Podemos ataca al Rey en el Congreso con el silencio del PSOE: «Aquí no hay más de 130 monárquicos»

Podemos ha exhibido este martes sin tapujos su condición netamente republicana. En el debate de la proposición de reforma del Reglamento del Congreso promovida por el PP para limitar los acatamientos a la Constitución a las fórmulas del «sí juro» o «sí prometo» y evitar así las ‘coletillas’ que algunos parlamentarios vienen utilizando en las sesiones constitutivas, el diputado Rafael Mayoral ha considerado la iniciativa un «ejercicio de hipocresía», además de una «posición inquisitorial».

«Es un ejercicio de hipocresía, que lo pudimos ver el día de la constitución de las Cortes, cuando hubo un momento de hooliganismo final para ver quién era capaz de aplaudir más al jefe del Estado para mostrar una mayor adhesión a la Corona. No está en el orden del día discutir sobre la elección o no de la jefatura del Estado, pero sean conscientes y respetuosos de que no pasan de 130 los que se autodenominan monárquicos en esta Cámara», ha afirmado el diputado, que ha advertido también: «No vamos a renunciar a nuestros sueños y esperanzas, no vamos a renunciar a nuestro sueño de una república plurinacional», acusando al PP de  «imponer criterios antidemocráticos». 

Según Mayoral, con la prohibición de esos añadidos en las fórmulas de acatamiento de la Constitución «se está planteando una posición inquisitorial, y quienes lo dicen son los mismos que niegan que nuestro país es una realidad plurinacional, que se compone de nacionalidades y regiones que tienen el derecho al autogobierno».

«Están intentando retrotraernos a otra época, acabar con los principios más básicos de la democracia al poner en cuestión la voluntad popular expresada en las urnas», ha añadido.

En concreto, tras las elecciones del 10 de noviembre, los independentistas catalanes se refirieron a la soberanía del pueblo catalán y recordaron a los condenados por el proceso independentistas de 2017. Los diputados de Podemos aprovecharon para defender los derechos sociales, el planeta o las mujeres asesinadas.

Mayoral ha recriminado al PP que «no reconocen que somos un pueblo diverso y plural». «Están intentando retrotraernos a otra época, acabar con los principios más básicos de la democracia en el momento en que ponen en cuestión la voluntad popular expresada en las urnas», ha añadido.

El diputado morado ha acusado a los ‘populares’ de llevar a la Cámara un debate «que lo único que pretende es enfrentar a los pueblos de España» y cargó contra «quienes venden vivienda pública, que no son patriotas, son vendepatrias».

El PSOE calla

Desde el PSOE, Patxi López ha destacado que el Estado democrático «entroniza el pluralismo político e impone el respeto a los representantes elegidos». En este contexto, ha considerado que «no resulta congruente una interpretación» que «antepone un formalismo rígido a cualquier otra consideración».

López ha defendido así las muletillas utilizadas por los separatistas. «El Reglamento es la excusa para plantear algo más ideológico, que es su obsesión permanente por imponernos su visión particular de las cosas», ha espetado al PP.

«No aceptan la pluralidad de este país que consagra nuestra Constitución. Tienen un grave problema. Tienen miedo a la libertad», ha recriminado también.

López ha considerado lícito «discrepar de la legalidad constitucional y querer cambiarla» porque, dijo, eso «forma parte de la democracia» y acusó a los ‘populares’ defender una «España uniformada». «Defienden la bandera para quedarse con el palo y agredir al adversario político», ha aseverado.

Desde Bildu, su portavoz Mertxe Aizpurua ha afirmado que «las razones» por las que su partido evita el acto de acatamiento son «entendibles».

«No descubro nada nuevo si digo que hay representantes políticos en este hemiciclo que no compartimos en absoluto determinados artículos de esta Constitución», ha dicho a la Cámara.

«Somos independentistas y republicanos», ha avisado la portavoz del partido de Arnaldo Otegi, que consideró que «prometer lealtad a las leyes no garantiza mejor el cumplimiento de las leyes». Aizpurua ha destacado que los diputados fueron «elegidos tras un proceso electoral» con un «compromiso», en su caso, «la república vasca». En su opinión, la obligación de jurar o acatar la Constitución supone un «rigorismo excesivo» que ataca el «derecho de participación» en los asuntos públicos.

Por parte de ERC, Pilar Vallugera ha manifestado que, si acceden al acatamiento, es «porque la ley lo impone» para alcanzar la condición de diputados».

«¿Acaso ser independentistas y republicanos nos hace menos merecedores de ser representados? Sean claros y propongan que los independentistas, republicanos y el resto de disidentes no puedan votar. Trátennos como súbditos sin derechos, que no merecemos tener voz ni existencia política», ha aseverado la republicana catalana a los ‘populares’.

Tanto el PP, como Vox y Ciudadanos, han protestado por que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, diera por buenas todas las fórmulas y le han pedido que reconsiderara su posición pero, ante su negativa, tanto los ‘populares’ como los de Santiago Abascal ya advirtieron de que recurrirían en amparo al Tribunal Constitucional. Así lo hizo el pasado viernes Vox, como el año pasado lo hizo el PP al inicio de la anterior legislatura, sin que el Tribunal Constitucional haya tomado aún una decisión al respecto.

Tanto el PSOE como Unidas Podemos han avanzado que votarán en contra de su toma en consideración.

El PP ha subrayado que el acatamiento de la Constitución no puede considerarse «un mero trámite o un simple formalismo» y que, por tanto, habría que acabar con las expresiones «más o menos imaginativas o pintorescas» y utilizar las fórmulas de «sí, juro» o «sí, prometo» «sin que pueda preceder ni proseguir ninguna otra expresión a dicha afirmación que vacíe, limite o condicione su sentido propio».