El magistrado que requisó los móviles a periodistas pertenece a la izquierdista Jueces para la Democracia
El juez Miquel Florit, que ha ordenado a la Policía que requisara los ordenadores y teléfonos móviles de dos periodistas en Mallorca, vulnerando su derecho al secreto profesional, es miembro de la asociación de izquierdas Jueces y Juezas para la Democracia.
A instancias de este magistrado, la Policía Nacional se presentó el día 11 en las redacciones del Diario de Mallorca y la agencia Europa Press en la isla, con la orden de requisar los móviles y ordenadores de dos periodistas que investigan la mafia policial del caso Cursach.
El juez Florit pretendía descubrir así quién filtró a ambos medios un informe del grupo de blanqueo de capitales de la Policía Nacional, según el cual el empresario del ocio nocturno Bartolomé Cursach habría defraudado 51 millones de euros a Hacienda y otros 14 millones a la Seguridad Social.
Cursach es el propietario de las discotecas Tito’s y Pachá de Palma de Mallorca, el complejo de ocio Megapark del Arenal y el gimnasio Megasport. Además, ha sido durante años el mayor accionista del principal equipo de fútbol de la isla, el RCD Mallorca.
Sobornó a decenas de policías
Está acusado de sobornar a decenas de agentes y altos mandos de la Policía Local de Palma, para que protegieran sus establecimientos de ocio y coaccionaran a los empresarios de la competencia. Varios testigos señalan además que Cursach corrompió a políticos de la isla pagándoles orgías en prostíbulos de lujo.
Por todo ello, Cursach está imputado por los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, corrupción de menores, homicidio, cohecho, extorsión, amenazas, coacciones, uso de información privilegiada, blanqueo de capitales, tráfico de influencias, falsedad documental y tenencia ilícita de armas, entre otros.
En el marco de esta investigación, el juez Florit ordenó intervenir las herramientas de trabajo de los citados periodistas, para averiguar quién filtró el informe sobre los delitos fiscales cometidos por el rey de la noche de Mallorca. Al hacerlo, el magistrado ha vulnerado abiertamente el derecho al secreto profesional de los periodistas, amparado en el artículo 20 de la Constitución española.
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) ya ha admitido a trámite una querella interpuesta por Diario de Mallorca y Europa Press contra el magistrado, por los presuntos delitos de prevaricación judicial, inviolabilidad del domicilio y contra el derecho constitucional al secreto profesional.
Tendieron una trampa al anterior juez
El juez Miquel Florit asumió la causa del caso Cursach después de que el magnate de las discotecas recusara al anterior instructor, Manuel Penalva, a quien tendió una trampa una testigo protegido. Se trata de la madam que regentaba un piso de Palma en el que se ejercía la prostitución de lujo.
La mujer declaró ante el juez Penalva que Cursach pagó orgías a políticos de la isla y solicitó protección policial, tras denunciar que un sicario enviado por el magnate de la noche le había dado una paliza.
Sin embargo, tras esta confesión, la mujer acudió al despacho del juez Manuel Penalva y le tendió una trampa: grabó la conversación que ambos mantuvieron, en la que el magistrado calificó de «hijos de puta» a los miembros de la mafia policial dirigida por Cursach.
Este incidente permitió al magnate de la noche recusar por «falta de apariencia de parcialidad» al juez que había logrado destapar su red de corrupción. El nuevo instructor de la causa, Miquel Florit, ha adoptado ahora una medida sin precedentes en 40 años de democracia, al vulnerar el secreto profesional y requisar las herramientas de trabajo de los periodistas que investigan el caso.