DANA en Valencia

El nº 2 de Ribera se fue a hablar de «biodiversidad» a Colombia pese a conocer la alerta por la DANA

Hugo Morán llamó desde Colombia a la consejera de Interior y admitió el riesgo de la presa de Forata

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La Generalitat valenciana lanzó la alerta masiva a los teléfonos móviles tras recibir la llamada del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, a la consejera de Interior, Salomé Pradas, admitiendo el elevado riesgo de rotura de la presa de Forata. Esa llamada, como ha revelado OKDIARIO, se produjo a las 20 horas.

La alerta se lanzó 11 minutos después. Morán, número dos del ministerio de Teresa Ribera, se encontraba en ese momento participando en la cumbre COP de Biodiversidad en Cali (Colombia). El alto cargo no canceló este viaje pese a conocer, ya desde días anteriores, la alerta de la Aemet para la Comunidad Valenciana.

Según ha podido confirmar este periódico, el secretario de Estado era conocedor, ya el domingo, del aviso especial emitido por la agencia meteorología sobre la DANA en varias zonas del país. Ese aviso decía lo siguiente: «El martes 29, que se prevé el día álgido de este episodio, la mayor probabilidad de estas precipitaciones intensas estará en el área mediterránea peninsular (menos probables en Barcelona y Girona) y entorno del Estrecho y, en menor medida, en el centro y mitad sur. Es probable que en puntos de la Comunidad Valenciana y Murcia se superen los 150 mm en 24 horas». Un pronóstico muy desfavorable pero, aun así, lejos de lo que realmente ocurrió, pues ese fatídico día se llegaron a superar los 600 mm en algunos puntos de Valencia.

En plena tragedia

Hugo Morán permaneció en Colombia, al menos, el 29 y 30 de octubre, es decir, en plena tragedia. El domingo, él mismo difundió en sus redes el aviso de la Aemet, advirtiendo del riesgo de la DANA que ha dejado al menos 2019 muertos y miles de damnificados.

El día álgido de la DANA, el martes, Hugo Morán se reunió con Joaquín de Arístegui, embajador en el país, y el resto de la delegación española. Un día después, ya en plena tragedia, participó en uno de los foros que se celebró en el pabellón de América Latina y el Caribe, La biodiversidad nos une. El alto cargo de Ribera apenas se detuvo en su intervención en la tragedia que vivía nuestro país: «Ahora se analizarán las irreparables pérdidas, las humanas, y detrás vendrá el análisis de las pérdidas económicas, en infraestructuras, equipamientos, en actividad empresarial.

Y llegaremos a la conclusión de que por muchos recursos que vayamos destinando a la reparación de la naturaleza, las consecuencias económicas de la actividad del ser humano en su degradación va a estar siempre por encima de la capacidad de respuesta», se limitó a decir.

Igualmente, instó a «ser capaces de alinear progresivamente los compromisos de financiación pública y privada en relación con el rescate de un planeta que se nos va de las manos». La intervención apenas duró cinco minutos.

Llamada a las 20:00 h

Como ha revelado OKDIARIO, el secretario de Estado de Medio Ambiente se puso en contacto telefónico con la consejera de Interior de la Generalitat, Salomé Pradas, el martes a las 8:00 de la tarde. En la conversación admitió la preocupación por la crecida de la presa de Forata.

El embalse se encontraba ya entonces en situación crítica, el escenario 3, lo que significaba textualmente una «elevada probabilidad de rotura, resultando prácticamente inevitable que se produzca la onda de avenida generada por la avería o rotura». Afortunadamente, pudo contener el agua y evitar una tragedia todavía mayor.

A esa hora se celebraba la reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi), que había sido convocado por el gobierno de Mazón a las 5 de la tarde, y con asistencia -de forma telemática- de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.

Tras la llamada de Hugo Morán, y previa deliberación y acuerdo en el seno del Cecopi, según fuentes del Gobierno valenciano, se decidió enviar el mensaje de alerta a la población, que llegó a las 20:11 horas.

El principal riesgo, no obstante, estaba a esa hora en la rambla del Poyo, que no recibió la debida atención por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar, organismo que  depende de Teresa Ribera y encargado de la vigilancia de los caudales.

Los técnicos de la Confederación no avisaron hasta las 18:43 horas de la alarmante crecida de esta rambla, cuando ya varias poblaciones estaban inundadas. La advertencia se lanzó a través de un simple correo electrónico, en el que se informaba: «Valor de 1.686 m³/s mayor de 150 m³/s con tendencia ascendente a las 18:40 h». Una magnitud enorme, equivalente a 53 veces el caudal del Tajo-Segura, o 4 veces el caudal del Ebro.

Desde la Confederación del Júcar -y por extensión, desde el Gobierno- no se ha dado ninguna explicación a por qué desde las 16:13 horas, cuando se comunicó un valor de «28,7 m³/s menor de 30 m³/s con tendencia descendente» hasta las 18:43 horas, cuando ya alcanzaba los «1.686 m³/s mayor de 150 m³/s con tendencia ascendente» no se remitió ningún aviso.

La riada arrasó con varias localidades, principalmente Paiporta, Catarroja y Benetússer, de donde proceden la mayor parte de las víctimas. La tragedia sobrevino, pues, por la rambla del Poyo y no por la rotura de la presa, que era la preocupación del ministerio. Según ha denunciado el Gobierno valenciano, durante la reunión del Cecopi, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, no informó en ningún momento del estado de esta rambla.

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