Rajoy defiende «el libre comercio como antídoto contra la pobreza» frente al proteccionismo populista
Mariano Rajoy ha acudido este sábado a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de los siete países mediterráneos de la UE. Rajoy ha defendido dar la batalla contra el proteccionismo populitsa por políticas económicas que permitan a los países «invertir más», que atiendan al desempleo juvenil, al tiempo que ha apostado por avanzar en políticas comerciales «cada vez más libres» porque el comercio es el «primer antídoto contra la pobreza».
La cita ha servido para acordar un frente común en defensa del proyecto europeo y de los ataques recibidos por el populismo que representa la nueva Administración de Donald Trump en EEUU, pero sobre todo desde fuerzas euroescépticas en el seno del territorio europeo.
«Estamos convencidos de que en un mundo que se enfrenta a una inestabilidad e incertidumbre crecientes, seremos más fuertes actuando juntos. Debilitar Europa no es una opción», han manifestado los jefes de Estado y de Gobierno de España, Francia, Italia, Portugal, Grecia, Chipre y Malta en la declaración que han pactado al final de la cumbre de Lisboa, la segunda desde su primer encuentro en agosto en Atenas y que tendrá una tercera edición el próximo mes de abril en Madrid.
En una declaración conjunta sin preguntas, Rajoy ha arengado a sus colegas para que, ahora que «mucha gente de dentro y fuera critica las políticas europeas», los europeos reivindiquen lo que ha sido la UE en estos años y lo que representa hoy. Europa, ha subrayado el presidente español, es la región del mundo con mayor nivel de democracia, libertades y respeto a los Derechos Humanos, y que cuenta con un sistema público de bienestar que no existe en ninguna otra parte del mundo.
De cara a las próximas cumbres que los socios de la UE en su conjunto celebrarán en Malta en febrero y Roma en marzo, con el objetivo de diseñar una hoja de ruta sobre la dirección que debe tomar el proyecto europeo sin el Reino Unido, los líderes del sur de Europa están de acuerdo en la necesidad de que la UE aporte soluciones concretas a las preocupaciones reales de sus ciudadanos.
Tomar medidas a favor del crecimiento económico y la creación de empleo, particularmente para los jóvenes; proteger a los ciudadanos de la amenaza del terrorismo y colaborar en el desarrollo económico de la otra orilla del Mediterráneo y el continente africano para frenar el flujo de migrantes que sueñan con alcanzar la costa europea deben estar en el centro de la agenda europea en los próximos años. Ésta es la receta signada este sábado por los presidentes de Francia y Chipre, François Hollande, y Nikos Anastasiadis, y los primeros ministros de España, Mariano Rajoy; Italia, Paolo Gentiloni; Grecia, Alexis Tsipras; Portugal, António Costa, y Malta, Joseph Muscat.
Hollande sí cita a Trump
El líder que se ha mostrado más firme frente a los ataques que Trump ha dirigido a la UE –ha animado a otros países a seguir el ejemplo de Reino Unido– ha sido el presidente francés, François Hollande, que no opta a la reelección y abandonará el cargo este año. El francés ha avanzado que en la conversación telefónica que tiene previsto mantener este sábado con Trump responderá «con firmeza» a sus declaraciones despectivas hacia la UE y hacia otros compromisos multilaterales como el Acuerdo del Clima que se pactó precisamente en París en 2015.
Hollande también ha advertido de que el proteccionismo «no está en los genes europeos», aunque ha precisado que la apertura comercial no se tiene que dar bajo cualquier condición. Ha puesto en valor las reformas que los países miembros han llevado a cabo para afrontar la crisis y ha abogado por abrir «una nueva etapa» pensando en las «industrias del mañana».
El portugués Costa ha puesto el acento en que la UE reduzca las asimetrías económicas entre sus países miembros y avance hacia una mayor convergencia, al tiempo que ha hecho un llamamiento para una mejor coordinación de las políticas presupuestarias con el objetivo de que no sólo la economía europea sea una economía próspera sino un «modelo social».
El presidente chipiotra ha incidido en la necesidad de que las intenciones de los países europeos se concreten en acciones para que la UE conquiste de nuevo a sus ciudadanos, mientras que Tsipras ha querido avisar de que el sur de Europa «no es el pariente pobre». La Unión, ha subrayado, necesita a los países del sur para reforzar su unidad, su cohesión social y reencontrarse con su lado más humano. En este punto, ha pedido que se siga apoyando los esfuerzos de los países del sur, sobre todo de Grecia e Italia, en la gestión de la crisis de refugiados.
En la declaración acordada, los líderes expresan su apoyo a la aplicación «completa y no discriminatoria» del acuerdo entre la UE y Turquía sobre los refugiados e instan a construir nuevas asociaciones con los países africanos de origen y tránsito de la inmigración para atajar juntos las causas de la inmigración.