La ministra Belarra llama «criminal de guerra» a Netanyahu y acusa a la UE de ser «cómplice» de Israel

Sánchez cuestiona la respuesta militar de Israel tras la matanza de Hamás y sus socios comunistas le exigen instar a que Netanyahu sea juzgado por la Corte Penal Internacional

El Gobierno de Sánchez aumenta la ayuda «humanitaria» para Gaza: más de 9 millones para los palestinos

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Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

El Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez eleva el tono contra Israel y acentúa su aislamiento internacional, cada vez más lejos de sus socios occidentales. Mientras los gobiernos europeos y el estadounidense mantienen su apoyo sin fisuras a Israel por la matanza de civiles a manos de los terroristas palestinos de Hamás, el Ejecutivo de Sánchez se alinea con Palestina. Este sábado fue la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra (Podemos), la que dio una vuelta de tuerca más al llamar «criminal de guerra» al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por la respuesta militar que ha desplegado el Estado hebreo para defenderse de Hamás. A la par, este mismo sábado, Pedro Sánchez dio combustible al discurso de sus socios comunistas cuando, en un acto del PSOE, cuestionó la reacción defensiva de Israel.

«Israel tiene derecho a defenderse, pero dentro del derecho internacional humanitario», dijo el presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, en lo que fue un claro distanciamiento de las posiciones de Israel. Para rematar, insistió en que la solución al «conflicto» pasa por que Israel reconozca a Palestina como estado independiente, lo que también ha supuesto, implícitamente, un dedo acusador contra el país que acaba de sufrir una masacre de civiles a manos de los terroristas de Hamás.

El aislamiento del Gobierno español en el concierto occidental se ha puesto de manifiesto esta semana. Sánchez no participó en la reunión telemática que mantuvieron los líderes europeos y el presidente estadounidense Joe Biden. Tampoco ha firmado el comunicado que esos dirigentes han rubricado, coralmente, en apoyo de Israel. Sin embargo, sí ha puesto empeño en anunciar una reforzada transferencia de dinero público español para apoyar a los palestinos.

El Gobierno de Sánchez dará a los palestinos, este año, más de nueve millones de euros. El anuncio ha llegado horas después de que, en clave doméstica, el presidente en funciones se fotografiara con la portavoz parlamentaria de Bildu, Mertxe Aizpurua, para ganarse el favor de los herederos de ETA y contar con ellos para una nueva investidura en La Moncloa.

El Gobierno, aislado en Occidente

En esa escalada de alineamiento con la causa palestina, la parte comunista del Gobierno exige a Pedro Sánchez que vaya más allá y que promueva una iniciativa para sentar a Netanyahu en el banquillo de la Corte Penal Internacional. Lo dijo Belarra este sábado. Lo afirmó como líder de Podemos, pero también como ministra. Reclama que el Gobierno, del que ella es parte, apruebe una iniciativa oficial para que el primer ministro de Israel sea juzgado como «criminal de guerra».

A lo que parece apuntar Belarra es a un acuerdo contra Israel emanado desde el Consejo de Ministros o, en su defecto, a una iniciativa del presidente del Gobierno en funciones, en sus competencias en materia de política exterior. El ala comunista aumenta así la presión sobre la parte socialista del Gobierno, pese a que ésta mantiene un claro alineamiento con la causa palestina, con cada vez más difícil equilibrismos para mantener una equidistancia entre los terroristas de Hamás y la política de Israel con los territorios palestinos.

Graves acusaciones a EEUU y a la UE

De paso, la ministra Belarra también ha aprovechado para extender sus ataques contra la UE. Es otro hecho inédito en la historia democrática de España: nunca hasta ahora un miembro del Gobierno de España acusó a la Unión Europea de algo tan grave como «ser cómplice de un criminal de guerra». Belarra lo hizo este sábado cuando, enfundada en la causa palestina y aparcando el terrorismo islamista que acaba de azotar a Israel, ha clamado contra la UE acusándola de «ser cómplice de un criminal de guerra como Netanyahu».

La ministra y líder de Podemos ha rescatado otro clásico del comunismo radical: ir contra Estados Unidos, otro hecho inédito teniendo en cuenta que el Gobierno de España se debe a sus tratados como Estado miembro de la OTAN. No es novedad que el comunismo español repudie a la Alianza Atlántica y a su principal socio, pero sí que lo haga como pieza del Gobierno.

Belarra acusó este sábado a la UE y a Estados Unidos de «jalear» a Israel en «su política de apartheid y ocupación que vulnera gravemente los derechos humanos». En un desequilibrado intento de equidistancia, la ministra y dirigente de Podemos se ha limitado a citar los «terribles asesinatos» que ha sufrido Israel. Eso sí, lo ha hecho para, a renglón seguido, acusar a Israel de llevar a cabo un «genocidio planificado» contra los palestinos.

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