Pablo Casado lapida a Sánchez: «Ya no puede pisar la calle, no le respetan ni los suyos»
Pedro Sánchez ya no se merece más que un epitafio en los discursos de un Pablo Casado lanzado a la carrera para desbancarle de la Moncloa. «No hay que perder demasiado tiempo en lo que es: todos lo han visto, escuchado, sufrido y ya no puede pisar la calle; ya no le respetan ni los suyos».
Esta ha sido prácticamente la única referencia que ha hecho Casado al aún presidente del Gobierno en su discurso de clausura del Congreso que ha revalidado el liderazgo absoluto de Alberto Núñez Feijóo sobre las huestes populares gallegas. Y ha sido casi a modo de conclusión tras afirmar que su partido tiene «todo listo» para afrontar unas elecciones generales que no duda de que le darán la victoria.
Sobre todo, ha dicho, porque el PP cuenta con «los mejores», en clara referencia a su anfitrión Feijóo.
«Lo importante no es lo que está en la Moncloa; lo importante es lo que está fuera de la Moncloa y lo que puede recuperar la gobernabilidad de España, el prestigio exterior, la España plural y unida, política social, progreso económico, creación de empleo, institucionalidad, la defensa de lo que a todos nos debe unir y la salud, lo más básico del ser humano».
Un mensaje claro y rotundo del líder del PP, «un partido unido», ha recalcado, con un objetivo que nunca ha variado: «Poner a España en el lugar que se merece».
«Queremos mirar a los españoles, sabiendo que pasan dificultades, no con falsas soflamas, sin vanidades», ha añadido Pablo Casado en referencia a la enésima promesa incumplida de Sánchez: la de que tendría a estas alturas de año vacunado al 70% de los españoles, algo que él mismo ha tenido que admitir que no ocurrirá como pronto hasta finales de año mientras el país cabalga la quinta ola del coronavirus, aquel del que dijo ya hace muchos meses que estaba vencido y derrotado.
Pese a la confianza en una victoria que todas las encuestas dan por segura, Casado no retira la mano que desde hace meses tendió a Sánchez para llegar a acuerdos en los grandes temas pendientes de la política española, desde una ‘Ley de Pandemias» que se compromete a sacar adelante en 15 días, a la renovación del CGPJ, la CNMV o una reforma educativa que supere la discutida Ley Celaá.
«El PP», ha insistido Pablo Casado, «claramente renovará las instituciones del Estado en cuanto el Gobierno de Sánchez acepte la independencia judicial y la separación de poderes y deje de politizarlas», pero eso sí, ha advertido que «no podemos permitir que ataquen constantemente a las instituciones» ni que los socialistas y sus socios aprovechen «la pandemia para incrementar su poder, algo que no se puede tolerar».
«No vale todo»
Cataluña también está incluido en el guión, desde la premisa de que el PP es el «único» partido que «defiende el estado autonómico» y no se arrepiente del camino andado en el ámbito de la política territorial, donde no obstante, ha recalcado que «no vale todo». Para empezar, unos indultos que son claramente el pago por mantenerse en el Gobierno.
«Ahora lo que viene es un referendo», avisa Casado. «Ahora lo que viene es ‘vamos a intentar llamarlo de alguna forma, recuperar un estatuto ilegal, vamos a intentar que pueda votar para que me den dos años más de legislatura’».
Este es el motivo por el que Sánchez «tiene que empezar a negociar lo que no puede negociar, porque la soberanía nacional corresponde a todos los españoles».
Por eso el PP «nunca va a tolerar que a los catalanes que se sienten catalanes, españoles y europeos se les haga extranjeros en su propia tierra y nunca va a tolerar que alguien sea más que otros en España».