Sánchez impulsa con Bildu «radios comunitarias» proetarras mientras prepara su censura a medios críticos
La marca heredera del brazo político de ETA utiliza estos espacios como altavoz propagandístico
Covite denunció en 2021 un homenaje de la emisora Eguzki Irratia a un etarra fallecido
El Gobierno de Pedro Sánchez ha prometido a sus socios de Bildu que impulsará los servicios de las «radios comunitarias», un altavoz que los proetarras utilizan a nivel local para difundir su propaganda, extender sus redes de influencia e incluso homenajear a terroristas de la banda asesina ETA. A través de una respuesta parlamentaria escrita -consultada por OKDIARIO- a la portavoz de Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua, el Ejecutivo socialcomunista asegura a los proetarras que hará lo posible por dar cumplimiento a su demanda. Todo ello mientras la Administración Sánchez ultima su plan de censura a la prensa crítica.
En este caso, Aizpirua recordó al Gobierno en una iniciativa registrada el pasado junio que el 9 de enero de 2023 se cumplieron los de 6 meses del plazo dispuesto en la disposición transitoria tercera de la Ley 13/2022, de 7 de julio, General de Comunicación Audiovisual (LGCA) para que las emisoras sin ánimo de lucro que acreditasen «su funcionamiento ininterrumpido durante los últimos cinco años, sin haber causado problemas de interferencias» pudiesen solicitar «la concesión del correspondiente título habilitante a la autoridad audiovisual autonómica competente, conforme a las disponibilidades de espectro radioeléctrico».
Sin embargo, la portavoz de Bildu advirtió al Ejecutivo en su iniciativa que estos plazos no se han cumplido para estas radios, conminándole a explicar los pasos que prevé dar el Gobierno central en este sentido para cumplir con dicha disposición de la Ley General de Comunicación Audiovisual aprobada en 2022, esto es, reservar el dominio público radioeléctrico necesario para la prestación de estos servicios.
Ante ello, en su respuesta con fecha del pasado 18 de septiembre, el Gobierno señala que «es necesario abordar la modificación del Plan técnico nacional de radiodifusión sonora en ondas métricas con modulación de frecuencia, contemplando esta nueva tipología de estaciones y, conforme a las disponibilidades de espectro radioeléctrico, realizar las reservas de frecuencias para la prestación de estos servicios».
De ahí que el Ejecutivo, «a través del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública», según avanza, «va a proceder próximamente a solicitar a las comunidades autónomas por medio de un escrito, el envío, en el plazo de 3 meses desde la recepción de éste, de la información sobre los servicios de comunicación audiovisual radiofónicos comunitarios sin ánimo de lucro mediante ondas hertzianas terrestres preexistentes en cada comunidad autónoma, que cumplan con los requisitos establecidos en la citada disposición transitoria».
Una de estas radios comunitarias que Bildu -marca heredera del brazo político de ETA- usa como satélite de su entramado batasuno es Eguzki Irratia, que rindió homenaje en 2021 al etarra fallecido Josu Olabarria, según denunció entonces el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) que preside Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP asesinado por la banda terrorista en 1995 Gregorio Ordóñez.
«Se celebra en el monte Eretza, situado en el término municipal de Güeñes, promovido por Sortu, sus organizaciones asociadas (Ernai y LAB) y Eguzki Irratia (una emisora de radio) un homenaje al terrorista de ETA fallecido Josu Olabarria», informó entonces Covite.
«Josu Olabarria Santurtun, siendo miembro de un comando legal (no fichado por la Policía), murió en Baracaldo en 1992 al explotarle el artefacto que manipulaba. En la pancarta puede observarse la frase Zuk piztutako suak argitzen digu (El fuego que tú encendiste nos ilumina)», apuntó el colectivo de víctimas.
Aizpurua, condenada
Cabe recordar que Mertx Aizpurua, portavoz de Bildu en el Congreso y promotora del impulso de estas emisoras, fue condenada en 1984 por la Audiencia Nacional a un año de prisión, con suspensión de profesión durante el mismo tiempo, como autora de un delito de apología del terrorismo. El motivo fue la exaltación de ETA, siendo directora técnica de la revista Punto y Hora de Euskal Herria, con la publicación en septiembre de 1983 de un editorial titulado «Por los gudaris (soldados vascos) de ayer y de hoy», así una entrevista con el hermano de un etarra fallecido mientras manipulaba un artefacto explosivo en la localidad navarra de Tafalla.
Asimismo, en el año 2001 Mertxe Aizpurua compartió mesa con dos terroristas encapuchados de la banda cuando era directora del diario Gara. Le acompañó el entonces director de Egunkaria, Martxelo Otamendi. A raíz de aquella entrevista, el fiscal Pedro Rubira presentó una querella contra ambos directores por delitos de amenazas terroristas y justificación del terrorismo, que después amplió con el de colaboración con banda armada al imputarles el delito de inducción al asesinato del concejal de UPN en Leiza José Javier Múgica, al que ETA mató días después de la publicación. Sin embargo, el juez Baltasar Garzón decidió no actuar contra ellos.
Más recientemente, en 2019, año en que Aizpurua se convirtió en diputada nacional de Bildu, la dirigente proetarra publicó el libro Argala. Pensamiento en acción, una biografía que exalta la figura de José Miguel Beñarán, alias Argala, ideólogo de la organización terrorista ETA.