El PSOE negoció la moción de Murcia que dinamita el pacto con el PP «con pleno conocimiento de Arrimadas»

Murcia Inés Arrimadas
Carlos Cuesta

La moción de censura de Murcia se ha negociado a lo largo de semanas. Una negociación que ha desafiado los pactos cerrados entre Inés Arrimadas y Pablo Casado abriendo la líder de Ciudadanos las puertas del Gobierno de Murcia al PSOE. Y todo ello ha contado «con pleno conocimiento de Arrimadas».

En el seno del PP no dudan en calificar de «traición» el acto de la líder de Ciudadanos. E incluso algunos de sus líderes regionales no han tardado en criticar abiertamente la postura de la líder naranja, una postura que conocía el PSOE, pero ni siquiera su propia cúpula.

Fuentes socialistas, sin embargo, confirman que la actitud adoptada por Inés Arrimadas encaja mucho más en la versión del PP que en la suya propia. Y es que «Inés Arrimadas ha estado al corriente de todo y con pleno conocimiento de los pasos que se daban en Murcia», señalan fuentes socialistas. «Las negociaciones se han llevado de la mano de los líderes regionales, pero con la supervisión permanente de los responsables de los partidos en Madrid» añaden las mismas fuentes.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no comunicó a su Ejecutiva la moción de censura en Murcia de la mano del PSOE para desbancar a su socio de Gobierno, Fernando López Miras. Así lo ha desvelado en redes sociales el portavoz de Ciudadanos en las Cortes valencianas, Toni Cantó, y así lo ha podido confirmar OKDIARIO de fuentes internas. Una decisión que ha provocado también un terremoto político en Madrid, donde el Gobierno PP-Ciudadanos se ha roto con la convocatoria de elecciones anticipadas por culpa, precisamente, de los vientos de traición desatados por Inés Arrimadas.

«Cualquiera que me conozca puede imaginar qué pienso de la decisión que ha tomado mi partido en Murcia y de las consecuencias que eso acarrea. Como gran parte de la ejecutiva, no era conocedor de esta decisión. He pedido una convocatoria urgente para trasladar allí mi opinión», revelaba de inmediato ser mismo Toni Cantó en su perfil oficial de Twitter.

Por su parte, Inés Arrimadas rompía su silencio en redes sociales para respaldar el movimiento realizado en Murcia, que pretende llevar a la consejera Ana Martínez Vidal, de Ciudadanos, a la Presidencia de Murcia gracias al PSOE de Pedro Sánchez, pese a tener menos votos que el PP y que el PSOE. «Llevamos meses intentando que el PP de la Región de Murcia cumpla el acuerdo para combatir la corrupción y el escándalo de las vacunaciones irregulares. Ha sido imposible. Abriremos una nueva etapa de regeneración liderada por las políticas de Ciudadanos», ha declarado Arrimadas en su perfil oficial de Twitter.

El movimiento de Arrimadas

El movimiento de Inés Arrimadas se convierte, de este modo, en todo un detonante explosivo que ha desembocado en la convocatoria anticipada de elecciones en la Comunidad de Madrid. Y ello, por incumplir los acuerdos que la líder de Ciudadanos alcanzó personalmente con Pablo Casado de cara a dotar de estabilidad los Ejecutivos regionales pactados entre las formaciones naranja y azul.

Esos pactos no tienen ni medio año. Y se cerraron mientras el PSOE no dejaba de caldear el clima para lanzar una moción de censura contra Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Y justo por ese motivo y en ese momento, el PP y Ciudadanos ratificaban al inicio de octubre el bloqueo a este tipo de iniciativas. Pablo Casado contactó en esas fechas con Inés Arrimadas para confirmar el mantenimiento de los entonces firmes Gobiernos de pacto entre los azules y los naranjas.

La respuesta de la líder de Ciudadanos fue totalmente afirmativa: cualquier intento de algún posible grupo de diputados o facción en el sentido de volar Ejecutivos como el de Madrid o Murcia sería bloqueado desde la Ejecutiva Nacional de Ciudadanos.

La conversación se mantuvo a raíz de los rumores sobre un posible vuelco del Gobierno de la Comunidad de Madrid propiciado por un giro de timón de Ciudadanos en la región. El PSOE ya había dejado claro que buscaba ese vuelco y había anunciado que estaba dispuesto incluso a dar la Presidencia a Ignacio Aguado -líder de Cs en Madrid- con tal de ver rodar la cabeza de la actual presidenta. Justo la misma operación que ahora se ha desarrollado en Murcia y que ha permitido y amparado la propia Arrimadas.

El pacto ni siquiera era nuevo, pero el presidente del PP prefirió confirmar el mismo acuerdo que había alcanzado el 15 de mayo en su reunión con Inés Arrimadas, precisamente, por la insistencia obvia y evidente del PSOE en tumbar los Gobiernos de centro derecha.

Arrimadas, efectivamente, confirmaba en aquellas no lejanas fechas su nula intención de proceder a semejante giro de gobernabilidad e, incluso, señalaba que, en caso de materializarse un intento de tumbar a Isabel Díaz Ayuso por medio de una moción de censura, su órgano de Gobierno de Cs frenaría la maniobra.

Es ahora ella, la líder naranja, justo la que ha prendido una mecha en Murcia que ha hecho saltar el esquema de gobernabilidad que se comprometía a preservar en toda España.

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