Sánchez lleva gastados 269 millones en altos cargos y asesores desde que empezó la crisis del Covid
El Gobierno de Pedro Sánchez suma y sigue en lo que a gasto de altos cargos y asesores se refiere. De acuerdo al último Avance comentado de pagos de la Administración General del Estado (AGE), hasta noviembre se habían desembolsado 128.623.000 euros en este personal. Desde la irrupción del Covid -en noviembre de 2019-, esa cifra asciende a más de 269 millones de euros.
Así, el año pasado -con España sumida en la profunda crisis económica y social- Sánchez destinó 130.609.000 euros al pago de asesores y altos cargos, el personal de confianza más directo del Ejecutivo. Una cifra que podría sobrepasarse aún este año, a falta de disponer de los datos de diciembre.
Si se compara con 2018 -Sánchez llegó al Gobierno a través de la moción de censura en junio de ese año- el incremento es considerable. Entonces, el gasto total ascendió a 112 millones.
Recientemente, el Ejecutivo rechazó una enmienda del Partido Popular a los Presupuestos Generales en la que se le exigía un recorte drástico de los ministerios y destinar el dinero liberado a paliar los efectos de la crisis económica en las familias y, especialmente, en los niños. Los populares cifraban el ahorro, al menos, en 108 millones, únicamente en altos cargos al reducir la estructura del Gobierno a una vicepresidencia y 12 ministerios, como máximo. Según el PP, esos recursos deberían incrementar automáticamente la partida destinada a las comunidades autónomas para financiar el programa para familias y atención a la pobreza infantil, del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
«La propaganda de Pedro Sánchez dice que nos encontramos ante los Presupuestos Generales de mayor gasto social de la historia, pero la realidad es que la mayor cantidad se destina a pensiones y desempleo y apenas se refuerza la partida dirigida a Servicios Sociales y Promoción Social», reprocharon desde el partido. La enmienda fue rechazada por el rodillo de PSOE y Podemos.
En más de una ocasión, el Gobierno de Pedro Sánchez ha tenido que salir al paso de las críticas por su mastodóntica estructura. Las justificaciones han sido de lo más variopintas. En una ocasión, por ejemplo, señaló que ese organigrama «replica en su composición las grandes prioridades de transformación que precisa la sociedad española». En otra, que es necesario por «eficacia y eficiencia» para desarrollar la acción del Ejecutivo. Incluso afirmó que la actual situación requiere de un Gobierno «robusto» o que la «presión mediática» lo hacía necesario.
Los Presupuestos Generales del Estado para 2022 recogen, por ejemplo, una partida de 16,6 millones de euros para pagar los sueldos de altos cargos y asesores del departamento de Pedro Sánchez. Una cantidad que es superior en un 113% a los 7,8 millones que fueron presupuestados para tal fin en las últimas cuentas del Ejecutivo de Mariano Rajoy, las de 2018 (prorrogadas hasta 2020).