La Generalitat cierra el ocio nocturno, la mitad de los restaurantes e implantará un nuevo toque de queda
La Generalitat pedirá esta misma semana permiso al TSJC para implementar las medidas a partir de este jueves
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Sánchez propondrá limitar o cerrar discotecas y restaurantes la próxima semana para frenar el Covid
La Generalitat de Cataluña ha decidido este lunes, tras una reunión del Comité de Seguimiento del Coronavirus, presidida por Pere Aragonés, aplicar nuevas restricciones en toda la comunidad con carácter inminente. Entrarán en vigor, concretamente, este jueves a medianoche.
Las nuevas medidas pasan por restringir a diez personas los encuentros sociales, el cierre del ocio nocturno en toda Cataluña y la limitación al 50% la capacidad de la restauración y al 70% en el caso de gimnasios y teatros. La voluntad es también aplicar un nuevo toque de queda, de 1 a 6 de la madrugada, que afectaría a toda la población.
Aragonés se adelanta así a la reunión de la Conferencia de Presidentes que Pedro Sánchez ha convocado para este miércoles por la tarde. Pese a la urgencia de la situación, según fuentes monclovitas, el presidente del Gobierno ha dejado tres días sin tomar decisiones y lo hará 48 horas antes del inicio de las fiestas.
Toque de queda
El toque de queda que pretende aplicar la Generalitat va de 1 de la madrugada a 6 de la mañana. Tendrá que ser validado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al no haber activo ningún estado de alarma. Con la medida, que supondrá también la salida a la calle de miles de agentes de la Policía para controlar el cumplimiento, se quiere evitar la movilidad nocturna.
Reuniones de diez personas
Otra de las medidas que entrarán en vigor este jueves, si los tribunales lo autorizan, es la limitación de diez personas en los encuentros sociales. De esta forma vuelve una de las restricciones más duras de las fiestas del año, ya que eso provocaba que muchas familias no pudieran reunir la totalidad de sus miembros. Estas diez personas deberán ser, como máximo, de dos burbujas distintas.
Reducción de aforos y cierre del ocio
Las discotecas catalanas tendrán que cerrar hasta el próximo mes de enero. El Govern sigue los pasos de Francia y clausura por completo el ocio nocturno. La restauración verá limitada su operatibilidad al 50% y los gimnasios y teatros al 70%. En estos establecimientos habrá controles policiales tanto para comprobar el cumplimiento de la capacidad máxima como del certificado Covid.
Aragonès comparece este martes
El presidente catalán, Pere Aragonés, ya había previsto algunas medidas para combatir el Covid, pero la gravedad de los datos de incidencia y el temor a que se produzca una colapso en sanidad pública, le ha llevado a endurecerlas como están haciendo varios países de Europa. Este martes, a las doce del mediodía, comparecerá en el Palau de la Generalitat para dar más detalles de las nuevas restricciones.
Vox en contra de las medidas
La primera reacción al endurecimiento extremo de las medidas ha venido de manos de Vox. Ignacio Garriga, presidente del Grupo Parlamentario de VOX en Cataluña, ha señalado en redes que «el separatismo vuelve a hacer gala de su totalitarismo imponiendo un nuevo toque de queda, cierre del ocio nocturno, limitación de aforos en las reuniones familiares y en la restauración».
Controles policiales
Aragonés sacará a los Mossos d’Esquadra a la calle para comprobar el cumplimiento del uso del pasaporte Covid, tal como avanzó OKDIARIO. La detección de fraude para acceder a los establecimientos donde es obligatoria su presentación (bares, restaurantes, gimnasios y residencias) ha encendido las alarmas en el Palau de la Generalitat. Además, según fuentes gubernamentales, no todos los locales cumplen la norma de solicitar el certificado. Este fin de semana miles de personas se manifestaron en Barcelona contra el uso del pasaporte Covid.
Desde su entrada en vigor hace un par de semanas, el Govern ha detectado que muchas personas no vacunadas usan pasaportes falsos o de terceras personas para poder acceder a los locales. Hay incluso, según fuentes de la Consejería de Salud, «mercado negro de códigos QR». Por eso, Aragonés quiere que sean los Mossos los que controlen la autenticidad del documento y el portador y, en caso de detectar dicho fraude, puedan ser sancionados por falsedad documental.
Otra de las preocupaciones de las autoridades sanitarias catalanas, que ven cómo día tras día la incidencia y la ocupación de camas hospitalarias crece sin control, es la flexibilidad de bares, restaurantes y locales a la hora de solicitar el documento. En la mayoría de casos únicamente comprueban que el código QR sea válido, sin pedir el DNI para cotejar si es de la persona que lo presenta, y en otros incluso permiten la entrada al establecimiento sin tan siquiera solicitar el pasaporte.
A partir de ahora todo esto cambiará. La posibilidad de que agentes de los Mossos uniformados o de paisano puedan pedir el documento en el interior de los locales obligará a los propietarios a ponerse las pilas. De no hacerlo se juegan multas cuantiosas. El objetivo de la Generalitat con esta medida, tras obligar a mostrar el DNI junto al pasaporte que no se está cumpliendo, es garantizar que de cara a las fiestas navideñas la incidencia no se dispara hasta el punto de obligar a tomar nuevas medidas restrictivas.