Malestar en el PP por el mensaje «nacionalista» que se traslada con los Presupuestos

Malestar en el PP por el mensaje «nacionalista» que se traslada con los Presupuestos
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso. Foto:Francisco Toledo.

El acuerdo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado ha generado un sentimiento agridulce en filas del Partido Popular. Aunque se celebra que, por un lado, las Cuentas Públicas permitan sostener la legislatura, al menos, hasta 2019, por otro no se oculta una cierta preocupación por el mensaje «nacionalista» que se ha enviado con la negociación presupuestaria.

En este sentido, en fuentes ‘populares’ se admite que los acuerdos han evidenciado la fotografía de un Ejecutivo apurado por sacar in extremis unos Presupuestos para los que, finalmente, se ha tenido que servir de los partidos nacionalistas, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias. 

Las tres formaciones arrancan un importante rédito de la negociación. Y no solo en lo que se refiere a partidas para sus respectivos territorios, sino lo que posteriormente se traduzca en expectativas electorales. En las mismas fuentes se sostiene que los acuerdos pueden acabar beneficiando en unos futuros comicios, autonómicos y locales, a estas formaciones, en detrimento de los partidos estatales. Incluido, claro está, el propio Partido Popular.

El vicesecretario Sectorial del PP, Javier Maroto, ya reprochó hace unos días al PSOE que el pacto con el PNV no hubiese sido necesario si los socialistas se hubiesen abstenido para aprobar las Cuentas. «Ahora que se habla de si el PNV ha conseguido o no, de Coalición Canaria, si el PSOE se hubiese abstenido como sucede en muchos países de Europa donde partidos rivales acuerdan temas importantes, habría presupuestos y no estaríamos negociando con partidos nacionalistas ninguna partida, o a lo mejor sí, pero sólo para sumar de forma adicional», aseveró el dirigente del PP.

El reproche es coincidente en filas ‘populares’, donde se lamenta que el principal partido de la oposición no haya participado de un acuerdo que, al fin y al cabo, contribuye a fortalecer la imagen de estabilidad del Gobierno ante Bruselas.

La negociación ha dado así un protagonismo inesperado a estas tres formaciones, que logran importantes triunfos para «vender» en sus comunidades.

Nada comparable a la visibilidad que en las últimas semanas se otorgó al diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, el voto 176, e indispensable, para que los Presupuestos fuesen aprobados. A cambio de ese apoyo, Quevedo ha logrado 339 millones de euros para las islas, y acuerdos importantísimos para los canarios, como un aumento sustancial en las subvenciones al transporte aéreo-del 50 al 75 por ciento por billete- y marítimo interinsular y con la península, dos reclamaciones ‘históricas’ en el archipiélago.

Un triunfo importantísimo para Nueva Canarias, partido regionalista de centroizquierda y ‘obligado’ a negociar con el PP para no quedarse descolgado en las futuras elecciones autonómicas, una vez sellado el acuerdo entre Ana Oramas (Coalición Canaria) y el Gobierno.

Quevedo ha arrancado además beneficios en la producción agraria-como la protección del tomate canario frente a los productos importados-transporte, carreteras y creación de empleo. Además, el acuerdo compromete a finalizar la tramitación de la reforma del Estatuto de Autonomía en las Cortes Generales y la entrada de un nuevo sistema electoral en 2019. Coalición Canaria, por su parte, consigue una inversión total de 1.300 millones de euros en el archipiélago en los próximos tres años.

En el caso del PNV, el acuerdo incluye una cuantiosa rebaja del cupo y la devolución de 1.400 millones de euros, además de la inversión de 3.380 millones de euros hasta 2023 para la ‘Y’ vasca. Además, se ha pactado una rebaja de la tarifa eléctrica o acuerdos extraeconómicos como el  acceso de la Ertzaintza a la información de otras policías europeas.

El Gobierno no ha ahorrado inversión, y esfuerzo, para esta negociación, en la que se ha implicado hasta el propio presidente, Mariano Rajoy, quien intervino personalmente para impulsar a última hora el acuerdo con el PNV y frenar la enmienda a la totalidad que la formación ya tenía preparada.

Superado el trámite en el Congreso, los Presupuestos pasan ahora al Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta. Solo en caso de que se introduzcan cambios, regresarán al Congreso para ratificar las nuevas enmiendas.

Con las Cuentas aprobadas, el Gobierno se asegura, al menos, que la legislatura llegue hasta 2019. A día de hoy, el plan de los ‘populares’ pasa por una prórroga de las actuales Cuentas en 2018 y la convocatoria electoral al año siguiente.

Preocupación en el PP vasco

El acuerdo con el PNV coloca en una situación comprometida al PP vasco. El partido nunca ha cuestionado ese pacto, al contrario, ha priorizado la estabilidad presupuestaria frente a cualquier otra consideración y su apoyo a las Cuentas autonómicas ya fue clave para que los peneuvistas cerrasen finalmente el pacto de Madrid.

 

No obstante, los ‘populares’ se mueven en un escenario delicado, el complicado tablero político vasco, donde son quinta y última fuerza parlamentaria (9 escaños).

La candidatura del exministro Alfonso Alonso no evitó, en septiembre pasado, que el partido cosechase sus peores resultados desde la década de los 90.  Y precisamente entonces, Alonso resumió su mensaje en presentar al PP como la única alternativa al PNV.

Aquella fue una campaña áspera, con ataques rotundos a los nacionalistas, en la que el candidato insistió en su defensa de la Constitución y el Estatuto de Gernika y acusó al PNV de fomentar el «enfrentamiento» entre los vascos. A los peneuvistas no se les perdona que, con apoyo de Bildu y Podemos, impidiesen que Maroto fuese alcalde de Vitoria tras las municipales de 2015.

 

 

 

 

 

 

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