Tribunales

El hombre que llamó «garrapata» a Iglesias le pide que le haga ‘un Hasél’ y le quite la querella

Alega que llamar a Iglesias "garrapata o chepas" es libertad de expresión como la que se reivindica para el rapero

Uno de los motivos de Iglesias para pedir cárcel para un manifestante ante su casoplón: «Me llamaba garrapata»

Iglesias querella
Pablo Iglesias y Miguel Frontera

La abogada de Miguel Frontera, vecino de Galapagar al que Pablo Iglesias quiere meter en la cárcel por manifestarse frente al casoplón y llamarle «garrapata», insta al líder de Podemos a retirar la querella contra este ciudadano. La letrada Polonia Castellanos recoge en un escrito presentado ante el Juzgado que el vicepresidente segundo del Gobierno ha defendido públicamente al rapero Pablo Hasél, condenado por enaltecimiento del terrorismo de ETA e injurias a la Corona, asegurando que estas acusaciones son «libertad de opinión». Por tanto, fuentes de la defensa explican a OKDIARIO que también es libertad de expresión llamar «chepas o garrapata» al secretario general de la formación morada.

En el escrito, al que ha tenido acceso OKDIARIO, la abogada manifiesta que «en vista de los actos del denunciante tendentes a despenalizar los delitos de injurias a la Corona e instituciones del Estado; despenalizar los delitos contra los sentimientos religiosos; o el delito de enaltecimiento al terrorismo por, según Iglesias, poner en riesgo la libertad de expresión, y en vista a la insistencia del denunciante para que Pablo Hasél –con antecedentes penales– no acuda a prisión, insto al denunciante a retirar la querella contra mi representado».

Iglesias defendió a través de su cuenta de Twitter al delincuente Hasél, condenado por la Audiencia Nacional a dos años, cuatro meses y 15 días de cárcel. El vicepresidente manifestó: «Opino que en democracia nadie debería ir a la cárcel por delitos de opinión. Hay otros mecanismos jurídicos para proteger el honor, la integridad o el desprestigio. Que Hasél vaya a la cárcel, pienso que generará la sensación de que la Ley no siempre es igual para todos».

«Iglesias, garrapata» 

Sin embargo, Iglesias solicita ocho años de prisión para Miguel Frontera y la Fiscalía le acusa de un delito de injurias por llamar al líder de Podemos «hijo de terrorista». En la querella, a la que tuvo acceso OKDIARIO, Iglesias, además de acusar a Frontera de seis delitos, se queja de que le llaman «garrapata» y «analfabeta» a su pareja y ministra de Igualdad, Irene Montero. En concreto, Iglesias acusa a Frontera de estos seis delitos: acoso, descubrimiento y revelación de secretos, desobediencia a la autoridad, alteración del orden público y, por último, otro delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.

El escrito presentado por los abogados de Iglesias arrancaba así: «Miguel Frontera se persona a diario en el domicilio particular de nuestro representado, sito en la Urbanización de La Navata de Galapagar, hostigando y profiriendo improperios como llamarle ‘garrapata’ o términos de índole similar». Las acciones legales contra este ciudadano se fundamentan, básicamente, en las afirmaciones que ha vertido en la red social Twitter. «Otro día más en casa de la garrapata de Galapagar», publicó el pasado mes de junio el denunciado.

Fragmento de la querella interpuesta por Pablo Iglesias a un ciudadano que se manifiesta pacíficamente frente a su casoplón de Galapagar.
Fragmento de la querella interpuesta por Pablo Iglesias a un ciudadano que se manifiesta pacíficamente frente a su casoplón de Galapagar.

Los abogados de Iglesias dicen que las actuaciones del ciudadano alteran el orden público y las califican de «gamberrismo». También alegan que no se trata de protestas políticas sino de una «animadversión personal» y «odio» hacia Iglesias y su pareja, Irene Montero. En la querella también se acusa a Frontera de saltarse el perímetro que las fuerzas de seguridad han instalado alrededor del casoplón de Iglesias.

Iglesias y Montero fundamentan su querella aportando unos videos. En una de las grabaciones aparece Frontera manipulando un equipo de sonido mientras lleva un cartel en el que dice: «Irene Montero, ministra analfabeta cuyo mérito es tener las rodilleras gastadas».

Del mismo modo, la Fiscalía que tiene como máxima responsable a la ex ministra Dolores Delgado actuó de oficio y denunció a este vecino por un delito de injurias graves a la autoridad tipificado en los artículos 208 y 215.1 del Código Penal. Para ello, encargó un informe a los agentes de la Guardia Civil que en aquel momento escoltaban el casoplón del podemita. Ahora estos han sido sustituidos dos por la Policía Nacional.

Con el objetivo de verificar la continuidad de los hechos, remarcó la Comandancia de Madrid en un segundo escrito, se adjuntaron ocho imágenes y dos vídeos. El agente instructor subrayó: «La pancarta con el texto ‘Pablo Iglesias hijo de terrorista’, fue vista por primera vez el día 2 de junio y la que contiene el texto ‘Irene Montero, ministra analfabeta cuyo mérito es tener las rodilleras gastadas’, apareció el día 5 de junio. A partir de esta fecha, los dos carteles han ido en el mismo soporte, uno por anverso y el otro por reverso». Apuntó que el domingo, 7 de junio, fue la última vez que se pudieron observar dichas pancartas. En el mismo informe se adjuntó imágenes y vídeos en un DVD incorporado a la causa.

Antecedentes penales

Polonia Castellanos añade que Frontera no tiene antecedentes penales a diferencia del rapero delincuente Pablo Hasél al que defiende Iglesias. Hasél fue condenado en 2015 a 2 años de prisión por hechos similares a la actual condena, aunque no entró en la cárcel por no tener antecedentes. Sin embargo, ha vuelto a reincidir y la Audiencia Nacional ha dictaminado su ingreso en prisión.

También ha sido condenado en el pasado por otros dos delitos -aún no firmes- y está pendiente de una quinta causa. El rapero, cuyas letras y mensajes en redes sociales están llenas de muestras de odio contra la Policía Nacional y la Guardia Civil, y en las que apela abiertamente a la violencia de ETA, lleva meses inmerso en una campaña para que se anule su condena. Según defendió en el juicio, sólo se ha limitado a recoger las informaciones periodísticas que aparecen en medios de comunicación.

«Los amigos del reino español bombardeando hospitales, mientras Juan Carlos se va de putas con ellos», decía Hasél en uno de los mensajes que han terminado ante el juez.

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