Montero lanza su nueva batalla: reconocer por ley a las personas que no se sienten hombre ni mujer
La ministra de Igualdad, Irene Montero, afirma que "esto no ha hecho más que empezar"
El opositor a policía que dijo ser trans cometió fraude de ley y no será examinado como mujer
‘Pam’ Rodríguez dice que si un hombre cambia de sexo y pega a una mujer «ya no es violencia de género»
La ministra de Igualdad, Irene Montero, considera que, tras la polémica Ley Trans, es preciso abrir el debate sobre los llamados «no binarios», es decir, aquellas personas que no se identifican con las categorías de hombre o mujer y masculino o femenino o fluye entre ambas.
De hecho, el primer borrador de la ley impulsada por el Ministerio de Igualdad sí recogía un reconocimiento legal de los no binarios, pero fue descartado por los desacuerdos con el PSOE. Entre las medidas que reclaman estos colectivos está dejar en blanco la casilla del sexo en el DNI o promover una tercera categoría que les identifique.
En 2018, Podemos registró en el Congreso una propuesta sobre las personas trans en la que se hacía mención expresa a las personas «no binarias», definidas como aquéllas «cuya identidad sexual, de género y/o expresión de género se ubica fuera de los conceptos de hombre/mujer y/o masculino/femenino, o fluctúa entre ellos». En la iniciativa, el partido reclamaba «las medidas necesarias para adecuar los sistemas de identificación, registro y documentación de manera que reflejen a las personas no binarias». Igualmente, los poderes públicos deberían asegurar «la atención jurídica necesaria a fin de lograr el reconocimiento jurídico y el ejercicio de los derechos inherentes a su personalidad y la identidad sexual con la que se sienten identificadas».
En una reciente entrevista para el Diario ARA, Montero defendió su ley y aseguró que «esto no ha hecho más que empezar». «Hemos reconocido derechos muy importantes en esa Ley Trans, especialmente el de la libre autodeterminación, pero todavía queda hablar de las personas no binaries (sic) y muchos derechos por reconocer, y eso ya va a formar parte del debate público y político en España».
Durante la tramitación de la ley, Podemos se unió a los socios habituales de Sánchez para presentar una batería de enmiendas en las que planteaban, entre otros cambios, incluir a las personas no binarias o que se pudiese omitir la mención relativa al sexo en los documentos oficiales. El texto finalmente aprobado excluyó esa posibilidad.
En 2020, Igualdad encargó un estudio sobre las necesidades de las personas «que no se sienten representadas en el binarismo de género», por importe de 14.278 euros.
Fraude de ley
Preguntada por el fraude de ley que podría acarrear la Ley Trans, al permitir el cambio de sexo en el registro con la mera voluntad del interesado, Montero ha defendido que «las personas trans no son hombres que un día se levantan y se hacen mujeres», o a la inversa. En este contexto, ha señalado que «todas las leyes y políticas públicas pueden intentar usarse para fines distintos» y eso «se llama fraude de ley y está previsto para otras leyes». Así, ha hecho una comparación con el pago de impuestos. «Hay un enorme fraude fiscal y eso no nos lleva a cuestionar la necesidad de una ley que garantice cómo es la fiscalidad», ha aseverado.
Desde la entrada en vigor de la ley, los registros han observado un elevado número de solicitudes de hombres que quieren modificar su sexo registral a mujer pero manteniendo el nombre de varón. Además, se han conocido algunos casos polémicos, como el del opositor que alegó que era una mujer trans para someterse a unas pruebas para ser policía local en el Ayuntamiento de Torrelodones (Madrid). La Comunidad de Madrid concluyó que había cometido «fraude de ley» porque técnicamente seguía siendo un hombre cuando se produjeron las pruebas. El opositor tan sólo había iniciado los trámites de cambio de sexo cuando se sometió a las pruebas y, por tanto, no era «de facto» una mujer trans en ese momento.
Para que el cambio de sexo sea efectivo, la persona tiene que inscribirse en el Registro Civil y persistir en su intención un trimestre después de haberlo solicitado, lapso de tiempo que no había pasado en el caso de este opositor.
También fueron objeto de debate las afirmaciones de la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, quien aseguró que si un hombre se cambia de sexo y agrede a una mujer no podrá considerarse violencia de género o violencia machista.