Podemos revela su estrategia: «Polarizar a la sociedad» para sostener un Gobierno «con muchas debilidades»
Podemos lo tiene claro: quiere polarizar a la sociedad española en los extremos para tenerlo más fácil para llevar a cabo su agenda política. Así lo expresa en el foro Viento Sur ante decenas de militantes de izquierda su diputado Txema Guijarro, encargado de Análisis Electoral y Discurso.
«Clave para sostenerse (en el Gobierno) es polarizar y resolver. Yo nunca me vi defendiendo a un Gobierno del PSOE hasta que vi a los obispos en la calle manifestándose todos los días contra el matrimonio gay y otros temas. Es lo mismo. Jamás me consideré del PSOE pero decía, joder, pobre Zapatero. Pues eso, esa lógica del amigo-enemigo que nos van a imponer hay que saber jugarla y saber aprovecharla», señala el también secretario general del grupo de Podemos en el Congreso que se abre en canal y desvela la estrategia de Pablo Iglesias.
«Cuando digo que hay que polarizar es que es que la derecha ya se ha echado al monte, ya está ahí, han subido tanto el volumen que ya no tienen margen para subir más», explica Guijarro. En esta misma línea, bromea: «Si ya es un golpe de Estado lo que estamos haciendo, el día que demos de verdad uno, ¿qué va a ser?, ¿el juicio final?».
«La reacción está movilizada y lo estará permanentemente, ahora es fundamental empezar a dar la batalla cultural. Que la gente entienda que éste es su Gobierno y hay que defenderlo. Tienen que verse identificados con las medidas materiales y en lo cultural», apuesta.
A continuación, Guijarro aplica su estrategia de «polarizar y resolver» al conflicto abierto en Cataluña. «Está claro que Cataluña y lo territorial ahora es la piedra de toque. La estrategia en la que confío es que volver a las mesas de diálogo, con los principios democráticos, que se supone que nos inspiran a todos, hagan que vayamos ganando una mayoría social que resuelva esto por la vía democrática y no por la de los palos en la que está una parte importante de este país». Desvela que son «reflexiones abiertas» a las que ha llegado la Ejecutiva de Podemos.
Lista de debilidades
Este economista experto en Relaciones Internacionales enumera las «debilidades objetivas y subjetivas» que arrastra el Ejecutivo. «Está la fragmentación parlamentaria, cada pleno será conformar una mayoría de gobierno. El esfuerzo de estas semanas para una investidura por dos votos, por la mínima, va a ser el ‘pane nostrum’ cotidiano», apunta en primer lugar.
Por otro lado, señala «una tensión clara con el aparato judicial en España, una etapa de ‘lawfare’, básicamente utilizar las herramientas jurídicas para hacer guerra. Ya hemos visto cómo opera en España, ahora será muchísimo más descarnado».
A continuación apunta como otra debilidad que «la estabilidad del Gobierno depende de un socio como ERC que está en una disputa política muy al margen, está condicionado por una agenda política catalana que no es la de Madrid».
Otro elemento es que «los poderes tradicionales de España van a conspirar por puro sentimiento deportivo, esto es decimonónico, sentirán que les han quitado su juguetito, su Estado… y haga lo que haga el Gobierno van a conspirar».
Flaquezas en Podemos
A esto, añade «otros factores imponderables y otros de debilidad interna. Sostener un Gobierno de cambio requiere activos de partido que ahora mismo estamos lejos de haber construido. Los desafíos como organizaciones políticas son inmensos, no están del todo calibrados».
Por último, añade como riesgo «el propio PSOE, el ‘factor PSOE’, con eso lo digo todo, no digo nada pero lo digo todo». «Quiero decir, es que es el PSOE…», comenta para las risas del público.
Ante las críticas de la diputada Ángela Aguilera por la entrada en el Ejecutivo con Sánchez, el diputado señala que «no tenemos otra alternativa, no estar sencillamente no es contemplable. Aquello de esperar a tiempos mejores como una partida de ajedrez, a ver cuándo es mejor un asalto… siempre olvidamos que estamos hablando de mejorar la vida de las personas y si especulamos… hay una urgencia sí, por supuesto».
«Vamos a entrar a jugar con esos riesgos y los que surjan. La disputa pasa del Congreso al Consejo de Ministros. Habrá menos publicidad, habrá que guardar el secreto de las deliberaciones, pero tienes mucho más… acción de Gobierno, que es definitivamente para lo que estamos», argumenta.
Trabajo en CEPS
En este debate sobre entrar o no en Moncloa, Guijarro comenta una experiencia personal. Reconoce que en los 90 estaba muy cómodo en el PCE de Julio Anguita siendo «pepito grillo». Pero tuvo «una experiencia política fuerte en América Latina». «Fui en 2008 y me cambió la vida. Soy de esos que dice la prensa ‘los malos de Podemos y Chávez’… Trabajé en Venezuela y Ecuador. Me enseñó eso. No se trata de tener razón, como yo hacía en el PCE. En España nos hemos tirado mucho tiempo con el síndrome de derrotados tras una Guerra Civil».