Crisis en el PP

Sánchez pide a los suyos «ayudar a Casado porque Feijóo es un rival más duro»

Pedro Sánchez Pablo Casado.
Pedro Sánchez y Pablo Casado.
Joan Guirado

Es tal vez el apoyo más inesperado cuando solo deja de recibir espaldarazos. Y posiblemente el que menos beneficie a Pablo Casado. Pero el presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha salido en su defensa para pedir a los suyos que le «ayuden». No porque ahora el jefe del Ejecutivo se haya vuelto casadista, con quien nunca han tenido una buena relación, es básicamente porque saben que su salida y su sustitución por un perfil como Alberto Núñez Feijóo es malo para sus intereses electorales. En Moncloa y en Ferraz lo admiten públicamente: «Feijóo es un rival más duro en las urnas».

Sánchez, que hasta ahora había mantenido silencio en la crisis de las populares, primero para que «se desangrasen internamente» y posteriormente por el temor a que la desintegración del PP aúpe más a VOX, quiere que los suyos muevan ficha ahora para ayudar a Casado. Desde el PSOE le defienden en la pugna con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de ahí que los socialistas hayan acudido ante la Fiscalía con todo lo que tenían a su disposición para que el ministerio público investigue el posible delito en la comisión de su hermano. Pero Ferraz y Moncloa también defienden a Casado en el lío interno. Sánchez «sabe bien por lo que está pasando».

Guante blanco en la sesión de control

Sánchez será «benévolo» con Casado en la sesión de control de este miércoles en el Congreso. El todavía presidente de los populares tiene registrada esta interpelación oral al jefe del Ejecutivo: «¿Cuánto más está dispuesto a ceder a sus socios independentistas para seguir en La Moncloa?». Fuentes cercanas al líder del PSOE aseguran que «su respuesta será comedida, sin hacer sangre y en la medida de lo posible sin mencionar a Díaz Ayuso».

Dejar la confrontación con la presidenta madrileña, que tan buen resultado le dio a Ayuso en la campaña de las elecciones del 4M, es la máxima ahora en Moncloa. «Eso era una estrategia de Iván Redondo para desgastar a Casado y ahora lo que debemos hacer es dar oxígeno al jefe de la oposición ante una presidenta regional, que es lo que es».

La petición de Sánchez es clara y la forma de actuar de su equipo de colaboradores muy marcada. Nadie puede salirse del guión. Los únicos que tienen margen de actuación son el líder del PSM Juan Lobato, que con su papel en esta crisis está convenciendo al presidente de cara a poder ser el candidato en las próximas elecciones, cuando ese papel se reservaba para una mujer, y la secretaria general del partido en la capital Mercedes González, que será la rival de José Luis Martínez Almeida a la Alcaldía de Madrid.

«Seguro que no habrá elecciones»

Si en algún momento pasó por la cabeza de alguien en Moncloa y en Ferraz un adelanto electoral para aprovechar la situación, nada más estallar la crisis, la derivada que está cogiendo ha hecho que Pedro Sánchez lo descarte por completo. «Más que nunca «seguro que no habrá elecciones» ahora. Ir a las urnas, aseguran, «daría mucho oxigeno a VOX e incluso nos podría perjudicar si ellos tienen que elegir a un candidato con las prisas y optan por Ayuso o Feijóo».

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