Iglesias defiende a Irene Montero: acusa al ministro de Justicia de «machista frustrado»
El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha salido en defensa de la ministra de Igualdad, Irene Montero, acusando al ministro de Justicia de ser un «machista frustrado». Iglesias se refería de esta manera a Juan Carlos Campo refiriéndose a que «en las excusas técnicas hay mucho machista frutado». En cambio, ha asegurado que la Ley de Libertad Sexual que ha presentado Montero aprobaba en calidad técnica.
Tras el Consejo de Ministros, los periodistas han preguntado hasta en cuatro ocasiones a la titular de Igualdad por las discrepancias surgidas en el seno del Gobierno a la hora de aprobar su ley del ‘sólo sí es sí’. Montero ha echado balones fuera para no tener que referirse a los roces entre ella, la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el propio ministro de Justicia. Sin embargo, Pablo Iglesias, en los pasillos del Senado, ha salido en defensa de su acorralada compañera ministerial al ser preguntado por los roces entre ministros.
El líder ‘morado’ ha defendido en varias ocasiones durante su comparecencia que las «discrepancias» que puedan surgir por esta u otras cuestiones deben tratarse «a puerta cerrada», y que su trabajo es «defender la unidad» del Gobierno.
No obstante, ha querido aprovechar para mostrar su «orgullo», no sólo porque vaya a comenzar su andadura una ley que hace a España «referencia democrática en la defensa de los derechos de las mujeres», sino también por el «trabajo de prestigiosísimas catedráticas de derecho penal» que, a su juicio, «han hecho un excelente trabajo técnico».
«Excusas técnicas» para frenar el 8-M
«Dentro del Gobierno se lleva a cabo un trabajo que da como resultado una magnífica ley. Pero hago una reflexión: yo creo que las mujeres de este país se les ha puesto muchas excusas. Creo que históricamente las excusas han sido una manera de limitar y tratar de detener el avance del movimiento feminista. En las excusas técnicas creo que hay mucho machista frustrado», ha apostillado.
Así lo ha asegurado, sin hacer referencia a nadie en concreto, pero al ser preguntado por las supuestas excusas técnicas que, según Igualdad, algunos sectores del Gobierno, como el Ministerio de Justicia, llevan semanas poniendo para retrasar la aprobación de la ley en el Consejo de Ministros.
La polémica saltó hace dos semanas, cuando trascendió el malestar del Ministerio de Igualdad por el «bloqueo» que, según denunciaban fuentes de la negociación consultadas por Europa Press, estaba sufriendo la Ley de Libertad Sexual por parte del Ministerio de Justicia.
Según estas fuentes, el Ministerio de Campo se negaba a dar su ‘ok’ para que este anteproyecto siguiera su tramitación y pudiera llegar al Consejo de Ministros antes del 8 de marzo, como marcaba el compromiso que sellaron Unidas Podemos y PSOE antes de conformar el Gobierno de coalición.
Estas críticas llevaron a Moncloa a confirmar horas después que efectivamente se iba a cumplir el compromiso de presentar esa normal antes del 8M, asegurando que «la ley de Libertad Sexual tiene un consenso total en el gobierno de coalición». «Es un proyecto legislativo ilusionante, que estará listo en los plazos previsto y enviará un mensaje claro de compromiso del gobierno con la igualdad de cara al 8 de marzo», explicaron entonces fuentes gubernamentales.
Eso sí, el Ministerio de Justicia quiso dejar claro por su parte que no había habido ningún tipo de bloqueo al Ministerio de Igualdad para sacar adelante la Ley de Libertad Sexual, sino que sólo se había centrado en aportar su criterio para conseguir «la mejor ley para todos».
Fuentes del Ministerio de Justicia consultadas por Europa Press explicaron entonces que en ese caso concreto se estaba llevando a cabo el mismo procedimiento que con cualquier otro proyecto en el que tienen competencia distintos departamentos, es decir, aportar su criterio técnico y «sumar» con Igualdad para «conseguir la mejor ley para todos».
Ahora, dos semanas después, la ley ha visto la luz en el Consejo de Ministros, pero después de que el Ministerio dirigido por la ‘número dos’ de Montero volviera a mostrar su malestar por el proceder de Justicia y Calvo ante esta norma.