Investidura Pedro Sánchez

Sánchez quiere negociar por separado con las confluencias de Podemos para desgastar más a Iglesias

El líder del PSOE quiere desgastar al máximo a Pablo Iglesias en caso de ir a unas elecciones. Negociará hasta el final, aunque él pone las condiciones de la investidura.

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Todo parece indicar que Pedro Sánchez se dirige a elecciones, sí. Pero en la estrategia del socialista rige otra máxima: desgastar en lo posible a su principal adversario por la izquierda, Pablo Iglesias.

Se trata de una cuestión casi personal, que en el propio Podemos reconocen con contundencia. «Quiere matar a Iglesias», aseveraron fuentes podemitas, ya antes de la investidura fallida. Tanto si hay un acuerdo ‘in extremis’ -siempre con un Gobierno monocolor- como si, finalmente, se convocan nuevos comicios, el escenario está preparado.

En esa táctica, Sánchez quiere provocar la mayor fractura de Podemos y, para ello, planea contactar con sus confluencias, que disponen de autonomía de decisión y voto en el grupo confederal.

Los ‘comunes’, tutelados por Ada Colau, se han revelado más flexibles a apoyar al socialista sin exigir la entrada en el Gobierno, la condición en la que persevera la cúpula el partido. También Izquierda Unida, cuyo líder, Alberto Garzón, insiste en llegar a un acuerdo programático que evite las elecciones. Los diputados gallegos de Galicia En Común están, hoy por hoy, más alineados con Iglesias y su tesis de la coalición.

No obstante, Sánchez quiere evidenciar que el grupo podemita no es un bloque, sino una amalgama de sensibilidades e intereses diversos y contradictorios. Revelar que la formación no se pone de acuerdo para un asunto crucial como permitir que haya Gobierno. A eso se añade la presión ‘anticapitalista’, de enorme influencia entre los críticos de Iglesias, y que   rechaza abiertamente la postura de la dirección.

Elecciones para rematar a Podemos

Aunque, en este momento, Sánchez crea más conveniente ir a elecciones -los sondeos le otorgan un crecimiento, al borde de la mayoría absoluta- intentará hasta el último momento dar la apariencia de una negociación.

En los últimos días, el líder del PSOE ha venido abonando el mensaje de que llegar a un acuerdo es complicado, pero que lo intentará hasta el final. Así lo aseguró ante determinados colectivos sociales, en su ronda de reuniones, y también tras reunirse con el Rey en el Palacio de Marivent (Palma). En su intervención, Sánchez destacó por un mensaje insólitamente duro hacia Iglesias, su otrora «socio preferente», y con el que, señaló, existe ahora una «desconfianza recíproca». La alusión acabó por fulminar los ya debilitados puentes con este partido.

Ante todo, Sánchez quiere un Gobierno en solitario, sin ninguna dependencia podemita. Ofrecerá un acuerdo programático, pero, en el fondo, su ejecución dependerá de su Consejo de Ministros. Sin presencia en La Moncloa, a Podemos se le hará prácticamente imposible ejercer alguna presión sobre los socialistas. El partido morado tendría también difícil justificar una oposición férrea en el Congreso, negando su apoyo a determinadas iniciativas sociales.

El presidente en funciones se tomará los próximos días de descanso y retomará los contactos en la semana del 19 de agosto. En esos días, se reunirá con el PNV en la sede de este partido, en Bilbao. Los nacionalistas esperan que la investidura se desbloquee y están dispuestos a tender puentes con Podemos para desencallar las negociaciones.

En las siguientes jornadas, Sánchez tiene previsto entrevistarse también con ERC y JxCAT, formaciones a las que, el pasado viernes, se refirió con el eufemismo de «fuerzas nacionalistas catalanas», en un intento por ‘blanquear’ su posible apoyo a la investidura.

En la lista también está el Partido Regionalista de Cantabria, de Miguel Ángel Revilla (con un diputado en el Parlamento) y Podemos. Incluso PP y Ciudadanos, partidos a los que Sánchez volverá a reclamar la abstención. Desde la dirección de Albert Rivera han descartado el encuentro. Casado acudirá si se le llama, aseguran fuentes de Génova, pero para reiterar el ‘no’ al socialista. El líder del PP se reitera en los pactos de Estado que ya ofreció a Sánchez por «sentido de responsabilidad».

En las siguientes semanas, Sánchez retomará también las reuniones con representantes sociales y colectivos y ultimará la propuesta programática que presentará después a las formaciones afines. Se trata, como explicó, de un «programa abierto» en el que se podrán incluir modificaciones.

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