Sánchez ordena un apagón informativo sobre Marruecos y deja a oscuras a los diplomáticos en el Magreb

Marruecos
Pedro Sánchez con Mohamed VI.
Carlos Cuesta

Los servicios diplomáticos clave de España en el Magreb no tienen información sobre la profundidad de las cesiones de España a Marruecos, ni de las causas que las han provocado. El intercambio de datos se limita a cuestiones totalmente básicas y superficiales y cero en materia estratégica. No saben por dónde pisan, ni qué contestar cuando terceros países les reclaman información.

Pedro Sánchez tomó la decisión de ceder en materia del Sáhara ante Marruecos sin pago visible de Rabat confirmado hasta la fecha. Ni Ceuta y Melilla, ni Canarias, ni aguas españolas de las islas, ni yacimientos submarinos, ni explotaciones petrolíferas, ni nada de nada, se ha confirmado a estas alturas como supuesta contrapartida por parte de Rabat ante una cesión tan brutal como la del Sáhara por parte de Sánchez.

Aquella cesión, además, se adoptó sin mediación ni del Parlamento español, ni del propio Consejo de Ministros. Pero, pasados ya casi dos meses de la adopción de aquella sumisión, hay otro hecho igualmente llamativo de la opacidad y oscurantismo de esa cesión. Y es que los servicios diplomáticos españoles en el Magreb no han recibido ni una información que dé explicación a lo sucedido y que permita a los funcionarios españoles desplazados en áreas clave para la seguridad y los intereses españoles anticiparse a movimientos de los países del Magreb. Fuentes conocedoras de este intercambio de información han confirmado a OKDIARIO que las explicaciones clave “no han llegado en ningún momento”.

Opacidad absoluta

El problema es que esas plazas no sólo analizan la situación, establecen contactos y comparten información con sus servicios centrales del Gobierno. También lo hacen con otros países aliados. Y el intercambio de información en esta materia equivale a cero, algo que deja en una órbita de duda a los países amigos de España. Lo cierto es que nadie, ni siquiera las Cortes españolas han recibido datos profundos de la cesión de Pedro Sánchez ante Marruecos con el Sáhara. Y eso ha provocado que, unido a la crisis por el espionaje al móvil de Sánchez, las especulaciones sobre un posible chantaje al presidente o su entorno se hayan disparado.

Y es que, aparentemente, la sumisión ante Rabat sólo ha servido para eso: ceder ante Marruecos con el Sáhara. Pese al documento de creación de un “partenariado” de lealtad firmado entre los dos países y presentando ante la prensa, la llegada de pateras con destino a Canarias se ha incrementado y las garantías reales de asunción por Rabat de las fronteras españolas ni están, ni se las espera. Y, encima, el puerto de salida de la inmigración ilegal ha pasado a ser ahora el Sáhara: la localidad de Dajla. Justo el territorio que Sánchez acaba de entregar en bandeja a Rabat.

Y, mientras, Pedro Sánchez sigue dando muestras de dependencia de Marruecos. Tras haber entregado el Sáhara y haber puesto en peligro el gas barato de Argelia, tal y como ha publicado OKDIARIO, mantiene el plan de revertir el uso del gasoducto que antes traía gas argelino a través del Magreb, con el plan de poder reenviar España gas natural a Marruecos. Todo ello, pese a la sospecha más que fundada de que Rabat habría espiado el móvil del propio presidente del Gobierno español, y pese a la amenaza explícita de Argelia de un corte del envío del gas a través del segundo gasoducto -el que entra por Almería- en caso de enviar su gas a Rabat.

En pleno caso espionaje y con las relaciones internacionales de España sometidas a una fuerte tensión, continúan los movimientos del Gobierno de difícil explicación.

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