El PSOE usó a Arrimadas: planeó la voladura del Gobierno de Murcia para desestabilizar la cúpula del PP
El PSOE ha vuelto a utilizar en beneficio propio los movimientos de Ciudadanos, el partido que preside Inés Arrimadas. Los deseos de los naranjas de acabar con el mando del PP en la Región de Murcia fueron captados por los socialistas, que vieron en la jugada una oportunidad para intentar desestabilizar el mando nacional de Génova: el PSOE cree que la pérdida del feudo natal del secretario general del PP, Teodoro García Egea, puede inyectar nerviosismo en la Ejecutiva de los populares y apoyó la operación con generosidad: ha regalado la presidencia autonómica a Ciudadanos pese a su escaso respaldo electoral.
Pero no fue un acto de altruismo: la realidad es que los socialistas optaban a desestabilizar al PP en su conjunto y no sólo a nivel autonómico. Hace tiempo que resulta obvia la estrategia del PSOE de intentar identificar a PP y Vox. Su artimaña pasa por lanzar el mensaje de que son lo mismo, intentando impedir que el PP pueda absorber voto de un centro desencantado por la radicalización de un Partido Socialista que pacta con proetarras, golpistas, comunistas y separatistas.
Ese desplazamiento al centro del PP abre las posibilidades de lograr voto a escala nacional de cara al triunfo nacional de un centro derecha que desbanque al actual Gobierno socialcomunista. Y, por ello, el PSOE vio en la moción de censura de Murcia una oportunidad para inyectar inestabilidad en el PP.
Murcia, feudo de García Egea
Murcia es el feudo del secretario general del PP, Teodoro García Egea. Y el PSOE quiere jugar a agitar la casa azul introduciendo nerviosismo en sus cargos clave. La figura de García Egea es de máxima confianza de Pablo Casado y los socialistas pretenden poner en duda su papel con el ansia final de debilitar al propio Casado.
La jugada fue vista desde el primer momento por los socialistas. Y sólo necesitaban un partido, como Ciudadanos, con un grado de despiste tan elevado como para no ver que un movimiento en Murcia se convertiría de inmediato en un terremoto con efecto sísmico en todas las alianzas de Gobierno de Ciudadanos y PP.
Por ello, el PSOE centró su estrategia, a partir de ese momento, en tranquilizar a Ciudadanos y en convencer a los naranjas de que un coletazo en Murcia no debería ser de forma obligatoria el resorte de ningún otro movimiento en Madrid o en Castilla y León. El PSOE sabía perfectamente lo que podía provocar esa moción de censura en Murcia. Pero, como ya ocurriera con la negociación de los Presupuestos con Ciudadanos, el PSOE pilotó los plazos y los movimientos para garantizarse que la actitud de Ciudadanos se convirtiera en una más de las piezas de su puzzle estratégico.
De hecho, la moción de censura de Murcia se ha negociado a lo largo de semanas y siempre bajo la atenta mirada de Inés Arrimadas. Una negociación que, además, ha desafiado los pactos cerrados entre la líder naranja y Pablo Casado abriendo Arrimadas las puertas del Gobierno de Murcia al PSOE. Y todo ello ha contado «con pleno conocimiento de Arrimadas», como ha publicado OKDIARIO.
En el seno del PP no han dudado en calificar de «traición» el acto de la líder de Ciudadanos. E incluso algunos de sus líderes regionales no han tardado en criticar abiertamente la postura de la líder naranja, una postura que conocía el PSOE, pero ni siquiera su propia cúpula.
Fuentes socialistas, sin embargo, confirman que la actitud adoptada por Inés Arrimadas encaja mucho más en la versión del PP que en la suya propia. Y es que «Inés Arrimadas ha estado al corriente de todo y con pleno conocimiento de los pasos que se daban en Murcia», señalan fuentes socialistas. «Las negociaciones se han llevado de la mano de los líderes regionales, pero con la supervisión permanente de los responsables de los partidos en Madrid» añaden las mismas fuentes.
Terremoto político
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no comunicó a su Ejecutiva la moción de censura en Murcia de la mano del PSOE para desbancar a su socio de Gobierno, Fernando López Miras. Así lo ha desvelado en redes sociales el portavoz de Ciudadanos en las Cortes valencianas, Toni Cantó, y así lo ha podido confirmar OKDIARIO de fuentes internas. Una decisión que ha provocado también un terremoto político en Madrid, donde el Gobierno PP-Ciudadanos se ha roto con la convocatoria de elecciones anticipadas por culpa, precisamente, de los vientos de traición desatados por Inés Arrimadas.
El movimiento de Inés Arrimadas se convierte, de este modo, en todo un detonante explosivo que ha desembocado en la convocatoria anticipada de elecciones en la Comunidad de Madrid. Y ello, por incumplir los acuerdos que la líder de Ciudadanos alcanzó personalmente con Pablo Casado de cara a dotar de estabilidad los Ejecutivos regionales pactados entre las formaciones naranja y azul.