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Revuelta en Podemos por un documento interno que protege a prostitutas y clientes: «Ya no somos feministas»

prostitución
Irene Montero en la toma de posesión como ministra de Igualdad. (Foto: EP)

Bronca en Podemos por su postura sobre la prostitución. La formación morada vive en las últimas horas un intenso debate porque la corriente oficialista de Pablo Iglesias ha aprobado un documento que voces autorizadas del feminismo consideran que es «antifeminista».

«Todo lo que en ese partido llaman feminista es sexista y misógino. Podemos es la peor amenaza institucional que enfrentamos las mujeres», señala Paula, una jurista feminista defraudada por el partido de los círculos. «Me refiero al último e infame documento de ‘Feminismos’ de Podemos. Ese que a la prostitución le llama estrategia de supervivencia, no con sentido crítico, sino como forma de legitimación. Ése que muestra su preocupación por no estigmatizar a puteros», lamenta.

«Podemos representa la misigonia posmoderna. Ésta se disfraza de diversidad y transgresión pero las consecuencias para las mujeres son las mismas: ataque frontal a nuestros derechos. Y es más peligrosa que Vox, porque es más difícil de identificar y seguimos siendo pocas las que nos movilizamos contra ella», comenta.

En el ojo del huracán está el documento político que se ha aprobado en la Tercera Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos. Se trata de un texto «que no es feminista» según muchas voces con experiencia en el movimiento a favor de la igualdad de hombres y mujeres.

Desde el colectivo Tribu Radfem acusan a Podemos de «borrar deliberadamente» la palabra «sexo» masculino y femenino. «Lo borran al sustituir sexo (aparece 3 veces en el documento) por género (47 veces). A las mujeres se nos oprime por nuestra biología, por nacer mujeres, por ser mujeres. Nuestro sexo es la razón y el género es la herramienta con la que se nos oprime y es impuesto», afirman.

«Podemos reconoce que las mujeres sufrimos violencia por el hecho de ser mujeres, pero ¿qué es para Podemos ser mujer si no establece la diferencia entre sexo y género?», lamentan para  defender que «se deben tomar las medidas necesarias para evitar la discriminación que sufre el colectivo LGTBI pero no a costa de borrar la realidad material que es el sexo, no a costa de nuestros derechos basados en el sexo».

Prostitución

«El documento habla de libertad sexual, pero de la libertad sexual de unas pocas porque se olvida de las más vulnerables: las mujeres prostituidas. La prostitución es, según sus palabras, una estrategia de supervivencia femenina pero se limitan a reivindicar algunas garantías», citan del texto pablista.

Afirman que «menos reivindicar y más medidas. Se necesita un modelo abolicionista que proporcione salidas a las mujeres en situación de prostitución. No es feminista si no defiende la abolición de la prostitución». Critican que «Podemos habla de no criminalizar a los puteros y se preocupa por su estigma, pero es aún más sorprendente que hable de mujeres que consumen prostitución». 

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