Interventores de Cospedal impugnarán mesas decisivas de Barcelona por irregularidades de Casado
Dos interventores de la candidatura de María Dolores de Cospedal han comunicado oficialmente al Comité Organizador del Congreso Nacional del PP que impugnarán los resultados de mesas decisivas de Barcelona por irregularidades que favorecen al equipo de Pablo Casado.
Es el caso de la mesa del distrito del Eixample, que estaba presidida por Carlos Bolaños, padre de Eduardo Bolaños, vicesecretario territorial y electoral del PP en Barcelona y principal apoyo de Casado en Cataluña.
Los interventores del equipo de Cospedal denuncian que los seguidores de Casado han violado el manual elaborado para la jornada electoral de hoy, que establece “la prohibición expresa de hacer campaña o entregar papeletas rellenadas a los afiliados que vengan a votar”. Una vulneración de los derechos de votación que, según su versión, se ha producido en algunas de las mesas de votación claves en la capital catalana.
Según la denuncia de estos interventores, tanto el presidente del distrito de L’Eixample, Eduardo Bolaños, como el presidente del distrito de Sarrià, Óscar Ramírez, como la interventora de la candidatura de Pablo Casado, Conchita Ayarza, están “constantemente orientando el voto de los afiliados que vienen a votar, incluso entregando papeletas” con el nombre ya puesto.
Asimismo, señalan que la norma acordada por el PP deja muy claro que “las únicas personas autorizadas para estar en el colegio electoral son los componentes de la Mesa, un interventor de cada una de las candidaturas y de los candidatos a compromisarios”.
60% de participación
Alrededor del 60 por ciento de los militantes del PP inscritos para elegir al sucesor de Mariano Rajoy ha votado ya a media tarde, antes de que a las 20.30 horas cierren las mesas electorales, según han informado fuentes del PP.
Así, poco antes de las siete de la tarde ya habían ejercido su derecho a voto algo más del 60 por ciento de los 66.706 afiliados inscritos para votar en esta primera vuelta del proceso para elegir nuevo líder, que culminará dentro de quince días con un congreso extraordinario, en el que serán los compromisarios los que tengan la última palabra.