Argelia llama a consultas a su embajador en España tras la cesión histórica de Sánchez sobre el Sáhara

Argelia Sáhara
Una mujer porta una bandera del Frente Polisario durante los actos del 40 aniversario de la provlamación de la República Árabe Saharaui.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Primera reacción oficial de Argelia tras la decisión histórica de Pedro Sánchez de avalar el plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. El Gobierno argelino ha llamado a consultas a su embajador en España tras conocerse el giro de Sánchez en la posición española sobre la cuestión saharaui.

En un comunicado, Argel ha expresado su «sorpresa» por el apoyo de España al plan de Marruecos y ha llamado a consultas a su embajador, Said Musi.

«Las autoridades argelinas, sorprendidas por este brusco giro de la posición de la antigua potencia administradora del Sáhara Occidental, han decidido convocar a consultas a su embajador en Madrid con efecto inmediato», publica el Ministerio de Asuntos Exteriores en una nota. En la misma, se declaran «muy sorprendidos por las declaraciones de las autoridades españolas relativas a la cuestión del Sáhara Occidental».

«Segunda traición»

Este sábado, fuentes diplomáticas argelinas ya habían criticado la decisión del Gobierno español de apoyar la postura marroquí , lo que calificaron de «segunda traición histórica» de España al pueblo saharaui. Hasta ahora, ningún Ejecutivo había apoyado explícitamente a una de las partes en conflicto.

«Es la segunda traición histórica al pueblo saharaui por parte de Madrid después del funesto acuerdo de 1975», apuntaron fuentes diplomáticas, citadas por el portal de noticias argelino TSA. «Finalmente Marruecos ha obtenido lo que quería de España», añadieron las mismas fuentes.

Argelia es el principal suministrador de gas natural a España, por lo que el giro histórico de España genera incertidumbres en plena crisis energética.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, consideró este viernes que no existe riesgo de que Argelia corte el gasoducto del Magreb que da suministro a España. Albares se refirió al Gobierno de Abdelmadjid Tebboune como un «socio fiable, estratégico y un amigo de España». «Mantengo una comunicación fluida con mi homólogo del Ejecutivo de Argelia y esa asociación estratégica está llamada a perdurar en el tiempo», señaló. «Sólo puedo tener buenas palabras para Argelia, porque ha demostrado que su asociación estratégica es sólida», insistió el ministro.

El pasado 6 de marzo, Sánchez habló con el presidente de Argelia, quien reiteró el compromiso de su país con garantizar el suministro a España, según fuentes gubernamentales.

A principios de febrero, el Gobierno español anunció que había accedido a la petición de Marruecos de ayudarle a garantizar su seguridad energética mediante la regasificación en España de Gas Natural Licuado (GNL) comprado por Rabat para su posterior envío a este país mediante el gasoducto GME, lo que ya provocó el enfado de Argel.

Giro histórico 

La decisión del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido tan histórica como inesperada. Supone un vuelco en la postura española de los últimos 46 años. La información fue adelantada este viernes desde Marruecos, en un comunicado en el que se informaba de que Sánchez había cedido a sus pretensiones sobre el Sáhara Occidental al avalar como una «base seria y creíble» su plan de autonomía para la antigua colonia española para encontrar una solución al conflicto. Esta decisión ha provocado una nueva crisis con Podemos, que tiene en la cuestión saharaui una de sus principales banderas en la política exterior.

Según la carta remitida por Sánchez a Mohamed VI, el dirigente socialista ha trasladado que «España considera la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo».

Dicho plan, que se sometería a referéndum previo, prevé ciertas competencias en materia de economía, infraestructuras, desarrollo social y cultura, entre otros ámbitos, para la antigua colonia española mientras que se reserva ámbitos clave como defensa, relaciones exteriores o religión, que recaen de forma específica bajo control de Marruecos.

En estos años, el Gobierno español ha venido defendiendo la necesidad de una solución política mutuamente aceptable para las partes, es decir para Marruecos y el Frente Polisario, en el marco de los parámetros fijados por la ONU y en este sentido ha respaldado los esfuerzos del nuevo enviado de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, para alcanzar dicho acuerdo. El Frente Polisario ha criticado que Sánchez «sucumbe ante la presión y el chantaje» de Marruecos como un «peaje» para restablecer las relaciones entre ambos países, especialmente dañadas desde el caso Ghali. Desde el Gobierno español se ha defendido este sábado que la decisión traerá «estabilidad» en la relación con Marruecos, especialmente en la lucha contra la inmigración ilegal.

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