La jefa de Protección Civil de Marlaska fue a Brasil a hablar de «alertas contra desastres» en plena DANA
Virginia Barcones viajó a Brasil a las 12:10 horas del mismo martes, ya en plena alerta por la DANA
La directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, viajó a Brasil el pasado martes, 29 de octubre, pese a las alertas sobre la DANA en la Comunidad Valenciana y otras zonas del país. Barcones asistió a una reunión en el marco del G20 sobre la reducción del riesgo de desastres, celebrada en Belém. En la declaración final de dicha reunión, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, se hacía especial hincapié en la necesidad de adoptar «sistemas de alerta temprana» para proteger a la población de estos riesgos. En otras palabras, Barcones se fue a hablar de alertas a Brasil en plena alerta por la DANA en España.
Fuentes del Ministerio del Interior confirman a OKDIARIO que la directora general «viajó a Brasil en un vuelo que partió desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas el día 29, a las 12:10 horas». Por entonces, la Agencia Estatal de Meteorología ya había emitido la alerta por fuertes precipitaciones ese día en la Comunidad Valenciana.
Según afirma Interior, «Barcones tenía previsto asistir también a la reunión ministerial del G20, el 1 de noviembre, pero una vez aterrizó en el país y conoció la situación provocada en la provincia de Valencia por la acción de la DANA adelantó su vuelta a Madrid y regresó en el primer viaje disponible, el 30 de octubre, a las 17:10 horas».
Añaden las mismas fuentes que «desde Brasil estuvo permanentemente en contacto con España para seguir la evolución de la emergencia en Valencia».
Aterrizó el jueves
Desde este departamento admiten, no obstante, que Virginia Barcones no aterrizó en Madrid hasta el jueves a las 13:35 horas, esto es, dos días después de la tragedia que ha dejado fallecidos en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía. «Desde ese momento», aseguran, «se incorporó al seguimiento de la emergencia, desplazándose a las zonas afectadas, donde continúa desde entonces».
Pese a los avisos de la AEMET sobre la DANA, que ya venía emitiendo desde antes del martes y desde las 7:36 horas de ese mismo día, Virginia Barcones cogió un avión a mediodía rumbo a Brasil para asistir a esta reunión técnica del G20. Lo hizo cuando los avisos ya eran contundentes sobre el alto riesgo de precipitaciones.
«Alertas»
Lo paradójico es que, en la declaración final de ese encuentro, se incide especialmente en la alerta a la población para prevenir desastres de este tipo.
«Destacamos la importancia de sistemas de alerta precoz, infraestructura resiliente, financiación para reducción del riesgo de desastres y soluciones basadas en la naturaleza, asegurando esfuerzos de recuperación, rehabilitación y reconstrucción sin dejar a nadie atrás», se destaca.
En ese contexto, se defienden los «sistemas de alerta precoz multirriesgo, asegurando que cada persona de la Tierra esté protegida» y que «esos sistemas estén coordinados de forma local y nacional».
La declaración manifiesta además la «preocupación» por las personas más expuestas a los desastres, sean provocados por fenómenos naturales, de origen humano o potenciados por el cambio climático, y se resalta la «necesidad de priorizar las inversiones en infraestructuras para reducir estos riesgos» y «evitar pérdidas», según las «necesidades y prioridades» de cada país.
Cabe recordar que no sólo la directora de Protección Civil estaba fuera de España en el momento de la DANA. También lo estaban la propia ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, -quien mantuvo ese martes en Bruselas distintos encuentros relacionados con su candidatura como comisaria europea- y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien, como reveló OKDIARIO, se encontraba en Colombia para asistir a una cumbre de «biodiversidad».
Morán fue el cargo que, a las ocho de la tarde del mismo martes, se puso en contacto telefónico con la consejera de Interior de la Generalitat valenciana, Salomé Pradas, para admitir el alto riesgo de rotura de la presa de la Forata. Finalmente, ese embalse resistió al cien por cien de su capacidad, pero el punto crítico era el barranco del Poyo, al que la Confederación del Júcar no prestó atención desde las 16:13 horas hasta las 18:43 horas. Entonces, una técnico de la Confederación envió un correo electrónico que avisaba: «Valor de 1.686 m³/s mayor de 150 m³/s con tendencia ascendente a las 18:40 h». Una magnitud enorme, equivalente a 53 veces el caudal del Tajo-Segura, o cuatro veces el caudal del Ebro.