Celaá dice que su chalé vale 195.408 € pero fue tasado en 1,08 millones al escriturarlo en 2010

La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, afirma que su chalé de lujo de 1,55 millones tiene un valor de 195.408 euros. Según ella, ese inmueble de 4.500 metros cuadrados de finca y 700 metros cuadrados de vivienda en una de las mejores zonas residenciales pegadas a Bilbao se corresponde con la valoración incluida en su declaración de bienes oficial en la que anotó –sin más explicación ni concreción– un valor para todos sus bienes inmuebles de 195.408,33 euros.

La explicación dada por ella apunta a una supuesta valoración catastral. Pero lo cierto es que la ministra oculta que la propia escritura elevada al registro por el chalé recoge una tasación del inmueble. Una valoración a efectos de subasta realizada en 2010 y que asciende a mucho más de lo que revela la portavoz del Gobierno: asciende, de hecho, a 1,08 millones de euros.

Esa valoración se elevó a escritura pública el 23 de abril de 2010. Fecha en la que se recogió la anotación correspondiente para dejar constancia de que la propiedad está “gravada con hipoteca a favor de la entidad Bilbao Bizkaia Kutxa”. Y esa hipoteca incluía una valoración: “Tasándose a efectos de subasta en un millón ochenta y seis mil euros, constituida mediante escritura otorgada en Las Arenas/Getxo el veintitrés de abril de dos mil diez”.

Es decir, que cuando hizo su anotación en el registro de bienes oficial de altos cargos, la ministra Celaá era plenamente consciente de que el valor que incluía para sus inmuebles era notablemente lejano a la realidad y que, además, existía una valoración demostrable y actualizada. Pese a ello, la portavoz del Gobierno anotó el valor de 195.408,33 euros que ahora dice que se refiere a su inmueble de lujo.

Un valor alejado del mercado

La ley que regula la declaración de bienes de los altos cargos de la Administración señala en su artículo 12 con claridad que “quienes tengan la condición de alto cargo están obligados a formular en el Registro de Bienes y Derechos Patrimoniales de altos cargos, en los términos que reglamentariamente se establezcan, una declaración patrimonial, comprensiva de la totalidad de sus bienes, derechos y obligaciones”. Y acto seguido destaca en la letra a) la obligatoriedad de aportar la valoración “de los bienes, derechos y obligaciones patrimoniales que posean”.

Todo ello sin señalar en ningún momento que ese valor sea el catastral, básicamente porque, como ha dicho la propia ministra de Hacienda, María José Montero, esos valores están muy alejados del valor real de mercado de los inmuebles.

El Reglamento que desarrolla esta norma sigue exactamente el mismo camino sin indicar que la valoración sea la catastral y recordando que esta declaración tiene un único objetivo: la transparencia.

553.381 € en acciones y fondos

La ministra de Educación y portavoz del Gobierno Isabel Celaá ha escondido, de este modo, un chalé de más de 1,5 millones de euros en su declaración de bienes de los altos cargos públicos hecha pública hace menos de una semana.

En ese documento, la ministra aseguró que la valoración de sus bienes inmuebles se limitaba a 195.408,34 euros. Ella aportaba datos que reflejaban que contaba con más patrimonio -330.048,87 euros en depósitos y cuentas corrientes; 553.381,40 euros en acciones y fondos; 106.331,21 euros en seguros de vida; y 441.762,87 euros en otros bienes y derechos de contenido económico-. Pero en inmuebles, supuestamente, sólo tenía esos poco más de 195.000 euros.

El chalé de lujo de la ministra, tal y como muestra la nota del Registro de la Propiedad a la que ha tenido acceso OKDIARIO, es propiedad de Celaá y de su marido -José Ignacio Aspichueta- en régimen de gananciales. Es decir, que debería haber incluido en su declaración de bienes la mitad de la valoración del inmueble.

Se trata de una finca de terreno “de cuatro mil quinientos metros cuadrados” en un entorno pegado a Bilbao pero en pleno paisaje rural y con vistas a la naturaleza. Un terreno en el que se sitúa la “casa unifamiliar” compuesta por “semisótano, entresuelo, planta baja, primera planta o piso superior y cámara de aire”. Todo ello distribuido en “garaje, sala de calderas, txoko, cocina del txoko, bodega, dos aseos, cinco cuartos de baño, porche recibidor, hall, salón, cocina principal, comedor, sala, nueve dormitorios -uno con vestidor- y cuarto de servicio”.

Una espectacular residencia que se extiende por una superficie habitable de 694 metros cuadrado sin contar con la buhardilla que sale en la cámara de la casa.