Nacho Cano

Lucía y Zeltzin, becarias de Nacho Cano: «Nunca nos acosó, algo que no podemos decir de los policías»

Ver vídeo
Becarias del musical 'Malinche' de Nacho Cano.

Lucía Hermosillo y Zeltzin Vargas son dos de los 17 becarios de la plantilla del musical Malinche de Nacho Cano. En una entrevista con OKDIARIO, han asegurado que se sintieron coaccionadas por la Policía que, incluso, les dijo que «tenían todo lo necesario para mandarles a México». Todavía siguen sin entender qué está pasando y aseguran que «nos trataron como a criminales», como asegura una de las jóvenes. En la tarde del martes fue el propio Nacho Cano quien explicó los motivos que, según él, llevaron a su detención ese mismo día acusado de los delitos de favorecer la inmigración ilegal y contra los derechos de los trabajadores.

En la rueda de prensa, Nacho Cano insistió en que había sido víctima de una persecución política orquestada: «Me detienen, pero me detienen 10 minutos para hacerme la foto y me dejan en libertad. Curiosamente, ciertos medios salen al poco tiempo. Aquí no hay nada que ocultar, aquí todo es transparente, que yo que traigo a esta gente que habla nuestro idioma a aportar talento, por eso soy un criminal, no, los criminales son la Policía y si me encuentran muerto en la cuneta ya saben quién ha sido».

Algo en lo que coincide con el relato de las dos jóvenes entrevistadas por este periódico. «La Policía nos dijo que llevaban meses siguiéndonos e incluso a varias compañeras les dijeron que sabían a qué gimnasio iban», dice indignada Zeltzin.

Las coacciones, según las becadas, no terminaron ahí, sino que además «otra compañera más joven llegó a recibir un mensaje de un policía», dice Lucía. Ellas afirman que se sintieron muy incómodas porque además les tuvieron varias horas retenidas en la comisaria. «No sabíamos qué estaba pasando ni qué iba a pasar». Las estudiantes han dejado claro que ellas sabían a lo que venían a España: «Nuestras participaciones son voluntarias y todo está dentro de lo pactado, sin perjudicar a ninguno de los trabajadores», continúan hablando.

En la tarde de este martes, el responsable del programa de becas quiso añadir que: «La Policía se plantó en la escuela, como si fuera una operación antidroga, y me dijo que se los iba a llevar para comprobar su documentación, me negué, pero finalmente se los llevaron a la comisaría, les quitaron sus móviles y les tomaron declaración durante horas coaccionándoles». Lucía y Zeltzin afirman lo mismo. «Entraron cuando estábamos ensayando y la policía no dejó que viniera el abogado», aseguran ambas.

«No estoy de acuerdo con que digan que yo soy la víctima cuando sé perfectamente a lo que vine», a lo que añadían que «cuando pusimos en común lo que nos dijo la policía, las chicas más pequeñas decían que les habían hecho comentarios de su ropa, que les habían estado siguiendo, que tienen fotos de ellas», sentencia Zeltzin.

Todos los becarios coinciden en que el trato con Nacho Cano fue respetuoso: «No teníamos un trato tan cercano como para que pasase nada, hemos tenido una relación profesional y no podemos decir nada malo de él», aseguran. «Es normal que hayamos estado en el escenario siendo becarios, nos dedicamos a ello y es obvio», finalizan.

Querella

OKDIARIO ha accedido a las querellas que han presentado los becarios de Nacho Cano contra la Policía tras acusar a algunos agentes de coaccionarles para que acusaran al productor de explotarles en Malinche.

«Amenazaron con deportarnos si no le acusábamos», se recoge en el escrito, que también habla de las irregularidades que, según su versión, cometieron los agentes. Los hechos que describen los becarios se refieren al día 27 de junio de 2024, después de que una violinista mexicana denunciara al musical Malinche por explotación laboral en la comisaría de Centro de la Policía Nacional. El siguiente paso de los agentes fue interrogar a sus 17 compañeros.

Así lo relatan los becarios en las querellas a las que ha tenido acceso OKDIARIO: «En un momento determinado del mediodía del 27 de junio de 2024, estando recibiendo formación, vimos cómo un grupo de 20 policías irrumpía en el recinto y según manifestaron lo era para asistir a una inspección de naturaleza laboral. La forma de proceder de tales agentes en modo alguno puede considerarse normal y proporcionada, sino más bien al contrario, por cuanto trataron al grupo como delincuentes, prohibiéndonos la comunicación entre nosotros, o el uso del teléfono móvil, llegando hasta la circunstancia de que nos encerraron en dependencias diferentes, estando retenidos durante varias horas, hasta uno a uno fuimos siendo entrevistados por quien aparentemente parecía ser una inspectora de trabajo, y en presencia de agentes de la Policía».

Lo último en España

Últimas noticias