Sánchez decía que Rajoy era «una fábrica de separatistas» pero el independentismo supera ahora el 50%

Supremo
Pedro Sánchez y Oriol Junqueras en el Congreso en una imagen de archivo. (Foto: Efe)

Pedro Sánchez clamaba a voz en grito en octubre de 2019: «Si el gobierno de Rajoy fue una fábrica de independentistas, uno del PP, Cs y Vox sería una factoría». Sin embargo, los resultados electorales dejan de manifiesto que la fábrica real de independentistas es la dirigida por Sánchez, pues los resultados electorales no dejan lugar a la duda: el independentismo ha superado por primera vez en su historia el 50 por ciento de los votos en unas elecciones autonómicas.

Así, la suma de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), la CUP, JxCat y PdCAT alcanza el 50,87 por ciento de los votos emitidos, mientras que en 2017 los votos para los separatistas se quedaron en el 47,5 por ciento pese a llegar a las elecciones con la autonomía catalana intervenida por el Artículo 155. Los datos son objetivos, por lo que ese porcentaje se incrementa hasta el 51,3% si se le suman los votos de partidos minoritarios como Primàries y el xenófobo FNC.

Ataques

Las palabras de ataque de Pedro Sánchez dirigidas a Mariano Rajoy venían de largo, un años antes de pronunciar su mítica frase sobre la fábrica de independentistas. Ya en 2018, el ahora presidente del Gobierno, que posiblemente indulte a los condenados por el procés, no dudaba en decir: “Mariano Rajoy es el ‘Red Bull’ de los independentistas, porque les da alas».

Cuando Pedro Sánchez estaba en la oposición, y aseguraba que nunca pactaría con los independentistas, no dudaba en afirmar: “A la derecha le pasa lo de siempre, que confunden patria con patrimonio. Mariano Rajoy es el candidato preferido, el candidato favorito de los independentistas para seguir en La Moncloa».

Sin embargo, las cifras no mienten y, según los resultados electorales, el candidato preferido del separatismo no era Rajoy, es Pedro Sánchez, que le ha dado alas a los partidos del condenado Oriol Junqueras y del fugado Carles Puigdemont.

Así, en una jornada electoral con una abstención superior al 46%, Sánchez ha conseguido lo que incluso los independentistas veían como una quimera, pasar del 50 por ciento del voto. Incluso en las elecciones de 2015, planteadas como un plebiscito sobre la independencia por las fuerzas soberanistas, Junts pel Sí y la CUP sumaron mayoría absoluta (72 escaños) pero no superaron la mitad de los votos y se quedaron en un 47,8 por ciento.

Dolores Delgado

Uno de los motivos del incremento del voto separatista es, sin duda, el hecho de que los condenados por el 1-O hayan podido hacer campaña en total libertad. De hecho, el líder de ERC y principal condenado por el golpe del 1-O, Oriol Junqueras, celebraba por todo lo alto el triunfo de su partido, segunda fuerza más votada, desde un atril y no desde prisión.

¿Por qué están en libertad? Los fiscales del Supremo, al igual que los magistrados del Alto Tribunal, lo tienen claro: “Porque la Generalitat ha concedido un tercer grado fraudulento y encubierto”.

Pero hay un segundo motivo mucho más sangrante, 17 días después de que la Generalitat diera el tercer grado a los condenados, y doce días después de que se les notificara la excarcelación de Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Dolors Bassa, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Turull, Jordi Sánchez, Jordi Cuixart y Joaquim Forn, la Fiscalía de Dolores Delgado no ha recurrido esa excarcelación.

Un recurso anunciado por las fuentes del Ministerio Público que no se ha materializado durante toda la campaña electoral, lo que ha dado alas al discurso independentista. Desde la Fiscalía se preguntan, ahora más que nunca, si aquella frase dicha por Sánchez en una entrevista en RNE cuando aseveró «¿De quién depende la Fiscalía? Del Gobierno. Pues ya está», se ha materializado en una dolorosa realidad.

Donde dije digo, digo Diego

El presidente del Gobierno ha abierto la espita del independentismo y por ella sale a raudales el separatismo. Sus declaraciones veletas, muchas de ellas apoyando a los separatistas o dejando en el aire un posible indulto, han servido como punta de lanza del discurso separatista.

Así, pasar de atacar a los independentistas cuando estaba en la oposición, a hacerles el caldo gordo pactando incluso mesas de diálogo con ERC para conseguir la investidura que le llevó a la Moncloa, ha sido utilizado por los partidos catalanes para robar ese voto indeciso entre el PSC y los partidos separatistas.

Pedro Sánchez atacaba a Mariano Rajoy, pero el baño de realidad del 14-F ha demostrado que quien realmente fabrica independentistas es el inquilino de la Moncloa.

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