2 para bajar el recibo de la luz

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Fotomontaje de Pedro Sánchez.

El Gobierno de Pedro Sánchez cada vez tiene menos excusas para no tomar medidas que rebajen el precio de la luz, que este martes volverá a superar los 100 euros. El último golpe le ha venido de la Comisión Europea, que le pide que utilice los ingresos por los derechos de CO2 (unos 2.300 millones este año) para «mitigar el impacto sobre los consumidores vulnerables». También le recuerda que unas mayores interconexiones con Europa reducirían la tarifa, pero el Ejecutivo ni se plantea desarrollarlas.

En una respuesta a una pregunta del PP a la que ha tenido acceso OKDIARIO, la Comisión admite que la subida del precio de los derechos de CO2 (que deben pagar las centrales de ciclo combinado que funcionan con gas) «repercute en los precios al por mayor de la electricidad en el caso de que sea necesario utilizar combustibles fósiles en la producción de electricidad, pero, lo que es más importante, también genera ingresos que pueden utilizarse para mitigar el impacto sobre los consumidores vulnerables y ayudarles a beneficiarse de la transición».

Diferentes voces han pedido que se utilicen los ingresos de estos derechos, que este año duplicarán a los de 2020 debido a la fuerte subida de su precio, para rebajar el recibo. Sin embargo, ni Sánchez ni la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se han planteado hacerlo, sino que hasta ahora estos ingresos se incluyen en los Presupuestos Generales del Estado para financiar todo tipo de gastos públicos.

Más interconexiones con Europa

El Ejecutivo comunitario también da un toque a Sánchez por uno de los principales problemas de España que más importancia tienen en los altos precios de la luz: la falta de interconexiones con Francia. Esta carencia convierte a España en una «isla energética», como se suele decir, e impide que podamos comprar electricidad barata a las centrales nucleares del país vecino, lo que también ayudaría a reducir el precio. Para hacernos una idea, este martes el MWh costará 78,99 euros en Francia frente a los 102,06 en España.

«El refuerzo del mercado europeo de la energía y la modernización de las infraestructuras energéticas transfronterizas de Europa contribuirán al aumento de la competencia y de las posibilidades de elección de los consumidores, lo que ayudará a mantener los precios bajo control», señala el Ejecutivo comunitario en la citada respuesta.

España tiene muy pocas interconexiones eléctricas a través de los Pirineos y el Gobierno no ha planteado hacer más, a pesar de que podría aprovechar los fondos europeos Next Generation para construirlas. Estas infraestructuras requieren alcanzar acuerdos políticos con el Gobierno francés, que probablemente ahora serían más fáciles con los actuales precios de la energía.

A esta falta de interconexión se suma la escasez de energía nuclear en España (sólo un 21,4% del total en lo que va de año), que impide que actúe como energía de reserva cuando no hay suficiente producción renovable. Este papel lo hacen las centrales térmicas (de carbón) y, sobre todo, las de gas, lo que explica el alto precio actual del recibo porque el precio del gas natural está en niveles muy altos y lo mismo sucede con los derechos del CO2 (de ahí el incremento de la recaudación del Gobierno por ellos). Por supuesto, el Gobierno tampoco se plantea la construcción de nuevas centrales nucleares.

La UE sí deja tomar medidas para bajar la luz

Como informó OKDIARIO, la Comisión Europea también respondió al Gobierno que puede tomar otras medidas para reducir el recibo eléctrico, siempre y cuando no se opongan al derecho comunitario. Aunque lo que le había planteado Ribera era lo único que prohíben las normas europeas: poner un techo al precio mayorista. Curiosamente, ayer la ministra criticó la propuesta de Podemos para reducir la retribución de nuclear e hidroeléctrica por «adolece de un análisis sobre su compatibilidad con la normativa comunitaria».

Esta medida copia una idea del PP para que las energías que no emiten CO2 no se beneficien del precio que marcan las energías más caras y contaminantes, los conocidos «beneficios caídos del cielo». Pero, a diferencia del planteamiento del partido de Pablo Casado, Podemos no imbrica esta menor retribución en el sistema de subasta por el que se fija el precio mayorista ni la extiende a todas las energías renovables.

Entre las cosas que sí puede hacer Sánchez está cambiar el sistema de subastas para introducir varios escalones de precios en función del coste de cada fuente de energía y así reducir el precio que se traslada al consumidor, como contempla el PP. Asimismo, puede eliminar impuestos (en vez de reducirlos de forma temporal, como ha hecho) y los cargos que se incluyen en el recibo y que no tienen nada que ver con el consumo de energía.

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