EL GOBIERNO APROBARÁ LA MEDIDA EL MARTES

Sánchez quita la mascarilla en exteriores con el triple de incidencia que cuando la impuso

Sánchez mascarilla exteriores
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Paula Baena

Por sorpresa, tres días después de aprobar su prórroga, con cerca del triple de incidencia acumulada de Covid que en diciembre y en medio de la tormenta desatada por la polémica aprobación de la reforma laboral, así ha decidido anunciar el Gobierno de Pedro Sánchez el final de las mascarillas en exteriores a partir del próximo jueves 10 de febrero.

Muchos consideran que la medida no es más que una cortina de humo para desviar la atención de la población tras el esperpento vivido este jueves en el Congreso de los Diputados en la votación de la reforma laboral, que finalmente salió adelante por el error de un diputado del PP.

Una teoría que cobra fuerza al tener en cuenta que, cuando el Ministerio de Sanidad decidió imponer la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores el pasado 22 de diciembre la incidencia acumulada a 14 días en España se situaba en 911,31 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que ahora está en 2.420,63 casos, cerca del triple.

Un extremo que pone de manifiesto, por un lado, la inutilidad de la medida que no ha servido para reducir la incidencia de Covid en España durante su más de mes y medio de vigencia y, por el otro, que el Ejecutivo la impuso sin tener en cuenta criterios epidemiológicos. Cuando hay menos incidencia la impone, cuando hay muchísima más, la quita.

Otra de las circunstancias que refuerza la hipótesis de que este anuncio es una cortina de humo es que hace apenas tres días el Gobierno aprobaba la prórroga del uso de mascarillas en exteriores en el Congreso de los Diputados.

Una votación que, además, también fue polémica porque el Gobierno metió en el mismo decreto-ley esa prórroga y la revalorización de las pensiones con el IPC de 2021 a pesar de ser asuntos que no tienen ningún tipo de relación, algo que le afeó toda la oposición al considerarlo un «chantaje» e incluso criticó el único grupo que votó a favor, el PNV.

«Se trata de una medida estrictamente temporal, durante el tiempo necesario hasta que los indicadores de riesgo epidemiológico alcancen niveles adecuados, según lo establezca el Consejo Interterritorial de Sanidad», defendió el martes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, desde la tribuna de oradores del Congreso.

Y tan «estrictamente temporal» que, apenas tres días después y con 1,1 millones de casos diagnosticados en los últimos 14 días -mientras que el 22 de diciembre se habían diagnosticado en las 2 semanas previas 432.432 casos-, han decidido levantarla.

A pesar de estos datos, este mismo viernes Darias ha asegurado que «la mascarilla ha cumplido el papel que teníamos claro que tenía que cumplir». ¿Casualidad que haya sido horas después del escándalo de la votación de la reforma laboral?

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