Rigau y Ortega aseguran que el 9-N fue planeado y ejecutado exclusivamente por voluntarios
La consejera de Enseñanza de Cataluña, Irene Rigau (CDC), y la exvicepresidenta de la Generalitat Joana Ortega (UDC) han declarado este martes ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en calidad de imputadas por el 9-N.
Rigau y Ortega debían aclarar ante el magistrado Joan Manel Abril su implicación en la celebración de un referéndum ilegal para el que se contó con trabajadores, instalaciones y recursos públicos. Tanto ellas como Mas conocieron su situación procesal el 29 de septiembre, sólo dos días después de las elecciones que tumbaron la idea de que una mayoría de catalanes quiera la independencia.
Aseguran que el 9-N fue obra de voluntarios
Rigau y Ortega han hecho prácticamente la misma declaración, asegurando después que tienen la «conciencia tranquila» por haberse limitado a cumplir el mandato del Parlament. Además, han defendido que todo fue montado por más de 40.000 voluntarios, que también se encargaron de gestionar los centros educativos que acogieron las urnas.
Finalmente, se han negado a contestar a las preguntas de la Fiscalía alegando que no entienden que los fiscales del TSJC consideraran en un informe que no había delito en el 9-N y, a los dos días, presentaran la querella por indicación de la Fiscalía General del Estado.
Rigau ha puesto de relieve que entre el día 4 de noviembre en que el TC suspendió el referéndum el propio 9-N no firmó ninguna resolución relacionada con la votación, y ha dicho no entender por qué motivos se le imputa un delito de malversación cuando ningún miembro del Govern ni terceros se han enriquecido con el proceso participativo.