OKDIARIO en Torre Pacheco: «El problema no es la inmigración sino los marroquíes que vienen a delinquir»
La brutal paliza a un hombre de 70 años por parte de tres jóvenes marroquíes desata una oleada de indignación en el municipio


Torre Pacheco se ha convertido en un auténtico polvorín tras la brutal paliza a un anciano de 70 años, atacado por tres jóvenes marroquíes «por diversión». El clima de tensión se ha desbordado y la ciudadanía clama por seguridad y justicia. No se rechaza a la inmigración en general, sino a quienes han venido a delinquir, rompiendo la convivencia y sembrando el miedo en las calles.
Este municipio agrícola de la Región de Murcia vive estos días una crisis de seguridad que ha sacado a sus vecinos a la calle. La preocupación no gira en torno a la inmigración en general, sino a un grupo específico: ciudadanos marroquíes señalados por vecinos como responsables de actos delictivos que han alterado profundamente la convivencia. La tensión se ha traducido en manifestaciones espontáneas, patrullas vecinales y un clamor creciente por más presencia policial.
Vicente, vecino del municipio, lo resume así: «Tenemos inseguridad. Los ancianos no pueden salir porque les pegan, les roban cuando van al cajero. No tenemos problemas con los ecuatorianos, ni con los indios. Los problemas vienen siempre del mismo grupo: los marroquíes». La situación ha generado una sensación de abandono por parte de las autoridades. «Aquí hace falta un cuartel de la Policía Nacional, ya no basta con la Guardia Civil. Somos 42.000 censados en el pueblo y 11 pedanías», denuncia Vicente con firmeza.
Los relatos vecinales son contundentes. José María, otro residente de Torre Pacheco, señala que el problema no es la religión o el origen de las personas, sino los actos concretos: «No todos los marroquíes son iguales. Hay gente trabajadora y honrada. Pero hay un grupo que ha desestabilizado todo. Se les ve en las calles de madrugada, discutiendo, peleando. Hay drogas, hay islamismo radical en algunos casos, y falta de respeto a la convivencia. Antes se podía pasear tranquilamente, ahora la gente no quiere salir de casa».
Esta creciente sensación de inseguridad se agravó tras la brutal agresión a Domingo, un anciano de 70 años que fue atacado mientras hacía su ruta matinal de paseo. El hecho ha sido el detonante de un estallido vecinal, con una concentración masiva en el centro del pueblo y una fuerte presencia de Guardia Civil y Policía Local para evitar altercados. «La gente está muy cansada. Esto no se había vivido nunca aquí», insiste Vicente.
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