Sentencia 1-O

Moncloa se prepara para «arrebatar» competencias al Govern si Torra no restaura el orden

El ejecutivo de Sánchez no desea tener que actuar de forma contundente, por el coste electoral que tendrá para el PSC, pero están dispuestos a hacerlo si Torra no revierte la situación.

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Moncloa no quiere, pero está dispuesta a hacerlo. Mirando de reojo al 10 de noviembre, conscientes de que electoralmente les hará daño en Cataluña, donde el PSC pugna con Esquerra para ganar las elecciones y con un calendario ajustado, el Ejecutivo plantea las próximas horas como cruciales para devolver el orden a las calles de Cataluña tras una noche de graves disturbios. Será la última oportunidad para Quim Torra. Si en cuestión de horas la Generalitat no garantiza el civismo en la ciudades catalanas, Sánchez «arrebatará» competencias al Govern, explican fuentes del Ejecutivo.

El Gobierno considera «intolerables» los incidentes que se registraron anoche en alguna ciudades, principalmente en Barcelona. Pese a reconocer el buen trabajo de todas lo Cuerpos y Fuerzas de Segurida del Estado, desde los Mossos hasta la Policía, el Ejecutivo de Sánchez cree que la actitud del Govern no ayuda a poner fin a los disturbios. Este mismo martes Meritxell Budó, portavoz de la Generalitat, aseguraba que sentían “empatía” por los radicales. Ante esa realidad y la certeza de que la escalada de violencia irá en aumento en los próximos días, Moncloa, se prepara para una intervención “no deseada” que ayude a restablecer la normalidad.

La fórmula que gana más fuerza a estas alturas es la de tomar el control de los Mossos, a través de la Ley de Seguridad Nacional, para ordenar detenciones masivas en caso de incidentes como los que ocurrieron ayer. De esta forma creen que disuadirían a los radicales de volverlo a hacer. En Barcelona, donde se produjeron más incidentes hasta entrada la madrugada, los Mossos sólo detuvieron a tres personas pese al destrozo de mobiliario urbano, la quema de motos e incluso el lanzamiento de objetos contra los agentes, que constituye un delito de atentado contra la autoridad.

Coordinación de los Mossos

En el CECOR, el centro de coordinación del dispositivo dirigido por los Mossos, de momento hay unidad y una tranquilidad tensa entre los distintos actores. Esa tensión se refleja sobre todo entre los dirigentes políticos. Ayer Miquel Buch y Teresa Cunillera, consejero de Interior y delegada del Gobierno, compartían espacio pero hablaron poco. Cuando se rebaje la tensión “todo esto estallará”, reconocía un alto cargo de la consejería, respecto a la tregua en la relación entre cuerpos y entre los dos gobiernos. Hay desconfianza mutua en ambos lugares, aunque en el político esa desconfianza va acompañada de tacticismo electoral. Cunillera, ayer, canceló su asistencia a la gala de entrega de los Premios Planeta, de la que la alcaldesa Ada Colau se marchó antes debido a la situación.

Con todo este cóctel y dos sensaciones por parte del Gobierno, la de que esto es “insostenible” y que de continuar así los daños serán “irreversibles”, este miércoles por la mañana se reunirá un gabinete de crisis del núcleo duro de Pedro Sánchez para analizar el desarrollo de la situación y valorar, ya con fecha, los siguientes pasos a dar. Al final, resumen en Moncloa, son conscientes que “tendremos que asumir” que “hay decisiones que el Gobierno debe tomar”.

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