El PP teme una participación aún menor en las Primarias porque hubo presiones para inscribirse
El bochorno por el raquítico número de inscritos para participar en las Primarias del Partido Popular podría tener su continuación el mismo 5 de julio, el día en que los afiliados están convocados a las Primarias para votar a su candidato. La dirección ‘popular’ y el Comité Organizador del Congreso teme que la movilización sea aún menor y que ni siquiera los 66.706 militantes que cumplieron con el trámite del registro lleguen a depositar la papeleta en la urna.
Las razones para esa sospecha son varias, aunque fundamentalmente dos: el desinterés de la militancia, pese a lo inédito del proceso y su trascendencia -elegir a su próximo líder y candidato electoral- es obvio. Pero, además, desde varias organizaciones territoriales habrían llegado quejas de presiones para la inscripción, aún de militantes que no tenían la intención de participar. Así, esos 66.000 afiliados podrían verse aún desinflados en un 10 o 20 por ciento.
Las normas seguirán al cual
La Comisión Organizadora se reunió el viernes para valorar las críticas de algunos candidatos a las normas establecidas en el reglamento para el próximo cónclave y acordó mantenerlo tal cual. Es decir, sin ampliar ni el plazo -algunos aspirantes reclamaban que los militantes pudiesen inscribirse hasta el día 5- ni modificar los requisitos, como replantearse la propia inscripción. Los organizadores revisaron también varias reclamaciones llegadas a Génova en los últimos días sobre incidencias en el registro, que finalmente ha dado entrada a 188 inscritos más.
A menos de una semana para que los afiliados decidan, en doble urna, qué dos candidatos pasan a la segunda vuelta, los aspirantes se han enzarzado en reproches cruzados y críticas a las normas del Congreso.
Se teme que la participación pueda ser incluso un 10 o 20 por ciento inferior al número de inscritos.
El exvicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, se mostró partidario de que los militantes pudiesen inscribirse hasta el mismo jueves, y el responsable de Relaciones Internacionales del partido, José Ramón García Hernández, fue más allá, cuestionando incluso ese requisito.
La exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, trató de echar balones fuera en las posibles responsabilidades por no depurar el censo de militantes, que, según el partido, estaba en 890.000 personas.
«Yo no he estado en el aparato del partido. Quizá esa pregunta pueda contestarla algún otro candidato, tanto Dolores como Pablo, que sí que estaban allí», rebatió Santamaría.
La excusa cayó como una losa a Casado, que rebatió que Soraya «lleva en el aparato del partido desde 2004, fue revalidada en 2008, y yo llevo desde 2015». «No me parece bien que haya gente que se desligue de la historia», añadió.
El enfrentamiento provocó la intervención del propio Luis de Grandes, presidente de la Comisión Organizadora, quien pidió una tregua a los candidatos. «Pido a los precandidatos que no desprestigien al partido y que nadie tire piedras sobre su propio tejado», reclamó.
El proceso de los ‘populares’ se ha visto enturbiado no solo por la evidente rivalidad entre las candidaturas, sino por las acusaciones de juego sucio y las críticas también de los afiliados por las presiones y las dificultades para inscribirse. OKDIARIO ya informó de que varios militantes habrían hecho llegar su queja al no haber podido ejercer este derecho a causa de los cierres de las sedes, inexistencia de mecanismos para efectuar el voto a distancia o la imposibilidad de entregar las hojas de inscripción del censo.
Los afiliados están llamados a votar el próximo 5 de julio en dos urnas. En una de ellas se elegirá a un máximo de dos candidatos para llegar al congreso extraordinario, que se celebrará el 20 y 21 de julio. En la otra se elegirá a los compromisarios, un total de 2.612, que serán los encargados de decidir entre esos dos aspirantes.