Sánchez se niega a entregar el contrato firmado para escribir ‘su’ libro ‘Manual de Resistencia’
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, vuelve a hacer gala de oscurantismo y falta de transparencia. Sánchez, tras una petición realizada a través del Consejo de Transparencia, se ha negado a entregar el contrato firmado con la editorial para la comercialización de ‘su’ libro Manual de Resistencia.
Moncloa mantiene el velo informativo sobre las circunstancias y condiciones en las que fue escrita la obra. OKDIARIO publicaba este miércoles que Sánchez mintió en su declaración de actividades –un documento obligatorio para los altos cargos– al omitir cualquier mención a la elaboración del libro Manual de Resistencia. Y ello, pese a haber sido exigido a través del Consejo de Transparencia.
Los documentos oficiales, a los que ha tenido acceso en exclusiva y que reproduce OKDIARIO, avalan los dos puntos y demuestran que el presidente del Gobierno está incumpliendo las exigencias legales en materia de transparencia.
Este diario acaba de hacer pública la declaración de actividades de Pedro Sánchez que el presidente ha mantenido oculta desde su llegada al poder tras la moción de censura. Y en esa declaración no aparece ni la más mínima mención al libro, pese que Moncloa se defendió desde el primer momento asegurando que la obra en cuestión se había elaborado previamente a la llegada a la Presidencia por parte de Pedro Sánchez. La explicación oficial se realizaba en este sentido con un fin evidente: evitar reconocer una posible vulneración de la Ley de Incompatibilidades de los altos cargos. Y es que el presidente no puede firmar ningún contrato de prestación de servicios como es la elaboración y publicación de un libro.
Ahora se certifica el segundo punto: que Sánchez ha decidido ocultar de cualquiera de las maneras el contrato firmado con la editorial para publicar el pasado mes de febrero su Manual de Resistencia.
La petición de este contrato por medio del organismo de Transparencia fue realizada el pasado 1 de marzo. En estos momentos han transcurrido más de 30 días y, pese a haber pasado ese plazo legal de respuesta, el Gobierno no ha querido adjuntar el contrato, pese a haber hecho pública la Declaración de Actividades que también mantenía oculta y también se le solicitó.
La reclamación de información tramitada oficialmente por Transparencia era muy clara. Solicitaba de Presidencia del Gobierno y “en relación al libro Manual de Resistencia del cual usted es autor”, una copia del “contrato de edición o de cualquier otro, con independencia de su forma, nombre o formalización jurídica, por el cual se formaliza su prestación de servicios con la editorial, que tiene como consecuencia la edición, distribución y/o venta del mencionado manual”.
En esa misma petición se le solicitó “en su condición de alto cargo, el documento acreditativo, cualquiera que sea su formato, por el que las actuaciones por usted desarrolladas en relación a la mencionada creación literaria, cumplen con los requisitos legalmente establecidos, incluyendo copia de la autorización por parte del órgano legalmente competente y, en su caso, por el Consejo de Ministros”. Esta segunda petición también ha sido frustrada por parte de Presidencia.
Falta de transparencia
Hay que recordar que fue Moncloa la que afirmó, tras presentarse el libro y generarse la polémica, que “es un libro que fue escrito en su mayor parte antes de llegar a Moncloa y que, simplemente, ha sido actualizado en algunas partes”. El organismo encargado de salir al paso de las sospechas fue en aquel momento la Secretaría de Estado de Comunicación, desde donde se hizo esta aclaración para esquivar una más que probable violación de la ley de incompatibilidades.
Y es que la Ley 3/2015 de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado, establece en su artículo 1.2.a que se consideran altos cargos “los miembros del Gobierno y los Secretarios de Estado”. Y, en su artículo 13, detalla que esos altos cargos deben tener dedicación exclusiva al cargo, aceptando un limitado y restrictivo régimen de actividades privadas compatibles con la condición de su puesto.
Allí se señala, de hecho, que sólo podrán realizar labores de producción y creación literaria, artística, científica o técnica y las publicaciones derivadas de aquéllas, […] siempre que no sean consecuencia de una relación de empleo o de prestación de servicios o supongan un menoscabo del estricto cumplimiento de sus deberes. Al existir un contrato con una editorial, esta exigencia queda incumplida y, ahora, además se suma esa vulneración a otro incumplimiento de las exigencias de transparencia.