El PSOE quiere que el nuevo Estatuto sea la «Constitución interna» que reconozca al País Vasco como nación
Para el PSOE, el Estatuto de Guernica, cuya actualización sigue pendiente, es una «Constitución interna» para el País Vasco en la que pretenden blindar la consideración del País Vasco como «nación» y «nacionalidad».
La referencia se recoge expresamente en el programa con el que la candidata Idoia Mendia concurre a las próximas elecciones del 12 de julio y que incluye una detallada referencia a la política territorial y a la actualización estatutaria. En uno de los puntos, los socialistas vascos hablan abiertamente de ese Estatuto como ‘Constitución interna de Euskadi’ en la que, defienden, se deben «introducir los elementos sustantivos del autogobierno». El documento con el que la candidata Idoia Mendia concurre a los comicios incorpora además el controvertido concepto del País Vasco como «nación» y «nacionalidad».
Aunque la campaña de estas autonómicas está adquiriendo un inevitable perfil nacional, el PSOE persevera en la definición del especial estatus del País Vasco.
En este contexto, la reforma estatutaria blindaría ya en su preámbulo el reconocimiento de «la pluralidad de indentidades y sentimientos que existen en la sociedad vasca» y «su identificación como nacionalidad/nación», destaca el partido de Mendia. También se incluye el «señalamiento de las singularidades admitidas y desarrolladas legalmente», como los «derechos históricos, el Concierto Económico, el euskera y el derecho civil», y una «referencia obligada a la violencia de motivación política sufrida en la historia reciente». La propuesta de renovación del Estatuto destaca además en el Título Preliminar «el estatus del euskera» y refuerza la definición competencial con el Estado.
El PSOE propone el «derecho de los vascos a intervenir en todas las decisiones políticas que afecten a sus derechos»
El nuevo Parlamento vasco que se configure tras el 12-J tendrá sobre la mesa el texto propuesto al final de legislatura en la ponencia de autogobierno, pactado entre PNV, PSE y Podemos. El principal desencuentro en el documento entre estos partidos es el llamado ‘derecho a decidir’, de la que los socialistas disprepan. El experto de los socialistas, Alberto López Basaguren, justificó en un voto particular que «puede poner en riesgo el conjunto del consenso alcanzado».
En cualquier caso, los socialistas sí piden un especial reconocimiento del estatus territorial vasco, insistiendo en el polémico concepto de «nación». Aunque no mencionan en ningún caso ese ‘derecho a decidir’, sí aseguran, en un punto ambiguo, que la reforma estatutaria deberá «garantizar el derecho de los ciudadanos y las ciudadanas vascas a intervenir, de acuerdo con las reglas y en los términos que la legalidad constitucional y estatutaria establece, en todas las decisiones políticas que afectan a sus derechos e intereses». También se pide asegurar «el derecho al autogobierno mediante un apcto de convivencia cívico y de ciudadanía plena».
Equiparación de las víctimas
El PSE ahonda también en su particular postura sobre la actuación policial en la comunidad, e insiste en la alusión a la «violencia de motivación política», un concepto con el que se criminaliza a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y que tiene su máxima expresión en la Ley de reparación de víctimas de abusos policiales aprobada el pasado año por los socialistas y el PNV para «reparar» a los damnificados por acciones cometidas por las fuerzas policiales o parapoliciales entre 1978 y 1999.
Los socialistas apuestan por los «encuentros restaurativos» entre etarras y víctimas para «difundir los valores básicos de convivencia»
El PSOE vasco impregna de esa consideración todo un apartado, ‘Memoria: nunca más’, en el que equipara esas presuntas víctimas a las de ETA. Así, se reclama específicamente «memoria, reconocimiento, justicia y reparación» para «todas las víctimas»: las provocadas por la banda etarra, pero también «por el GAL, y por otros grupos y las víctimas de abusos policiales». A continuación el partido se justifica y añade que ello se hará «sin equiparaciones, ni exclusiones, sin establecer paralelismos ni apelar a ninguna otra consideración que abone la teoría del conflicto político».
Resinserción de etarras
«Los socialistas creemos que el futuro en Euskadi debe construirse sobre el respeto inexcusable de los derechos humanos y de la dignidad e integridad de las personas, incluyendo una visión crítica sobre la injusticia que supuso el terrorismo y otras violencias de motivación política», se señala en otro momento, en el que, de nuevo, se insiste en que «no hay razón política que justifique el terrorismo o cualquier otra vulneración de derechos». El partido de Pedro Sánchez defiende «el respeto a la pluralidad», una ambigua alusión en aras a un posible acuerdo con Bildu.
En el mismo apartado en el que se refiere a la «memoria y justicia» de las víctimas de ETA, los socialistas hablan también de «la reinserción de los presos» . «Este proceso tendrá en cuenta las experiencias pasadas que han favorecido una reinserción efectiva, como los talleres de convivencia y los encuentros restaurativos», entre etarras y sus víctimas. El partido de Sánchez cree que ello servirá para «difundir los valores básicos de convivencia en toda sociedad democrática».