DANA en Valencia

El nº 2 de Ribera que no avisó hasta las 20 h del riesgo de la gran presa de Valencia estaba en Colombia

Hugo Morán, el secretario de Estado de Medio Ambiente, no avisó del riesgo hasta las 20 horas del martes

Hugo Morán
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente que el pasado martes, a las 8 de la tarde, admitió a la Generalitat valenciana el elevado riesgo de la presa de Forata (Valencia) -como ha revelado OKDIARIO- se encontraba en Colombia en el momento más crítico de la DANA. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había alertado del riesgo en la Comunidad Valenciana, y otras zonas de España, especialmente durante esos días -si bien con notable imprecisión-, pero Morán optó por desplazarse a Colombia para participar en la COP16, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad, que se celebró en Cali. El número dos de Teresa Ribera dejó constancia de su viaje en las redes sociales.

De hecho, ya el 27 de octubre -domingo- antes de viajar a Colombia, Morán se hizo eco de la preocupante predicción para Valencia, difundiendo un mensaje de la Aemet: «Una DANA producirá precipitaciones generalizadas en la Península y Baleares hasta, al menos, el jueves 31. En el área mediterránea los chubascos serán muy fuertes o incluso torrenciales. ¡Mucha precaución!».

El mismo 29 de octubre, el día fatídico de la DANA que ha dejado al menos 217 muertos y miles de afectados, Hugo Morán se reunió en Cali con Joaquín de Arístegui, embajador español en el país, y el resto de la delegación de la cumbre. Un día después, ya en plena tragedia, participó en uno de los foros que se celebró en el pabellón de América Latina y el Caribe, La biodiversidad nos une.

Durante su intervención, Morán se refirió de forma tibia al drama en la Comunidad Valenciana. «Ahora se analizarán las irreparables pérdidas, las humanas, y detrás vendrá el análisis de las pérdidas económicas, en infraestructuras, equipamientos, en actividad empresarial. Y llegaremos a la conclusión de que por muchos recursos que vayamos destinando a la reparación de la naturaleza, las consecuencias económicas de la actividad del ser humano en su degradación va a estar siempre por encima de la capacidad de respuesta», expuso el alto cargo de Ribera.

Prosiguió: «Tenemos que ser capaces de alinear progresivamente los compromisos de financiación pública y privada en relación con el rescate de un planeta que se nos va de las manos». Hugo Morán difundió su intervención en redes sociales, el mismo día 30.

Llamada a las 20:00 h

Como ha revelado OKDIARIO, este cargo del ministerio no se puso en contacto con la Generalitat hasta las ocho de la tarde del mismo martes -cuando varias poblaciones ya estaban inundadas y la situación era dramática en distintas zonas de la región-. A esa hora, como publicó este periódico, Morán se puso en contacto con la consejera Salomé Pradas, admitiéndole que no podía asegurarle que la presa de Forata -uno de los puntos críticos- pudiese aguantar la crecida del caudal, y que existía un alto riesgo de rotura.

El embalse se encontraba ya entonces en situación crítica, el escenario 3, lo que significaba textualmente una «elevada probabilidad de rotura, resultando prácticamente inevitable que se produzca la onda de avenida generada por la avería o rotura». De romperse esa presa, las consecuencias habrían sido desastrosas por la inundación masiva de las poblaciones ribereñas de la zona. Afortunadamente, el embalse pudo contener el agua y evitar una tragedia todavía mayor.

A esa hora se celebraba la reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado, que había sido convocado por el gobierno de Mazón a las 5 de la tarde, y con asistencia -de forma telemática- de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.

Tras esa conversación telefónica entre Pradas y Morán, y previa deliberación y acuerdo en el seno del CECOPI- se decidió enviar el mensaje masivo a la población, que llegó a las 20:11 horas. En resumen, el CECOPI acordó enviar esa alerta después de que el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de Morán, admitiese a Pradas que la pesa corría riesgo real de romperse.

El alto riesgo, no obstante, estaba en otro punto, la rambla del Poyo, que no recibió la misma atención por parte del Gobierno.

De hecho, como también ha venido publicando este medio, la Confederación Hidrográfica del Júcar, encargada del seguimiento de los caudales, no avisó de la situación hasta las 18:43 horas, cuando ya varias poblaciones estaban inundadas.

Esa comunicación se hizo a través de un simple correo electrónico. Uno entre los 130 que se habían ido remitiendo en ese día y el anterior. En él se informaba, de manera escueta, de un caudal imparable, capaz de arrasar lo que se pusiera por delante: «Valor de 1.686 m³/s mayor de 150 m³/s con tendencia ascendente a las 18:40h».

No se ha dado ninguna explicación a por qué desde las 16:13 horas, cuando se comunicó un valor de «28,7 m³/s menor de 30 m³/s con tendencia descendente» hasta las 18:43 horas, cuando ya alcanzaba los «1.686 m³/s mayor de 150 m³/s con tendencia ascendente» no se remitió ningún aviso.

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