La Policía alerta del descontrol en Nochevieja tras el ataque al ocio nocturno: «No podremos controlarlo»

Ada Colau
La Guardia Urbana en Barcelona.
Carlos Cuesta

La Generalitat ha vuelto a atacar al ocio nocturno. El Gobierno central no se ha atrevido a cerrar el sector pero vuelve a insinuar medidas contra las discotecas y la propia hostelería como parte de la estrategia frente a Ómicron. La Policía acaba de avisar en un comunicado remitido desde los sindicatos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el Ayuntamiento de Barcelona del enorme error de esta decisión: “La apertura del ocio nocturno ha supuesto tener un control más fácil para alcanzar la seguridad y la contención del Covid”, afirman. Su cierre supone volver a la situación de “botellones, grandes concentraciones en la vía pública y fiestas particulares”. Y, tal y como avisan, ya no pueden más para intentar contener ni los botellones, ni los contagios por Ómicron en esas concentraciones.

El comunicado ha sido firmado por el sindicato CSIF. Y habla en nombre de la policía que trabaja en Cataluña y, más en concreto, en el Ayuntamiento de Barcelona. La decisión de cerrar el ocio nocturno vuelve a situar en una situación «vulnerable» a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que según el sindicato «no disponen de recursos humanos y materiales para hacer frente a esta medida”.

«Desde CSIF queremos señalar que nos encontramos ante una decisión que comportará graves problemas de convivencia y seguridad en estas fiestas navideñas”, avisan.

Menos botellones, más seguridad

La policía representada por este sindicato explica que “la apertura del ocio nocturno ha supuesto tener un control más fácil para alcanzar la seguridad y la contención del Covid. Desde la apertura en octubre de estos establecimientos se ha producido una notable reducción en el número de botellones, grandes concentraciones en la vía pública y fiestas particulares”.

Los agentes señalan que esa apertura del ocio nocturno “ha supuesto una disminución importante de los conflictos en seguridad y convivencia, que se producían con los macrobotellones”. Y lanzan la advertencia: “Por consiguiente, será imposible controlarlo durante las fiestas, pero especialmente la noche de fin de año”, debido al cierre del ocio nocturno que la Generalitat y el propio Pedro Sánchez no han dejado de vender como un remedio frente al coronavirus.

“Por ello queremos dejar muy claro que si esta medida se toma por y para controlar la expansión de esta última ola de la Covid-19 denominada Ómicron, será mucho más difícil controlarla si volvemos a los macro y microbotellones, que en el pasado objetivamente ha quedado demostrado que han sido más un problema que una solución, por la falta de control de las medidas para la contención de la pandemia, y todos los problemas asociados de seguridad y convivencia que comportan”, alerta el comunicado de los agentes policiales.

Los policías explican que «los macrobotellones y microbotellones van a suponer para la seguridad y la convivencia en la ciudad de Barcelona y por extensión al resto de pueblos y ciudades de Cataluña, si esta medida se mantiene» un grave problema: «Se dispararán más las infracciones penales relacionadas con estas grandes concentraciones de masa social, como son el tráfico y consumo de drogas; agresiones y violaciones; robos con violencia o intimidación; hurtos; peleas multitudinarias; apuñalamientos y un largo etc. También a esta problemática de seguridad se sumará otra de convivencia como molestias vecinales, incivismo, destrozos y deterioro del mobiliario”.

Pero, además, si a la función de control de los botellones, se suma «el control que las administraciones pretenden que la policía efectúe en su función inspectora», para supervisar «si en la restauración se está cumpliendo con la exigencia del pasaporte Covid para las comidas y cenas de navidad», la policía «no podrá llevarla a término, por lo que es un brindis al sol», añaden.

Mientras llega esta advertencia severa, además, varias asociaciones del ocio nocturno y la restauración han presentado en Cataluña un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra las nuevas restricciones de la Generalitat, entre ellas, la limitación de aforos y el cierre de discotecas.
Organizaciones como la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon) o la Federación Intercomarcal de Hostelería y Restauración (Fihrt), ha denunciado igualmente la «falta de eficacia» de las medidas y los «perjuicios irreparables» que supondrán.

Y todo ello, mientras la Policía se encuentra devastada por los contagios de Covid y el Ministerio de Interior ha dado orden de forzar la máquina en el Cuerpo llegando incluso a amenazar con aplicar el régimen de «responsabilidades disciplinarias» si los agentes no se protegen de la forma conveniente como para seguir prestando servicio, como ha publicado OKDIARIO.

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