Los ‘rubalcabistas’ maniobran para que Patxi López sea el candidato si hay nuevas elecciones
A Pedro Sánchez se le acumulan las presiones. Desde dentro, fuera, e incluso desde su entorno más cercano. Fuentes socialistas apuntan a un movimiento interno para dejar en fuera de juego al actual secretario general y que relevaría a Sánchez como candidato en caso de unos hipotéticos nuevos comicios. El nombre que se baraja, en ese caso, es el de Patxi López, paradójicamente, hasta el momento en el círculo más privado del líder socialista.
En el partido se confirma la convicción de que López «se ha cansado ya de Pedro» y «quiere ir por libre». En esa ‘operación relevo’, el exlehendakari cuenta además con el respaldo de la vieja guardia representada en Ferraz por Rodolfo Ares y con el apoyo también de Pérez Rubalcaba.
Ares fue uno de los hombres más cercanos a López durante su vida política en el País Vasco, cuando desempeñó el cargo de consejero de Interior, aunque en los últimos tiempos forma parte también del núcleo duro ‘pedrista’. De hecho, Sánchez le encomendó el peso organizativo de su última campaña electoral.
Quienes apuestan por López destacan su perfil de consenso y sus dotes para el liderazgo. Como ejemplo ponen la última Fiesta de la Rosa en Durango, Vizcaya, donde logró eclipsar al candidato con una aguerrida defensa de los “valores socialistas” frente a aquellos que “se disfrazan de socialdemócratas”, en referencia Pablo Iglesias y Unidos Podemos. “Socialistas en pie, socialistas en pie”, clamó López. Los presentes le correspondieron con euforia, frente a la tibieza con la que recibieron después a un Sánchez desinflado.
Hernando y López ya ‘tramaron’ su candidatura
Fuentes socialistas aseguran que el exlehendakari siempre ha tenido la aspiración de ostentar un mayor poder en el PSOE y que él mismo se encarga de ir alimentando internamente esa posibilidad.
Varios dirigentes coinciden en recordar que cuando Pérez Rubalcaba “empezó a tener problemas”, quienes ahora forman parte del círculo más íntimo del secretario general, Antonio Hernando y Óscar López, ya intentaron promover la candidatura del por entonces líder de los socialistas vascos “aunque luego abandonaron”, puntualizan.
Ya en 2013, el propio López sugirió estar dispuesto a dar el paso a la primera línea del PSOE nacional con un enigmático “yo nunca me suelo poner de perfil cuando hay cuestiones de este tipo”, en referencia a las primarias que su partido celebró un año después.
En mayo de 2014, y solo 24 horas después de la dimisión de Rubalcaba por los desastrosos resultados de las europeas, López anunció su renuncia como secretario de los socialistas vascos aunque se descartó para el relevo en la secretaría.
La opción del exlehendakari volvió a tomar cierta fuerza para reemplazar a Sánchez ante la amenaza de sorpasso del 26-J, momento en el que muchos vieron la ocasión de apuntillar al secretario general.
«Se le ha pasado el tiempo», dicen algunos
La operación para aupar a López levanta recelos en sectores del partido, que consideran que al socialista “se le ha pasado el tiempo” y que se encuentra demasiado “debilitado” tras su paso por la presidencia del Congreso. Recuerdan, además, que es en el País Vasco donde el partido anotó sus peores resultados- tres escaños el pasado 26-J y en caída permanente- dentro de la debacle de los 85 diputados.
López reunió en el PSE las luces y sombras de su historia electoral: de los 430.690 votos en las generales de 2008, y ser nombrado lehendakari, con el apoyo del PP, en 2009 a su declive en las europeas, cuando consiguió unos escasos 104.000 votos.
A la maniobra para relevar como ‘presidenciable’ a Sánchez se une su incierta continuidad en la secretaría general.
Ferraz debe convocar en los próximos meses el congreso que los socialistas tenían que celebrar los días 21 y 22 de mayo y que la dirección dejó en suspenso «hasta la formación de Gobierno” para contener las disputas internas si Susana Díaz decidía al fin presentarse como alternativa.
A día de hoy, el cónclave sigue en impasse, aunque no así las jugadas de cada ‘familia’ para colocar a su candidato en puestos de salida.
Sánchez, en cambio, está dispuesto a resistir. Una vez más. Sus cercanos aseguran que «está fuerte» frente a las presiones. Desde las elecciones, su ‘no es no’ a Rajoy permanece igual de enrocado y ajeno a las voces que, incluso en su entorno más próximo, le reclaman un paso para desbloquear la legislatura.
Según fuentes consultadas por OKDIARIO, el líder socialista no teme unos terceros comicios. De hecho, comentan que unos días atrás Sánchez les dijo a los suyos que las encuestas les “dan bien” y que en esas elecciones saldrían “reforzados”. La mayoría de dirigentes recelan en cambio de estos planes y coinciden en que unas nuevas elecciones solo confirmarían el certificado de defunción del actual proyecto socialista.