Sánchez ni ha llamado a Juanma Moreno para coordinar el plan anticoronavirus en la Semana Santa andaluza

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Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía.

La inacción de Pedro Sánchez en la gestión de la crisis por el coronavirus acaba de desatar la polémica tras haber sido la Comunidad de Madrid la que exigiera el incremento del plan de choque. Y, justo después de ese ejemplo, Sánchez vuelve a dejar constancia de su falta de responsabilidad en Andalucía. Pese a la cercanía de la Semana Santa y las múltiples concentraciones que se prevén por las procesiones, ni ha llamado al presidente de esta Comunidad, Juanma Moreno.

El des-Gobierno de Pedro Sánchez en la gestión de la crisis del coronavirus sigue confirmándose. Primero en Madrid, y ahora en Andalucía.
La Semana Santa se acerca y uno de los evidentes focos de posible contagio serán los eventos multitudinarios de esa celebración en lugares como Andalucía, donde el peso y seguimiento turístico de las procesiones es evidente.

La Junta de Andalucía que comanda el popular Juanma Moreno se encuentra en estos momentos evaluando las medidas de seguridad a seguir para tomar una decisión sobre las restricciones en Semana Santa con el fin de combatir el coronavirus. Es verdad que el Comité Interministerial mantiene relación con consejeros andaluces y de otras comunidades. Pero también es verdad que una decisión de esta magnitud no sería nada extraño, por pura lealtad institucional, que contase con el respaldo de un contacto directo entre el presidente nacional y el autonómico.

Andalucía, de hecho, por protocolo, sigue esperando que el paso lo dé Sánchez, ya que es el Gobierno central el coordinador oficial de esta crisis. Pero Sánchez ni ha llamada a Moreno. La escena, así, se repite para volver a mostrar la falta de impulso de Sánchez en la gestión de esta crisis.

El ejemplo de Madrid

Las últimas reuniones con la Comunidad de Madrid, de hecho, se han convertido en un tira y afloja en el que el Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso aprieta para elevar las medidas de contención, y el Ministerio de Sanidad de Salvador Illa relaja para no tomarlas. La situación llegó a su punto álgido este pasado lunes, cuando la cifra de contagios se disparó en Madrid, lo que obligó a tomar medidas drásticas como el cierre de colegios. Desde entonces, la Comunidad ha seguido poniendo coto al virus, ha cerrado bibliotecas, polideportivos y todo tipo de recintos donde se puede producir una acumulación importante de personas.

Las escasas ganas del ministro de Sanidad de adoptar una subida del nivel de protección frente al virus chocaron con las proyecciones mostradas por la Comunidad en la reunión: los cálculos destacaban el riesgo de llegar a 10.000 contagios en caso de que no se adoptaran nuevas y más contundentes medidas de contención. Y una frase de Díaz Ayuso zanjó la diferencia de opiniones. Una frase en la que el Gobierno del PP madrileño dejó claro que, si el Ejecutivo socialcomunista de Pedro Sánchez no adoptaba las medidas necesarias, sería la Comunidad Autónoma la que las tomaría de forma unilateral.

No han sido negociaciones fáciles las de estos días entre Madrid y el Ejecutivo de Sánchez. Han sido, sin embargo, encuentros en los que Díaz Ayuso ha tenido que dar un puñetazo en la mesa para evitar que el ritmo de avance del virus en España pueda alcanzar peligrosamente las cifras italianas. Ahora parece que le pasa lo mismo a Andalucía.

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