Rajoy empieza a considerar inevitable tener que volver a las urnas

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ve más factible en estos momentos unas terceras elecciones que un debate de investidura. El PSOE ratifica su postura del ‘no’ y sin su abstención en segunda vuelta, el PP no suma los apoyos suficientes. Así que, en estos momentos, la investidura sigue en el aire. «Ya advertimos desde el primer día que si Rajoy no consigue los apoyos necesarios no se presentará», señalan fuentes gubernamentales a OKDIARIO.
Rajoy fía la fecha de investidura a la reunión que mantendrá con el líder socialista, Pedro Sánchez. El secretario general del PSOE avanzó este miércoles que está dispuesto a mantener ese encuentro pero «ya saben cuál es nuestra postura», explicó en rueda de prensa.
Los populares no descartan plantear a los socialistas algún tipo de cesión en sus leyes (como por ejemplo, la LOMCE) para convencerles y que accedan a sentarse a negociar la investidura y los Presupuestos Generales del Estado de 2017. Así se lo transmitirá al líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Rajoy se reúne este jueves en el Congreso con la formación naranja para comunicarles que tiene la autorización de los suyos para sentarse a negociar en base a sus seis condiciones.
Rajoy recibió este miércoles la ‘carta blanca’ de su Comité Federal para negociar con el líder de Ciudadanos sobre las seis exigencias trasladadas la pasada semana. Según fuentes presentes en el cónclave popular, en el encuentro no hubo resistencias ante estas condiciones, ni tampoco un debate en profundidad, como se esperaba.
“Nadie ha dicho ni una palabra sobre las condiciones”, aseguró después Rajoy ante los periodistas. “El PP no ha venido a hablar de investidura, sino que ha autorizado a negociar con Ciudadanos”, añadió. Ello, pese a que, la pasada semana, avanzó que delegaría en este órgano de dirección la reflexión sobre estas condiciones.
Rajoy evita dar fecha de investidura
De puertas adentro, Rajoy pidió prudencia y esfuerzo para afrontar las negociaciones. El presidente en funciones sabe que, en caso de que resulte investido, la legislatura será difícil. Pero sobre todo, tiene muy en cuenta que antes, para ser presidente, debe contar con al menos once abstenciones del PSOE. Buscar el apoyo de los nacionalistas está por completo descartado.
El dirigente popular prometió que hará todo lo que pueda para formar gobierno pero ha repetido que la investidura no será posible si el Partido Socialista “no da ese paso” necesario. Una nueva cita con las urnas sería, advirtió, un “disparate”.
“Es una anomalía estar en funciones durante ocho meses. Esta situación es mala para España y la única urgencia es formar un gobierno y evitar unas elecciones”, avisó Rajoy. Y reiteró: corre prisa presentar a Bruselas los datos presupuestarios.
El líder del PP quiere manejar los tiempos, esfumar cualquier atisbo de euforia y, sobre todo, llevar la batuta de las negociaciones. Por ello, y también contra pronóstico, desoyó las advertencias de Ciudadanos y evitó dar este miércoles una fecha de investidura. En un giro que cogió a todos desprevenidos, el popular decidió aplazar esa fecha a una hipotética reunión con Pedro Sánchez.
“Lo importante no es la fecha del debate sino la fecha del Gobierno. Ciudadanos se ha movido, pero el PSOE parece preferir que se repitan las elecciones. Lo que procede ahora es que yo pueda tener una conversación con Sánchez para ver cuándo cree él que debe ser el debate de investidura”, anunció. El líder socialista ya ha avanzado que aceptará un encuentro con Rajoy, pero para trasladarle el ‘no es no’ a su apoyo en el Congreso.