Montero, fuera de sus cabales, incendia el Congreso: «El PP promueve la cultura de la violación»
La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, se ha limitado a pedir "respeto" a Montero
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Acorralada por la excarcelación de agresores sexuales con su ley del sólo sí es sí, Irene Montero se ha revuelto este miércoles contra el Partido Popular, al que ha llegado a acusar de «promover la cultura de la violación que pone en cuestión la credibilidad de las víctimas».
Así ha respondido la ministra de Igualdad en su turno de réplica a la diputada Belén Hoyo, quien le ha preguntado si «se ha puesto en el lugar de las víctimas» cuyos agresores han sido excarcelados o han visto rebajadas sus condenas por la ley del sólo sí es sí. La acusación de la ministra ha interrumpido el pleno durante varios minutos y ha provocado una sonora bronca de la bancada popular.
La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha permitido a Montero seguir con su intervención y sólo al finalizar se ha limitado a pedirle «respeto» al considerar que la «expresión» no era «adecuada en términos parlamentarios». Batet se ha dirigido entonces a todos los diputados para reclamarles «contención» en aras a «contribuir a la convivencia dentro y fuera de la Cámara». Cabe recordar que, este martes, la presidencia del Congreso llegó a expulsar de la tribuna a la diputada de Vox Patricia Rueda por llamar «filoetarras» a los socios de Sánchez.
La portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha tomado la palabra para abroncar las palabras de Montero. «Es altamente ofensivo que una dirigente política que tiene la responsabilidad de dirigir las políticas de igualdad esté vertiendo estas afirmaciones en relación a un partido que ha luchado y va a seguir luchando por la igualdad», ha aseverado. No obstante, lejos de rectificar sus palabras, Montero ha insistido en sus críticas al principal partido de la oposición.
La ministra ha rechazado asumir responsabilidad alguna por las rebajas de penas a agresores sexuales y ha defendido a ultranza la ley, que ha provocado ya la salida de prisión de violadores. Sin autocrítica, ha llegado a atribuir estos beneficios a supuestas «dificultades de aplicación» de la norma, al tiempo que ha acusado a la oposición de «utilizar el dolor de las víctimas».
Pese a la realidad, Montero se ha defendido afirmando que su ley protege «al cien por cien de las víctimas», «a las que denuncian y a las que no». En este punto, ha ido desgranando algunas de las medidas recogidas en la norma, aunque sin mencionar la rebaja de las penas para los delitos sexuales que ha permitido la excarcelación de los agresores.
La grave acusación de la ministra de Igualdad ha sido muy criticada por el PP. Tras la sesión, y en declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso, Gamarra ha señalado que «todo tiene un límite» y ha advertido de que «alguien así no puede estar sentado en el Consejo de Ministros porque por su boca habla el Gobierno». La secretaria general del PP ha insistido en que Montero ya tenía que haber dimitido y ha culpado a Sánchez por «permitir» que siga en el cargo.