Podemos indemniza a su ex diputado Miguel Vila para no readmitirle como empleado tras su despido nulo
El partido de Pablo Iglesias ha reincidido a golpe de talonario para evitar que el exdiputado morado se reincorporase a su plantilla de trabajadores como ordenó una juez.
Podemos compró el silencio de la escolta-recadera de Montero para que la ministra no vaya a juicio
Podemos vuelve a silenciar otro escándalo laboral en el seno del partido a golpe de talonario. La formación que lidera el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha evitado previa indemnización que el ex diputado morado en el Congreso Miguel Vila se reincorpore a la plantilla de trabajadores del partido como ordenó una juez, tras declarar nulo su despido.
Pese a que la propia Irene Montero, ‘número dos’ de Podemos, aseguró públicamente que acatarían el resultado de la sentencia judicial y que Miguel Vila volvería a ejercer como técnico de imagen y sonido -puesto que abandonó de manera temporal para ser parlamentario por Burgos en la Cámara Baja durante las XI y XII legislaturas, esto es, entre enero de 2016 y marzo de 2019- la realidad se muestra muy diferente. Vila, según ha podido saber OKDIARIO, está actualmente en paro.
Esta maniobra de Podemos, que se está convirtiendo en un mecanismo habitual en las purgas de la formación, se retrotrae a octubre de 2019, cuando la magistrada del Juzgado de lo Social número 36 de Madrid, Patricia del Valle, dio la razón a Miguel Vila y declaró nulo su despido. Obligando a los de Pablo Iglesias a readmitirle en su cargo en el partido bajo el argumento esgrimido por el demandante de que fue «represaliado» por no ser afín al sector oficialista.
No es la primera vez que Podemos recurre a un pago pactado para favorecer la salida de miembros incómodos para la formación, como en el caso de la escolta convertida en recadera que denunció a Irene Montero por discriminación laboral y por encomendarle tareas que no se correspondían con su puesto, ni con el tipo de contrato suscrito. A pesar de que se erigen como defensores de los trabajadores en sus filas viven una alta conflictividad laboral de trabajadores que llevan sus casos a los tribunales.
En octubre se desveló que otro ex dirigente de Podemos, Jorge Lago, ex director de la fundación del partido (el Instituto 25M), también había denunciado al partido y había recibido el respaldo de la justicia. En ese caso también el motivo para despedirle fue que era errejonista y no pablista. Se trata de un sociólogo con puesto fijo de profesor de Teoría Política en la Universidad Carlos III de Madrid.
Ahora, fuentes próximas a la formación morada y consultadas por OKDIARIO apuntan que «Miguel Vila aceptó una indemnización y se marchó, consciente de que era imposible continuar en Podemos, pero la operación se hizo con la máxima discreción y no han trascendido ni la cantidad ni los términos del acuerdo alcanzado»más allá de la dirección del partido y del propio exdiputado.
«Ilícito por afinidad política»
En su sentencia, la juez confirmó que Miguel Vila fue despedido de Podemos por una «reacción ilícita frente a la afinidad política» del ex diputado que vulneró los artículos 14 y 24 de la Constitución Española. Vila, quien desde octubre de 2014 hasta diciembre de 2015 había trabajado como operador de cámara, dio el salto a la política en las elecciones generales de 2016, para ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados representando a la formación morada.
Fue entonces cuando tramitó su baja en la Seguridad Social y el correspondiente alta en el régimen especial de parlamentarios, hasta que las Cortes se disolvieron el 5 de marzo de este año. Posteriormente, al quedar fuera de la Diputación Permanente del Congreso, solicitó la indemnización por transición a la que tienen derecho todos los diputados hasta la celebración de nuevas elecciones y, como no repitió como candidato en los pasados comicios del 28 de abril, reclamó la compensación por cese de actividad parlamentaria.
Llegados a este punto, Vila pidió reincorporarse a Podemos pero el partido se lo impidió. La formación aseguró que no tenía constancia de que en su momento hubiese solicitado una excedencia forzosa para dedicarse en exclusiva a su cargo parlamentario, sino que se trataba de una baja voluntaria como empleado. Además, el partido esgrimió que Vila había cesado como diputado el 5 de marzo y no reclamó su reingreso en la formación hasta el 26 de abril, excediendo el plazo máximo de un mes fijado para el trámite por la ley.
Sin embargo, la juez rechazó los argumentos de Podemos al considerar que Miguel Vila no manifestó en ningún momento voluntad alguna de romper su relación laboral con el partido. Y afirmó en su resolución que la verdadera causa del despido del político fue expulsarle por su escasa afinidad con el «denominado sector ‘pablista’», dado que formaba parte de la corriente crítica del mismo, liderada por Íñigo Errejón. Tal es así que se presentó en las listas electoral de Más Madrid en las elecciones autonómicas de 2019.
1.891 € mensuales
La juez destacó en su sentencia que Podemos no había presentado ninguna prueba de que el despido no fuese una «represalia» y se limitó a sostener que Miguel Vila no solicitó el reingreso en el plazo marcado por la ley, algo que no era cierto, según dictó la magistrada como recogió EFE.
Por todo ello, «no existe justificación alguna» para el despido por lo que es nulo, sentenció la juez y ordenó la readmisión del trabajador en Podemos, condenado a la formación al pago de una indemnización de 63,05 euros diarios -1.891 euros mensuales- por los salarios que hubiese dejado de percibir hasta su readmisión.
Defensa del cannabis
Miguel Vila, quien saltó a la fama porque Pablo Iglesias ofreció desde la mismísima tribuna de oradores de la Cámara Baja su propio despacho para que conociera a la ‘popular’ Andrea Levy que según él «se calentaba» con el morado, ha reaparecido tras dos años sin presencia en medios de comunicación en Cannabis.es, una web sobre marihuana.
En una reciente entrevista concedida al portal para hablar sobre la droga, aseguró que como diputado de Podemos coordinó una propuesta para regularizar el cannabis pero quedó en nada porque «no se ve rentabilidad electoral en la regulación del cannabis». A sus 36 años asegura que no milita en ningún partido aunque tiene afinidad por Podemos y Más País. En la formación de Pablo Iglesias reconoce que tuvo problemas para recuperar su puesto y que sería difícil volver aunque no cierra la puerta.
OKDIARIO ha contactado con el exdiputado que asegura no querer hacer declaraciones sobre el tema.