Sánchez consiente que un golpista procesado dirija el Puerto de Barcelona con un sueldo de 119.353,85 euros

El independentista Lluís Salvadó, uno de los ideólogos del referéndum ilegal del 1-O en Cataluña, lleva dos meses como director del Puerto de Barcelona, el mayor del Mediterráneo en tráfico de cruceros y el cuarto del mundo por detrás de los del Caribe. Consentido por el Gobierno de Pedro Sánchez, disfruta de una retribución de 119.353,85 euros al año. Fue detenido el 20 de septiembre de 2017 por la Guardia Civil en el marco de la Operación Anubis.  Su nombramiento, validado por el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana al depender del mismo la Autoridad Portuaria de Barcelona, a través de Puertos del Estado, se ha producido tras la salida de Junts per Catalunya de la Generalitat de Cataluña.

Diputado de ERC cuando fue nombrado, se encontraba pendiente de la apertura del juicio oral del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por presunta malversación, prevaricación, falsedad documental y desobediencia por el citado referéndum. Entonces, estaba a la espera de fecha para la celebración del juicio, que podría inhabilitarle para determinadas funciones públicas en caso de resultar condenatoria la sentencia.

El independentista cuenta con una remuneración básica anual de 91.616,29 euros abonables en 12 mensualidades más dos pagas extraordinarias; y la asignación variable de 27.737,56 euros, distribuida en 12 mensualidades.

«Tetas más gordas»

Entre las ‘perlas’ de Salvadó, destacan sus declaraciones del 9 de marzo de 2018, cuando se hizo público un audio en el que podía oírsele afirmar que para ocupar el puesto de consejera de Enseñanza, había que elegir «a la que tenga las tetas más gordas». En la misma conversación, Salvadó afirma que «están buscando una rumana, vía la mujer de Puigdemont, o una brasileña, que son resultonas. (…) Es misión imposible. Es más fácil inaugurar un auditorio que encontrar mujeres».

‘Premiado’ por el Gobierno de Pedro Sánchez, secretario de Hacienda de la Generalitat hasta la aplicación del artículo 155, estuvo en Òmnium y Catalunya Lliure, entre otras asociaciones independentistas. Ingeniero, destaca por su gestión y criterios para llevar a cabo los presupuestos: «Pon 75.000 millones, es una cifra guapa, da sensación de Estado, no hace falta dar explicaciones de nada», se le puede escuchar en unas grabaciones ordenadas por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona.

Además, destaca por reconocer la inviabilidad del procés: «Me da pánico, si transmitimos las cosas como son en realidad, si decimos la verdad estamos muertos».  Una falacia que hasta a él mismo le hartaba: «El puto procés», se le escuchó en una ocasión con el secretario personal de Oriol Junqueras, reconociendo que se trataba de «marear la perdiz» o cuando pidió a su secretaria que «tira los papales por el patio» después de que le informase que la Guardia Civil estaba en su despacho, como consta en una de las conversaciones, incluidas en el sumario dentro del marco de la Operación Anubis, citada anteriormente.