PP y Vox pactan una rebaja masiva de impuestos a pymes, autónomos y familias en Castilla y León
Uno de los puntos fuertes del acuerdo programático de PP y Vox en Castilla y León es el alcanzado en materia tributaria. Tanto el presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco (PP), como el que será su vicepresidente, Juan García-Gallardo, el joven candidato de la formación de Santiago Abascal, han plasmado en su pacto de legislatura un compromiso claro por realizar una bajada masiva de impuestos que beneficie a pymes, autónomos y familias.
Sobre estos tres sectores pivota la rebaja tributaria que Vox llevó a la negociación con el PP y que finalmente fue suscrita por el propio Mañueco en un acuerdo cerrado in extremis minutos antes de la constitución de las Cortes regionales este jueves. De hecho, esta política fiscal fue puesta de manifiesto por los de Abascal en el documento que hicieron público el miércoles por la noche para presionar a Mañueco, que seguía intentado gobernar en solitario. Finalmente, ante el ultimátum de Vox, esto eso, o recibía un trato similar al de Cs en 2019 o no facilitaría su investidura, el presidente en funciones aceptó un acuerdo de gobierno para dar estabilidad a la región y evitar una repetición de las elecciones.
El documento de Vox fue limado en diversos aspectos por el PP, que introdujo modificaciones al respecto. Sin embargo, en el ámbito fiscal, la demanda de los de García-Gallardo permaneció intacta. Uno de los ejes fijados en el acuerdo es la «garantía de unos servicios públicos de calidad, compatibles con una reducción de los impuestos autonómicos».
Y a partir de aquí se desgajan tres acciones programáticas, que Vox ya hizo públicas el miércoles por la noche para reafirmarse en que tales políticas demandaban su presencia en el Gobierno. «Desarrollaremos una política fiscal inteligente, capaz de atraer y retener tejido productivo», reza una de ellas dentro de las 32 consensuadas.
«Favoreceremos la reindustrialización y el aprovechamiento de los recursos propios, desde la competitividad, la innovación, las rebajas fiscales, la digitalización y el acceso a la financiación», señala otra de estas acciones. Y en la misma línea, PP y Vox se comprometen a «apoyar la natalidad mediante ayudas directas e incentivos fiscales progresivos, y fortaleceremos la conciliación de la vida laboral, social y personal».
Subida socialista
Frente a esta política fiscal, cabe recordar que el PSOE llevó en su programa electoral una subida generalizada de impuestos y la creación de nuevos tributos. Por ejemplo, en cuanto al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), la candidatura de Luis Tudanca apostó por un incremento de la progresividad de la tabla autonómica, «aumentando los tramos altos, para que contribuya más quien más gana».
Asimismo, los socialistas planteaban sobre el Impuesto Sucesiones y Donaciones «una tabla más progresiva según la herencia o donación y mayor aumento del gravamen en los supuestos de mayor patrimonio de los herederos o donatarios». De igual modo, el PSOE incluyó en su programa nuevos impuestos medioambientales y hasta la creación de una Agencia Tributaria de Castilla y León.